Una pieza básica de su esquema es la que pierde, al menos momentáneamente, ‘Pachorra’. Ángel Di María se lesionó en el pasado duelo de cuartos de final contra Bélgica al intentar un disparo que se estrelló finalmente en el defensor belga Kompany. Consecuencia: lesión muscular de grado I en el recto anterior del cuádriceps derecho. Acto seguido empezaron a saltar los rumores sobre el tiempo de duración de dicha lesión, haciendo saltar todas las alarmas en el seno de la selección argentina y la hinchada de la albiceleste. "Di María se pierde el resto de Mundial", aseguraba la mayoría.

No obstante, y para sorpresa de muchos y alivio de otros tantos, el jefe de los servicios médicos de Argentina, Daniel Martínez, compareció en rueda de prensa para tratar de calmar los ánimos y tranquilizar a los aficionados de la Albiceleste: "Le hicimos una resonancia y una ecografía la noche del partido y 24 horas después. Tiene una lesión muscular de las más leves. Trabajaremos para que se pueda recuperar lo antes posible. No estará para el partido contra Holanda pero luego se evaluará día a día. Un día en una lesión es un montón. Trataremos de sacarlo adelante para que pueda disputar el último partido de la selección en el Mundial", sentenció.

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Tras estas declaraciones, y asegurada su baja en las semifinales de este miércoles 9 de julio contra la selección holandesa de Louis Van Gaal, en el país y el propio grupo se deja entrever un atisbo de luz esperanzadora que sugiere que, en caso de que los argentinos superen a los holandeses y lleguen a la gran final, el ‘Fideo’ pueda estar, con cierto riesgo de por medio, en dicha cita histórica a la cual los sudamericanos no llegan desde el Mundial de Italia de 1990, en el cual fueron subcampeones, al ser derrotados precisamente por Alemania (1-0), con un solitario gol de Andreas Brehme desde el punto de penalti, en el 86’ de partido.

Alejandro Sabella tiene, sin embargo, un duro escollo que solventar para confeccionar un ataque lo más competitivo posible, aunque no es esa la cuestión, sino que lo tendrá que buscar el técnico argentino es la manera de que se note lo menos posible ausencia de Di María, un jugador casi a la altura de Leo Messi en cuanto a influencia y desequilibrio en la selección argentina.

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Todo apunta a que el lugar de Di María lo cubrirán Ezequiel Lavezzi o Enzo Pérez, mientras que Sergio Agüero podría volver al once inicial tras recuperarse antes de lo esperado de una rotura fibrilar de grado I que se hizo en el encuentro contra Nigeria y que hacía presagiar lo peor: su abandono de la cita mundialista. Esa es la buena noticia para Sabella, que puede reconfortar al preparador bonaerense en parte, ya que es una pieza por otra, aunque sigue sin suplir todo lo que aporta el ‘Fideo’ sobre la cancha. Por tanto, el ataque podría quedar de la siguiente forma Enzo Pérez/Lavezzi, Messi, Higuaín y Agüero.

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Di María deja un vacío en el once y en el equipo que se podría calificar de insustituible, pues no hay ningún jugador de sus características entre los convocados, ni tampoco con su importancia. Ángel es capaz de lo mejor, es un líder por el empuje y la forma que tiene de contagiar a sus compañeros en el césped a la hora de atacar, y por su movilidad por todo el centro del campo y el ataque, lo que es un soplo de aire fresco para Mascherano y Biglia, presumiblemente titular contra los holandeses. Pero hay otro jugador clave para el que también es de importancia capital la presencia o ausencia en este caso del ‘Fideo’, y ese no es otro que Lionel Messi. Ambos rosarinos de nacimiento, se complementan a la perfección. Leo tiene en Ángel el socio ideal con el que asociarse y el que le ayuda en la labor ofensiva de comandar a la albiceleste, sin Ángel, Messi es menos Messi, pues la presión absoluta recae sobre él, casi de manera inconsciente.

El centrocampista del Real Madrid ofrece numerosas variantes y además de ser un puñal en el ataque sudamericano, tanto por la derecha como por la izquierda, es determinante en la presión al rival, y también suele ayudar en labores más defensivas, para no dejar a su lateral completamente solo ante el atacante de la selección oponente.

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En este caso, y con la vuelta del 'Kun', Sabella tiene varias alternativas, como se ha comentado; una es meter a Ezequiel Lavezzi en su lugar, el que quizá es el futbolista que más se asemeja a las características de Di Maria. Es rápido, desequilibrante, eléctrico, ayuda en la presión y también en el despliegue defensivo, como bien demostró ante Bélgica. Si Alejandro Sabella se decidiera por Lavezzi, el equipo quedaría en su zona más avanzada de la siguiente forma: Lavezzi, Agüero, Messi e Higuaín.

Si por el contrario, el técnico bonaerense se decide por Enzo Pérez, el que parece su recambio más natural y por el que ya se decidió cuando Ángel Di María tuvo que abandonar el campo debido a su lesión contra Bélgica, el equipo tendría probablemente menos verticalidad con el jugador del Benfica, quien también puede actuar en la mediapunta, pero conservaría la gran personalidad, garra y coraje que definen a Enzo, así como su gran esfuerzo asimismo en defensa, en la que es todo un pulmón gracias a su potente físico. Tiene la confianza absoluta de Alejandro Sabella, con el que ya despuntó en el equipo argentino Estudiantes de La Plata. Además de estas cualidades, el centrocampista de la albiceleste no se achanta a la hora de encarar a los defensores rivales, y daría un plus en la presión asimismo. Destaca por sus cualidades técnicas y tácticas.

Enzo Pérez es versátil y eso le da grandes opciones de jugar este miércoles contra Holanda. De hecho, en la rueda de prensa concedida por el entrenador de la selección argentina este martes por la noche, éste último confesó: "Es bastante probable que juegue el equipo con Enzo, como cuando salió Fideo, él fue la primera respuesta". De elegir finalmente al jugador del Benfica portugués, Alejandro Sabella tendría un ataque perfilado de este modo: Enzo Pérez, Lavezzi o ‘Kun’ Agüero, Messi e Higuaín.

Foto: AP.

Lo innegable es que Di María ha dejado un gran vacío en el combinado argentino, pero sus compañeros desean que se note lo menos posible, neutralizar así su baja y poder tenerlo con ellos en la hipotética final del Campeonato del Mundo de Brasil 2014 en la que se enfrentarían a Alemania, en la reedición del Mundial de Italia 1990, y si no fuera posible, se batirán en la final de consolación contra Brasil, por el tercer y cuarto puesto. Sabella tiene una papeleta complicada de resolver, y aún no se sabe con seguridad cuál será su apuesta en el once titular para derrotar a la poderosa Holanda. Sólo queda que eche a rodar el balón en el estadio Arena Corinthians. Alemania ya espera en la final del Mundial tras masacrar a Brasil, el anfitrión, por un abultado y sorprendente resultado de 1-7 favorable a los germanos.

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Sobre el autor
Inmaculada Martinez Lopez
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