El de Brasil está siendo un Mundial muy destacado. La estadística de 2,8 goles por partido convierte a la presente edición de la Copa del Mundo, en una de las más atractivas para el espectador. Sin embargo, el dinero también está obteniendo su cuota de atención. Bien por los sobrecostes del Mundial más caro de la historia, bien por las primas.

La expedición de Camerún decidió no volar hacia Brasil hasta que la federación no atendiese sus demandas. Los futbolistas de Ghana amenazaron con no jugar su último choque frente a Portugal si no recibían sus honorarios de tres millones de dólares.

El rocoso equipo griego, los tipos duros, los Karagounis, Salpingidis y compañía redactaron y firmaron una carta en la mañana previa a su choque de octavos de final frente a Costa Rica con una demanda radicalmente opuesta. Rechazaban sus primas en una carta dirigida al Primer Ministro griego Antonis Samaras, según el portal griego News Bomb. Solicitan, eso sí, la construcción de una ciudad deportiva para la selección griega.

La situación económica que vive Grecia es de sobra conocida. Es por ello que sus representantes balompédicos han decidido no cobrar por participar en el Mundial: "Jugamos por Grecia y por su pueblo. Lo único que pedimos es que nos ayudes en la búsqueda de un lugar para construir un centro deportivo que pueda albergar a nuestro equipo nacional".

Petición que llega en un día clave para el fútbol heleno, pues pueden seguir escribiendo historia. Frente a Costa de Marfil ya lograron la hazaña de meterse por vez primera en los octavos de final de una Copa del Mundo.