Muchos sectores de la opinión pública del mundo del fútbol se cuestionan permanentemente en este Mundial sobre el juego de Brasil, alejado de forma definitiva del estilo que maravilló al mundo hace décadas y entregado a los brazos de la pierna fuerte, el despliegue físico y la contundencia defensiva. Todas estas características se identifican poco con el fútbol brasileño que siempre fue reconocible, pero esa tendencia cambió hace mucho tiempo. Ya en Estados Unidos ,en 1994, Brasil juntó en el centro del campo a Mauro Silva, Mazinho y Dunga, la aspereza por encima del talento, la sobriedad antes que la imaginación.

Pero no es sólo en el centro del campo donde no se adivinan actualmente los aspectos más clásicos del futbol brasileño. En la delantera actual de Brasil, donde Neymar es la principal baza, poco hay que rememore a su último gran delantero, el incomparable Ronaldo. En 2002 fue la primera y última vez que brasileños y alemanes se enfrentaron en un partido del Campeonato del Mundo y el protagonista fue el 'fenómeno'. En aquella final del Mundial jugado en Corea y Japón, Ronaldo marcó los dos goles del partido dando de ese modo a Brasil su quinta Copa del Mundo.

A buen seguro que muchos aficionados brasileños desearían que Ronaldo estuviera hoy en el césped, y es que desde su retirada de la selección la 'canarinha' carece de un delantero centro de su calidad y lo que es peor, ni siquiera cerca de ella. Tras el fracaso de Ronaldo y Brasil en Alemania en 2006 varios han sido los que han intentado suplirle en los distintos campeonatos que ha disputado la selección 'verdeamarelha'.

Adriano

Contemporáneo a Ronaldo en la 'canarinha', Adriano era visto por no pocos técnicos y periodistas como el delantero del futuro de Brasil. Con una potencia física que recordaba al mejor Ronaldo, y una zurda que era un martillo, Adriano ​causó sensación en un Trofeo Santiago Bernabéu en el año 2002. Su paso, a préstamo por el Inter, por el Parma en 2004, no hizo más que confirmar que estábamos ante un delantero sumamente especial, con unas cualidades excepcionales. Aquel verano de 2004, en la Copa América disputada en Perú y a la que Ronaldo no asistió, Adriano se encargó de llevar a Brasil a la final y llevar a la prórroga la final jugada ante Argentina. Su agónico gol en el último instante hizo que el título se jugase en la tanda de penaltis. Brasil ganó y Adriano se convirtió en máximo goleador con siete tantos. El Inter le incluyó en su plantilla en la temporada 2004/2005 y pronto fue la estrella del Giuseppe Meazza.

Pero en la siguiente temporada, la previa al Mundial de Alemania, las sensaciones ya no eran las de antes. A pesar de sus 19 dianas con el Inter ya no aparecía el mismo poderío en Adriano. Un mal momento físico fue lo que se pensó. La llegada del Mundial y su titularidad junto a Ronaldo hacían de Brasil un conjunto con una pegada insuperable. A ellos además había que contar con la escolta de Ronaldinho, actual Balón de Oro entonces, y con Kaká, absoluta estrella del Milan. Sin embargo, el torneo no fue bien para ninguno. Los problemas de peso de Ronaldo, el inicio, sorprendente por inesperado, del declive de Ronaldinho y la baja forma de Adriano hizo del Mundial de Alemania un vía crucis para la seleçao. Eliminada en cuartos de final por una Francia liderada por Zinedine Zidane, Adriano solo pudo marcar dos goles en el torneo.

Dos meses después de aquello falleció su padre. El golpe nunca lo terminó de encajar Adriano, totalmente superado por la situación. A partir de entonces los problemas se acentuaron en el delantero brasileño. El alcohol, el sobrepeso y la depresión dominaron el día a día de un jugador llamado para grandes empresas en el fútbol y que se evaporó con la misma espectacularidad con la que llegó. Desde 2006, cuando tenía 24 años, hasta ahora solo disputó 13 partidos con Brasil anotando dos goles. Su último partido con la seleçao fue en octubre de 2009. Actualmente con 32 años se encuentra sin equipo.

Vágner Love

Un año después del Mundial de Alemania y con Ronaldo fuera de la seleçao Brasil afrontó la Copa América de 2007 en Venezuela. Dunga asumió la dirección de la selección brasileña y llevó a cabo la transición en este campeonato. Para el puesto de delantero centro confió en Vágner Love, jugador por entonces del CSKA de Moscú. Su figura, y especialmente su rendimiento, nunca convenció. A pesar de ser titular en toda la Copa América y solo ser sustituido en un solo partido, Vagner Love anotó un gol en seis partidos. Fue el sexto gol de Brasil a Chile en cuartos de final. Pese a todo, Dunga no varió su opinión sobre él, era su delantero titular también al inicio de la clasificación para el Mundial de Sudáfrica. Aquello duró poco y tras cuatro partidos de clasificación Dunga dejó de contar con él. Su trayectoria con la 'canarinha' se resume en 15 partidos y dos goles anotados. Hoy juega en el Shandong Luneng de China.

Luis Fabiano

Si en esta época algún delantero ha estado cerca del rendimiento de Ronaldo ha ​sido Luis Fabiano. Uno de los arietes más inteligentes de los últimos años, sabía manejarse como nadie en el juego que proponía Carlos Dunga. Viviendo siempre al límite del fuera de juego, Luis Fabiano consiguió hacerse con el '9' de Brasil en la Copa de las Confederaciones de 2009 y en el Mundial de Sudáfrica en 2010. Titular en todos los partidos disputados en ambas competiciones anotó cinco goles en la Confederaciones y tres en el Campeonato del Mundo. Su rendimiento en general fue bueno, pero la sombra de Ronaldo aún pesaba en la visión que los aficionados brasileños tenían de lo que debía de ser el delantero de Brasil. El tiempo le ha dado dimensión a Luis Fabiano. Su rendimiento fue el siguiente, 39 partidos y 24 goles. Actualmente juega en el Sao Paulo.

Grafité

Acompañando a Luis Fabiano en el ataque en aquel Mundial de Sudáfrica estuvo este futbolista, casi olvidado por muchos a pesar de su aspecto tan poco brasileño. Rozando el 1,90, Grafité hizo carrera en Alemania principalmente. Aquel Wolfsburgo campeón de la Bundesliga en 2008 tenía en Grafité a su delantero centro. Los 70 goles que anotó en sus cuatro temporadas en Alemania le sirvieron para que Dunga le convocase para la Copa del Mundo jugada en Sudáfrica. No fue un campeonato para recordar por parte brasileña. Grafité no fue una excepción. Su presencia fue casi testimonial, cinco minutos únicamente en el torneo. Hoy apura sus últimos días de fútbol en los Emiratos Árabes Unidos en las filas del Al-Ahli.

Nilmar

Otro de los delanteros que Dunga intentó probar para cubrir el hueco, enorme, dejado por Ronaldo fue Nilmar. El exjugador del Villarreal contó para el entonces seleccionador carioca para la Copa de las Confederaciones y ​para el Mundial de Sudáfrica. A pesar de su buen hacer en el conjunto castellonense, Nilmar no era titular en Brasil y su presencia se remitía casi exclusivamente a los últimos compases de los partidos de estas dos competiciones. Después del fiasco de Brasil contra Holanda en cuartos de final, Nilmar perdió protagonismo para los técnicos brasileños y su salida del Villarreal con destino Catar hizo el resto. En la actualidad, con 30 años, sus números con la seleçao son de 19 partidos y ocho tantos.

Fred

El actual delantero centro de Brasil. A sus 30 años se ha hecho con el puesto de ariete con la llegada de Scolari a la 'canarinha'. Su debut con Brasil se remonta a 2005, lo que le hizo entrar en los planes de Parreira para el Mundial de Alemania un año después. Pero su rol en aquella selección no fue más que anecdótico debido al potencial de Ronaldo y Adriano. Únicamente dos minutos ante Australia en la fase de grupos fue lo que disfrutó Fred en aquella Copa del Mundo. Posteriormente abandonó el panorama de la selección brasileña hasta la pasada Copa América en 2011, dónde disputó cuatro partidos, todos ellos como suplente. La llegada de Scolari y la celebración de la Copa de las Confederaciones y del Mundial 2014 en Brasil le convirtió en el delantero centro titular brasileño. Sin embargo, a pesar de sus cinco goles en la Confederaciones, incluidos dos a España en la final, no le hicieron ser visto como un delantero para Brasil. Sus cualidades distan mucho de las de aquellos grandes delanteros cariocas como Romario, Bebeto o Ronaldo, por citar a los más recientes. Fred se maneja bien en la pugna con los centrales, mejor en el remate que en la acción individual. Es el mejor reflejo del actual Brasil, un equipo diseñado más para destruir que para elaborar. Scolari le tiene mucha fé. Hasta hoy, día de las semifinales contra Alemania, los números de Fred con Brasil son de 32 partidos y 15 goles.

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Sobre el autor
Héctor Sierra
Licenciado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos. Antes en TVE y en El Mundo. Siempre en Vavel y en RadioVavel. Intentando mejorar poquito a poco.