Argentina vuelve a una final mundialista 24 años después y lo hace con Alejandro Sabella al mando. El técnico ya forma parte de la historia de la albiceleste por haber roto el maleficio de cuartos y haber devuelto la alegría a la hinchada argentina. El domingo, Alemania y Argentina reeditarán las finales de 1986 y 1990, que se repartieron una para cada selección.

Terminado el encuentro ante Holanda, Sabella se mostró alegre pero cauto con lo que espera a Argentina en la final y afirmó: "Daremos todo. Con humildad y trabajo, daremos el cien por ciento para ver si ganamos".

Sobre lo que dio de sí el partido de semifinales, Sabella señaló que fue "un partido difícil y cerrado" que, en la segunda parte de la prórroga, podían "haber ganado". "Así son los partidos del Mundial", declaró el técnico argentino.

Por último y pensando en el rival que tendrán enfrente en la final de Maracaná, Sabella dijo: "Jugaremos contra un rival que está descansado y nosotros con suplementario. Vamos a ver qué podemos hacer".