Algo le debe el fútbol a lo Colombia. Uno puede darse cuenta si revisa lo que le ocurrió a aquel conjunto dirigido por Francisco ‘Pacho’ Maturana a inicios de los 90. Hicieron historia, pero los datos no lo reflejan. Los Valderrama, Higuita o Escobar permanecen en el recuerdo de muchos aficionados como uno de los equipos que más les hicieron disfrutar en la época. Pero frente a Camerún, en octavos de final del Mundial de Italia 1990, se vio truncado un camino cuyo fin no se esperaba tan temprano. Peor fue lo ocurrido 4 años después en Estados Unidos, después de que el propio Pelé llegase a otorgarle a Colombia el honor de ser uno de los favoritos: los de Maturana cayeron en primera ronda.

En esta ocasión, 20 años después de aquella eliminación a manos de Estados Unidos, Colombia puede lograr su mejor clasificación en una cita mundialista si supera a Uruguay. Y viendo el juego de ambas selecciones no es descabellado otorgar más opciones a los de José Pekerman, más aún tras conocerse la sanción a Luis Suárez. En los tres partidos disputados hasta ahora, el rendimiento de los colombianos ha ido de menos a más, apoyados en el liderazgo de un James Rodríguez que ante la ausencia de Falcao ha sabido asumir los plenos poderes que Pekerman le ha otorgado.

Partiendo de un 4-2-3-1 con bastantes matices y variantes en función de cómo se han ido desarrollando los partidos, Colombia ha sido superior a Grecia, Costa de Marfil y Japón en el grupo C. Es cierto que en el primer partido (3-0) la respuesta al primer gol, retrocediendo muchos metros y dejando la iniciativa a Grecia más por inercia que por auténtico dominio heleno, dejó algunas dudas. Zúñiga y Armero no se incorporaron al ataque tanto como de costumbre, por lo que faltó profundidad tanto en ataque organizado como en transición (especialmente en esta fase, cuando precisamente más necesarias eran sus apariciones debido al enorme repliegue del equipo).

Sin embargo, a Colombia no le hace falta demasiado para hacer gol: un error de la defensa como contra Costa de Marfil, una jugada a balón parado o un detalle individual que desequilibren la balanza. Sobre todo esto último.

De momento James Rodríguez y Cuadrado han sido las soluciones a los momentos más difíciles. Ambos han leído perfectamente el devenir de los partidos para sacar el mayor provecho de ello. Así llegó el gol contra Grecia, con James ayudando en la salida de balón y encontrando a Cuadrado a la espalda del lateral. Recursos y más recursos.

De hecho, la movilidad de los tres mediapuntas más Teo Gutiérrez es el gran aval de los de Pekerman en ataque, ya que se generan muchos espacios que permiten a Carlos Sánchez y Abel Aguilar encontrar líneas de pase con cierta facilidad. Aspecto muy importante dadas las carencias técnicas que ambos tienen.

Quintero anota el segundo gol de Colombia frente a Costa de Marfil. Foto: Getty Images

Y si todo falla, siempre queda Quintero como revulsivo. Quedó claro frente a Costa de Marfil, cuando el atasco que sufría Colombia comenzaba a ser excesivo. Ibarbo fue sustituido y James pasó al costado derecho. El centro del campo y los galones eran para el menudo mediapunta de tan sólo 21 años, líder de las generaciones venideras y de la actual si es necesario. Es cierto que fueron apenas 15 minutos de recital, desde su entrada al campo hasta el gol de los africanos, suficiente para que definiera el resultado final tanto con su gol como con su mera participación.

Esta vez el rival será más fuerte que los anteriores, no sólo por el nombre. Uruguay no podrá contar con Luis Suárez, eso sí. Lo que obligará al Maestro Tabárez a recomponer la delantera y con ello arrebatar al equipo de una de sus mejores armas en defensa: las constantes ayudas de Cavani. Si el seleccionador uruguayo decide situarle como referencia por delante de otro delantero, como ya ocurrió contra Costa Rica, Colombia tendrá más opciones en ataque. Para ello serán fundamentales los apoyos por fuera de Zúñiga y Armero, para generar amplitud y liberar en cierta medida a los mediapuntas. Será un momento para la historia, sin lugar a dudas. Uruguay con la posibilidad de demostrar que no existe dependencia de Luis Suárez y seguir soñando; Colombia con la oportunidad que tantos años llevaba esperando y unos jugadores que pueden convertirse en leyendas.

VAVEL Logo