El partido que debía definir la segunda plaza del grupo H, el choque de dos estilos totalmente contrapuestos se enfrentaban para dirimir un pase que a la postre sería histórico. Tanto Rusia como Argelia opositaron para pasar a la siguiente fase en los partidos anteriores y ahora les tocaba entre ellos decidir quién merecía ese puesto en octavos de final.

Gol de Kokorin (FOTO: marca.com)

Apenas no había arrancado el encuentro cuando Kokorin decidió al fin ser decisivo en la Copa del Mundo, aunque quedaría en nada. Había marrado ocasiones claras en duelos pretéritos, pero el ariete ruso decidió no fallar en el centro desde la derecha para cabecear perfectamente encontrando la red y el júbilo exsoviético. El tanto llegaría por la banda derecha, lugar en el que se sitúa un Feghouli que andaba siendo atendido debido a una brecha en la cabeza.

Slimani avisaría lo que acontecería en el segundo tiempo, cuando en un saque de esquina desde la izquierda remataría con la testa obligando a Akinfeev a despejar el balón. No terminaba, eso sí, Argelia de reconocerse y de sentirse a gusto en el partido. Tímidamente Glushakov lo intentaría a cinco minutos del final, algo que espolearía a los magrebís haciendo trabajar nuevamente al meta ruso cuando se llegaba al término de la primera mitad dominada por los europeos.

Hasta dos ocasiones tuvo Rusia para certificar prácticamente su pase con la victoria, pero M’Bolhi apareció para desbaratar unos ataques demasiado timoratos de los pupilos de un Capello que desesperó con el gol de Slimani cuando se llegaba a la hora de partido. El argelino, en una falta lateral desde la izquierda aprovecharía desde el segundo palo un fallo en la salida de Akinfeev para empujar con un testarazo a la red.

Acariciaba las mallas el balón y comenzaba a acariciar la hinchada de los del norte de África el pase. Más aún si Rusia ni con un Dzagoev aprovechado durante todo el campeonato para ser el revulsivo del equipo, tampoco aportaba lo que eternamente promete. Rueda de cambios para refrescar por parte de ambos que se mezclaba en un quiero y no puedo ruso. Tan solo en un centro desde saque de esquina estuvo uno de los zagueros exsoviéticos cerca de anotar con un cabezazo que rozó el palo de la meta defendida por M’Bolhi.

Así, con una Rusia demasiado fría y una Argelia que sorprendió a todos para bien con un fútbol alegre y atractivo el grupo H hacía justicia permitiendo a los norteafricanos proseguir en la competición pasando a octavos de final por primera vez en la historia. Alemania les esperaba y Rusia marchaba para casa con un plantel de jugadores más para el futuro que para el presente. Por ello, en cuatro años con el Mundial en sus fronteras se espera mucho más del combinado nacional exsoviético.

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Los argelinos celebrando el pase (FOTO: fifa.com)