A lo largo de la historia, cada avance en las libertades individuales y colectivas de las personas ha tenido un motor de cambio, una fuerza transformadora que con su esfuerzo y su lucha contra las injusticias ha ido conquistando paso a paso los derechos de los que hoy la mayoría de la sociedad puede disfrutar. Esa energía inalterable que modifica el curso cronológico de los abusos de quienes ostentan el poder es la de los trabajadores.

El fútbol, como lenguaje universal que comunica cada rincón del planeta, también se sirve del esfuerzo de humildes obreros del balón para escribir con letras doradas las gestas más recordadas. Los episodios más brillantes de la historia del balompié han tenido -en ocasiones cobrando protagonismo, y en otras ignorados por los focos- entre sus principales responsables a jugadores que sacrificándose por el bien común han hallado la felicidad sobre el verde.

En ocasiones, en un equipo se juntan un buen puñado de jugadores de estas características y, sin necesidad de una gran figura que les sirva de referente o guía, logran escribir páginas memorables en la trayectoria del conjunto en cuestión. En las selecciones de Costa Rica y de Grecia ocurre algo similar: el esfuerzo colectivo y la solidaridad en el juego les han llevado hasta los octavos de final del Mundial de Brasil.

La selección centroamericana, en su cuarta participación, ya ha logrado igualar su mejor clasificación en un Campeonato del Mundo. Fue la que consiguió en su estreno, en Italia 1990, cuando tras vencer a Escocia y Suecia en el grupo -en el que sólo Brasil pudo superarle- disputó los octavos de final frente a Checoslovaquia, cayendo de forma clara y despidiéndose de su, hasta la fecha, mejor Mundial.

El rival de Costa Rica será Grecia, una selección que se enfrenta a sus primeras eliminatorias mundialistas. El equipo heleno, campeón de la Eurocopa de Portugal 2004 , ha alcanzado por primera vez, en su tercera participación, la ronda de octavos de final optimizando al máximo su única victoria en su grupo -segunda en toda su trayectoria en los Mundiales-.

La travesía hasta la costa de Recife

La ciudad de Recife será la sede del encuentro, sin antecedentes previos, entre las selecciones de Costa Rica y Grecia, que han tenido que nadar a contracorriente para poder llegar hasta las piscinas naturales que forman los arrecifes de la costa pernambucana.

Costa Rica es una de las mayores sorpresas del Mundial

Costa Rica fue catalogada por muchos analistas y por los propios rivales como la Cenicienta del grupo de la muerte. Pronto, los de Pinto iban a demostrar que toda esa corriente de opinión estaba equivocada. Una contundente victoria (1-3) ante Uruguay era la carta de presentación de los ticos en Brasil 2014. En la segunda jornada, Costa Rica volvía a salir victoriosa, esta vez ante Italia (1-0) y se aseguraba su clasificación para los octavos de final, con el partido ante Inglaterra como mero trámite entre dos selecciones que ya no se jugaban nada -los three lions llegaron al encuentro eliminados-. Los de Pinto lideraron el Grupo D, el grupo de los siete Campeonatos del Mundo, en el que la única selección que no podía presumir de vitrinas, lo hizo de buen juego y de solidaridad entre sus futbolistas.

El camino de Grecia hasta los octavos de final fue opuesto al de su rival, Costa Rica. Si bien los ticos se clasificaron brillantemente con una jornada de sobra, el barco pirata comandado por Fernando Santos lo hizo en el último suspiro del último partido, cuando un heroico Samaras rescató desde los once metros a la desahuciada selección helena. Los griegos han sabido sacar la máxima rentabilidad a sus únicos dos goles en la fase de grupos. Se estrenaron cayendo estrepitosamente (3-0) ante Colombia, obtuvieron un pírrico empate sin goles ante Japón y, en la última jornada, vencieron por 2-1 a Costa de Marfil logrando así su clasificación.

Campbell contra Samaras, el duelo

Costa Rica y Grecia, a pesar de ser dos bloques en los que lo colectivo brilla por encima de lo individual, confiarán su suerte a los posibles goles de sus arietes, quienes de momento llevan un tanto cada uno en este Mundial. Joel Campbell querrá celebrar con goles su reciente vigésimo-segundo cumpleaños. El delantero que curiosamente esta temporada ha jugado en el Olympiakos griego estará secundado por el talentoso mediapunta Bryan Ruíz. Campbell es un delantero rápido, potente, con técnica y un gran golpeo con la zurda. Con la camiseta de la selección rival habrá un espigado delantero del Celtic de Glasgow tratando de guiar a sus compañeros hacia los cuartos de final. En se segundo Mundial, Samaras es el líder más reconocible de la selección griega. Se trata de un delantero muy físico, molesto para los defensas rivales, polivalente, rápido y poderoso en el juego aéreo.

Foto: Getty Images

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