La brutal acción del ariete uruguayo en la que por tercera vez muerde a un rival en un terreno de juego es incalificable en todos los sentidos, no ya por el mero hecho del mordisco, más propio de un jardín de infancia que de un terreno de juego, sino por su reiteración a lo largo y ancha de su carrera profesional, en la que se deja ver un cierto problema psicológico necesitado de tratamiento.

Si tanto el presidente de Uruguay, como todo su país están orgullosos de la acción de su compatriota, más allá de la calidad futbolística de uno de los mejores arietes del fútbol mundial, considero que se está queriendo justificar una supuesta campaña antiuruguaya, que nada tiene que ver con la realidad de una acción que no debe de quedar sin castigo.

Que un personaje de la talladura moral de Diego Armando Maradona, se ponga del lado del charrua, dice bien poco en favor de ambos, pues si bien el eterno 10 albiceleste puede ser considerado como el mejor futbolista de todos los tiempos, también es cierto que su comportamiento fuera de los terrenos de juego no le concede credibilidad en su apoyo a Suárez en clara afrenta directa contra la FIFA, organismo por otra parte con el que tuvo una encarnizada guerra durante su brillante carrera por su consumo de estupefacientes.

La dureza de la sanción es indudable, pero ¿de que manera se puede impedir que el jugador vuelva a vampirizar a otro compañero en un terreno de juego?, está clara su recaída en tal vil acción una y otra vez y a pesar de que el Mundial se va a perder a una de sus grandes figuras, la verdad es que el futbolista necesita replantearse su carrera a corto, medio y largo plazo, porque sus genialidades en el campo siempre quedarán ensombrecidas por salvajadas como esta, que ya vivieron en su día los aficionados del Ajax o los del Liverpool.

Foto: sportyou.es

Lo que ya pasa de castaño oscuro es que el FC Barcelona intente abaratar su fichaje a costa de la acción de Suárez ante el central azzurro, no ya por la catadura moral demostrada por Andoni Zubizarreta o los propios Bartomeu o Luis Enrique, que lejos de condenar públicamente tal acción ven en ella una oportunidad de sacar tajada para su propio beneficio en detrimento de los intereses del club de origen del jugador; sino porque además no dudan en querer fichar a un jugador con estos antecedentes cuando supuestamente enarbolan la bandera del juego limpio y del señorío.

El tiempo pondrá a cada uno en su sitio, pero la campaña en apoyo de Luis Suárez le está haciendo un flaco favor a un jugador, que en vez de sentarse a analizar sus propios fallos le van a convertir en un mártir injustamente castigado por la todopoderosa FIFA, lo que seguramente posibilitará una cuarta mordida del genial ariete charrua.

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Sobre el autor
Santiago Icigar
Administrador - Gerente de Cecobac 73 SL; amante del fútbol y del Periodismo deportivo