En el siglo XVII, los artesanos empezaron a utilizar materiales más resistentes y buscaron nuevas formas para soportar mejor la constante presión del carbónico en las botellas de vino. De ahí surgieron los fondos convexos que, además, facilitan el servicio a los camareros y a las propias bodegas. Un Mundial es como una botella de vino. Se recoge, se embotella y se deja reposar. Cuatro años. Los necesarios para que su contenido mute, coja olor y sabor.

Tras descorcharlo en una ceremonia de inauguración viene el goce. Remover suavemente la copa y degustar cada uno de sus matices. Los dulces, los amargos, los desconocidos, los de toda la vida... Estos matices se agolpan en una botella que, aunque ancha en el culo, se estrechece en el cuello como si de una especie de embudo se tratara. O un portero de discoteca que solo deja pasar a los elegidos. La Copa del Mundo de Brasil ha llegado a ese punto. Ese en el que empieza a escasear el vino pero se disfruta de cada sorbo más incluso que antes. Hasta que, inevitablemente, solo quede una gota que ponga el punto y final. Que deje el sabor definitivo y que se recordará toda la vida. O cuatro años, hasta que se pueda descorchar una nueva botella. Pero bueno, aún queda mucho por degustar.

Es en este enclave en el que se han cruzado Brasil y Chile. Serán los encargados de iniciar unas eliminatorias que barreran a los débiles y dejará a los mejores. Los anfitriones optan a todo. Jugando en casa y con grandes favoritos como España o Italia fuera de escena, el favoritismo de la canarinha aumenta día a día. No significa que la tarea sea fácil. Es más, no sería la primera vez que caen en campo propio contra todo pronóstico. Chile tratará de dar una nueva sorpresa y dinamitar definitivamente el Mundial. Sampaoli cuenta con nombres capaces de ello.

El camino hasta Belo Horizonte

El estadio Mineirao de Belo Horizonte ya ha vivido cuatro encuentros del presente Mundial. Encara su penúltima cita -también se jugará una semifinal en este estadio- con gran motivación. No en vano, será la primera vez que reciba la visita de la pentacampeona.

Chile suma 14 años sin ganar a Brasil

Brasil llega a Minas Gerais como primera del Grupo A. Allí derrotó a una complicada Croacia en el partido inaugural del torneo. Posteriormente no podría imponerse a México -el otro representante del Grupo A en los octavos de final-. No tuvo problemas con la débil e inofensiva Camerún. El juego mostrado por los de Scolari ofrece algunas dudas, especialmente cuanto al estilo, mucho más europeizado que en ocasiones anteriores. Efectivo, eso sí. Además cuenta con Neymar, una de las estrellas del Mundial, y máximo goleador junto a Müller y Messi, con cuatro tantos.

Sorprendentemente, Chile no tuvo demasiados problemas para terminar segundo en el Grupo B. Empezó arrollando inicialmente a una Australia que parecía que se le iba a subir a las barbas de los chilenos, pero los de Sampaoli lograron hacerse con los tres primeros puntos. Posteriormente, y para sorpresa de todo el globo. La roja se deshizo de la roja, y mandó a España a casa. Finalmente, frente a Holanda perdió en los minutos finales de un partido sin historia.

Viejos conocidos

Ambos países ocupan puntos cardinales distintos en el cono sur del continente americano. Chile en el oeste y Brasil en el este. Esta proximidad geográfica no se ve reflejada en lo futbolístico. Chilenos y brasileños se encuentran a años luz los unos de los otros. Son múltiples los títulos con los que cuenta el anfitrión del actual Mundial, entre los que destacan cinco torneos mundiales y ocho entorchados continentales. El país andino no tiene ninguno en su haber, aunque tiene todas las esperanzas puestas en la Copa América que ellos mismos organizarán el próximo año.

A lo largo de la historia, Brasil y Chile se han enfrentado un total de 68 veces. Los brasileños se han impuesto en la gran mayoría de estos choques -48-. En un Mundial se han llegado a ver la cara en tres ocasiones: 1962, 1998 y 2010. 4-2, 4-1 y 3-0. Siempre ganó Brasil. Recientemente, ambos equipos se enfrentaron en sendos amistosos en 2013. El primero de ellos fue en abril en el mismo escenario en el que se enfrentarán esta noche por un puesto en los cuartos de final. El resultado fue de empate a dos. Meses más tarde, en noviembre, Chile y Brasil se enfrentaron en un nuevo partido amistoso que volvieron a ganar los brasileños. Los chilenos no ganan a su rival en octavos desde el verano de 2000 cuando vencieron por 3-0 en un partido clasificatorio para la Copa del Mundo de Corea y Japón.

Posibles alineaciones