Francia y Alemania. Alemania y Francia. Dos grandes imperios en el pasado, dos potencias mundiales en la actualidad. Sin embargo, las relaciones entre ambos países no fueron cordiales hasta bien entrado el siglo XX. Y es que la rivalidad entre estas dos naciones surgió hace cientos de años, provocando que las tensiones entre las dos naciones llegaran también al mundo del deporte y, más concretamente, al fútbol.

El primer cara a cara

La I Guerra Mundial dejó secuelas en este deporte, y hubo que esperar hasta 1931 para que franceses y alemanes se vieran por primera vez en un campo de fútbol. Jules Rimet, presidente de la FIFA en ese momento, entendió que un partido entre Francia y Alemania sería un golpe de efecto importantísimo en la normalización de las relaciones entre los dos países. Así, el 15 de marzo de 1931, en el estadio Yves du Manoir de la ciudad francesa de Colombes, y bajo la dirección del árbitro inglés Thomas Crewe, Francia y Alemania disputaron su primer partido. Pese a que hubo algunos aspectos problemáticos, como es el caso de los himnos, los dos equipos demostraron su deportividad en todo momento.

La ciudad francesa de Colombes acogió el primer Francia - Alemania

El partido se convirtió en un evento de repercusión europea. 40.076 personas llenaron el estadio de Colombes, de ellos más de 15.000 alemanes llegados en trenes desde distintas ciudades. A priori, la selección germana era favorita para la victoria, con alguna de las estrellas del momento en sus filas, como los jugadores del Bayern Munich Ludwig Hofmann, Bergmaier y Haringer. Sin embargo, el partido cambió en el minuto 15, cuando el defensa alemán Munzenberg marcó un gol en su propia portería, poniendo en ventaja al combinado galo. El partido se convirtió en un dominio aplastante de Alemania, pero no pudieron superar al portero francés, dejando el marcador final en 1-0.

Lo ocurrido fue presentado por la prensa francesa como un ejemplo más que como un triunfo histórico. “Este partido quedará en la historia como el recuerdo de una jornada de reconciliación. A nosotros nos queda la victoria; a los alemanes el recibimiento caluroso y el buen trato recibido en París. Y a todos, la certeza de que la cultura deportiva y este espíritu no puede hacer más que preparar a la humanidad para un mejor futuro”, publicaba ‘Le Petit Journal’.

Pero este triunfo conjunto de ambas selecciones duró poco tiempo. Hitler subió al poder en 1933, y a partir de ahí, los amistosos entre Francia y Alemania volvieron a estar repletos de connotaciones políticas. El siguiente enfrentamiento entre Alemania y Francia se produjo el 19 de marzo de 1933. En el Deutsches Stadion (Berlín) y bajo la dirección del mismo árbitro del anterior enfrentamiento, los 55.000 espectadores allí presentes disfrutaron de un vibrante encuentro. El joven centrocampista francés Roger Rio, que militaba en las filas del Rouen y con tan sólo 20 años, adelantó a su selección en el minuto 22. No tardó en reaccionar Alemania, que por medio del delantero Oskar Rohr igualaba el encuentro en el minuto 28, consiguiendo el 2º gol justo antes del descanso. En el minuto 65, el centrocampista germano Ludwig Lachner parecía sentenciar el encuentro, pero apareció la figura de René Gérard, que anotó en el minuto 81 y en 83 para establecer el definitivo 3-3.

Hubo que esperar a 1935, cuando se enfrentaron por 3ª vez Francia y Alemania, para que los teutones consiguieran la 1ª victoria. En el Parc des Princes de París y ante más de 39.000 personas, los visitantes lograron un contundente triunfo (1-3). Ernst Lehner adelantó a los alemanes en el minuto 36, y Stanislaus Kobierski puso el 0-2 en el 51. Pierre Duhart acortó distancias en el minuto 59, pero Karl Hohmann sentenció en el 88.

El nazismo y la II Guerra Mundial condicionaron los enfrentamientos entre Francia y Alemania

Dos años más tarde volvieron a verse las caras, esta vez en Stuttgart. En un abarrotado estadio, con capacidad para 72.000 personas, Alemania consiguió una victoria abultada ante Francia, a la que endosó cuatro goles. Ernst Lehner (minuto 26), el delantero Ala Urban (31’ y 76’) y el también delantero August Lenz (minuto 87) hicieron las delicias del público alemán, que conseguía la 2ª victoria consecutiva ante su histórico rival.

Con el inicio de la II Guerra Mundial, las hostilidades entre Francia y Alemania volvieron a escena, por lo que no fue hasta 1952, siete años después de que terminara el conflicto, cuando las dos selecciones volvieron a enfrentarse en un partido de fútbol. Con una Alemania dividida en una República Federal y una República Democrática, el combinado galo se enfrentaría en ese año a Alemania Occidental. 21 años después de su primer enfrentamiento en un campo de fútbol, Francia y Alemania se veían las caras en el mismo escenario que en la 1ª cita: Stade Olympique Yves-du-Manoir (Colombes). El partido se puso de cara para los galos, que se adelantaron en el minuto 4 por mediación de Joseph Ujlaki. Los alemanes reaccionaron y en el minuto 16 establecían la igualada en el marcador tras el tanto de Ottmar Walter. Desde ese momento, el partido estuvo marcado por la tremenda igualdad entre ambos equipos hasta que, a falta de nueve minutos para el final, Thadée Cisowski volvía a adelantar a los locales. Ya en el 90’, André Strappe conseguía el definitivo 3-1.

El siguiente enfrentamiento se produjo dos años más tarde, en 1954, esta vez en territorio alemán. En el Niedersachsenstadion de Hannover, Francia volvió a imponerse al combinado teutón. Con un doblete de Jacques Foix (33’ y 55’) y otro gol de Jean Vincent (35’), los franceses se impusieron cómodamente a Alemania, que consiguió el tanto del honor en el minuto 75 por medio de Klaus Stürmer.

Fontaine juega al póker en Suecia

El 28 de junio de 1958, Francia y Alemania se vieron las caras por 1ª vez en un Mundial. El Nya Ullevi de Götteborg fue escenario de un encuentro trepidante, con multitud de ocasiones y goles. El partido por el tercer y cuarto puesto del Mundial de Suecia no dejó indiferente a nadie. Just Fontaine adelantó a Francia en el minuto 16, pero Hans Cieslarczyk igualaba el encuentro dos minutos después. Raymond Kopa, y de nuevo Fontaine daban ventaja a los franceses antes del descanso.

En el minuto 50, Yvon Douis colocaba el 4-1 en el marcador, pero Helmut Rahn acortaba distancias 120 segundos más tarde. Fontaine, en el 78’, volvía a aumentar la ventaja gala, diferencia que sería reducida por Hans Schäfer en el minuto 84. Fontaine, en el 89’, colocaba el definitivo 6-3 en el marcador, colocando a Francia en el tercer puesto del Mundial de Suecia 1958.

Cuatro meses después de ese partido, Francia y Alemania se vieron las caras, una vez más, en Colombes. En esta ocasión, los germanos consiguieron un empate (2-2) después de que los locales remontaran el tanto inicial de Helmut Rahn. Alemania acumulaba ya cuatro partidos sin conseguir el triunfo ante Francia.

1962 fue el año del 9º duelo entre alemanes y franceses. Pese a disputarse en suelo alemán, los germanos tampoco pudieron conseguir la victoria en esta ocasión. El combinado galo se marchó al descanso con una ventaja de dos goles en el marcador, pero en la segunda mitad, la selección teutona reaccionó y logró empatar el encuentro (2-2).

En 1967 se produjo la ansiada victoria de Alemania. Era el 10º encuentro entre ambas selecciones, y en un abarrotado Olympiastadion de la capital germana, los alemanes consiguieron una contundente victoria ante Francia. En aquella selección alemana ya figuraban jugadores como Franz Beckenbauer o Gerd Müller, leyendas actuales del país germano. Los locales lograron colocarse 5-0, pero un tanto de Bernar Bosquier en el minuto 83 estableció el definitivo 5-1 para Alemania, que rompía una racha de cinco partidos sin vencer a Francia. Un año más tarde, en Marsella, las dos selecciones disputaron un igualado encuentro que terminó en tablas (1-1) tras los tantos de Bernard Bosquier para el conjunto galo y Wolfgang Overath para los teutones.

A mediados de los 70 aparecieron figuras como Beckenbauer o Platini

Cinco años tuvieron que pasar para que Francia y Alemania volvieran a verse las caras, esta vez en Gelsenkirchen. La figura del partido fue Gerd Müller, autor de los dos goles del conjunto entrenado por Helmut Schön. En el lado francés, Mauris Trésor fue el autor del único tanto de su equipo, finalizando el encuentro en victoria para Alemania por 2-1.

El decimotercer partido entre Alemania y Francia se disputó en París, el 23 de febrero de 1977. En el equipo francés ya figuraba uno de los mejores jugadores de la historia de Francia: Michel Platini. El equipo alemán también contaba con jugadores eternos, como es el caso de Franz Beckenbauer, Uli Stielike o Karl-Heinz Rummenigge. Olivier Rouyer, en el minuto 53, consiguió el único gol del partido, dando la victoria a Francia por 1-0.

Francia y Alemania, que en aquellos años ya estaban entre las selecciones más importantes del panorama futbolístico internacional, se volvieron a enfrentar en 1980. La ciudad de Hannover fue testigo de una nueva victoria alemana, esta vez por 4-1. Los locales se adelantaron 2-0, pero Jean-Michael Larios acortó diferencias antes del descanso. En la 2ª parte, los alemanes volverían a conseguir dos goles, colocando el resultado en el definitivo 4-1.

El "partido" de los Mundiales

La siguiente cita entre ambos equipos sería en partido oficial. Concretamente, en las semifinales del Mundial de España 1982. En Sevilla, Francia y Alemania dejaron para el recuerdo uno de los mejores partidos de la Historia de los Mundiales. Pierre Littbarski adelantó a los alemanes en el minuto 17, pero Platini empató nueve minutos después desde el punto de penalti. Los 90 minutos reglamentarios terminaron en empate, y en la prórroga se desató la locura. Francia, por medio de Trésor y Alain Giresse conseguía colocar el 1-3 en el minuto 98. Pero Alemania reaccionó y con goles de Rummenigge y Fischer conseguía empatar el partido (3-3), que se decidiría desde los 11 metros. Allí, un fallo de Bossis dio la victoria a Alemania y, por consiguiente, el pase a la final.

Antes de verse de nuevo en el Mundial de México 1986, Francia y Alemania volvieron a enfrentarse en 1984, partido que se resolvió a favor de Francia gracias a un gol de Bernard Genghini (1-0). Ya en la cita mundialista, la victoria fue de nuevo para Alemania, que se impuso por 0-2 con goles de Brehme y Völler. Un año más tarde, en Berlín, Alemania volvió a vencer a Francia, esta vez por un marcador de 2-1 con doblete de Völler y gol de Eric Cantona.

Foto: deportes.terra.com

En 1990 comenzó un periodo triunfador para Francia en lo que a partidos ante Alemania se refiere. Ese año, en un nuevo amistoso, el combinado entrenado por Michel Platini ganó 2-1 tras remontar el tanto inicial de Möller con goles de Papin y Cantona. Seis años más tarde, en territorio alemán, un solitario tanto de Laurent Blanc volvió a dar la victoria a Francia.

Las dos selecciones no volvieron a verse las caras hasta 2001, cuando de nuevo un gol, esta vez de Zinedine Zidane, dio la victoria por la mínima a los galos. Un nuevo triunfo francés se produjo en 2003, cuando dos goles de Trezeguet y uno de Henry colocaron un contundente 0-3 en el marcador del Arena AufSchalken de Gelsenkirchen. En 2005, las dos selecciones empataron sin goles. En 2012, Francia volvió a imponerse a Alemania en territorio alemán, esta vez por 1-2 con goles de Giroud y Malouda. Cacau, en el minuto 90, consiguió el tanto alemán.

En el último partido disputado entre Francia y Alemania, el combinado germano consiguió la victoria, algo que no sucedía desde hacía 27 años. Con goles de Muller y Khedira, los alemanes remontaron el tanto de Valbuena para ganar en territorio francés. Alemania no conseguía una victoria ante Francia en el país galo desde 1935, por lo que puede considerarse una hazaña este último triunfo de Alemania.

En total, 25 partidos jugados, que se han saldado con 11 victorias francesas, ocho alemanas y seis empates. Francia ha conseguido en estos enfrentamientos 41 goles a favor, mientras que Alemania ha logrado 42. El 26º enfrentamiento entre Francia y Alemania se producirá el próximo 4 de junio, en los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014. En partidos así de importantes, los antecedentes no tienen ningún valor.

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