Leo Messi volvió a ser protagonista en el partido que midió a su selección, Argentina, con Suiza. Esta vez no fue el autor del gol decisivo pero sí de la jugada que lo propició. El de Rosario vio la oportunidad a apenas tres minutos para la conclusión del choque pero finalmente optó por ceder el balón a Di María, que no desaprovechó el regalo: "Primero pensé en jugármela, depués vi que apareció el 'Fideo' y decidí pasársela", aseguraba el astro argentino.

Más allá de un mejor o peor jugo, lo que sí tiene claro el delantero del FC Barcelona es que lo importante es seguir avanzando en la competición: "No sé si es merecido o no, pero lo importante es que estamos en otra ronda, que era lo que queríamos. Costó, pero sabíamos que iba a ser así. Lo importante es que seguimos en el torneo".

"Pasaban los minutos y nosotros no queríamos ir a los penales"

El 10 reconoce las dificultades en la que les puso Suiza, con una solidez defensiva que prolongó durante casi 118 minutos la realidad de perforar la meta rival; Messi afirma que la suerte de los penaltis era una coyuntura que convenía evitar: "Por momentos (sentíamos) nerviosismo, porque no podíamos hacer el gol y cualquier error nos puede dejar afuera del Mundial. Pasaban los minutos y nosotros no queríamos ir a los penales".

No obstante, el astro argentino también dejaba claro que en un Mundial, las victorias han de trabajarse al límite: "Sabemos que todos los partidos van a ser muy igualados y que se van a ganar por detalles".

Mirando hacia atrás, el pase de Argentina adquiere todavía mayor imporancia, especialmente cuando se repara en las grandes selecciones que, a estas alturas, ya han quedado fuera del torneo: "Quedaron fuera selecciones importantísimas y que nadie esperaba, y hay otros que nadie esperaba y ahí están. Es un Mundial y no hay rival fácil".