El guardameta argentino Sergio Romero dio el pase a la final a su selección atajando dos de los cuatro penaltis que le lanzaron los holandeses. De esta forma, Argentina vuelve a una final mundialista 24 años después.

El portero del Mónaco francés, que está cuajando un gran Mundial, quiso dedicar el triunfo a toda la hinchada argentina que tanto aliento está aportando a la albiceleste en Brasil: “Es para disfrutarlo. Va por toda la gente que vino y calentó las canchas. Que los hinchas disfruten del momento que nosotros lo disfrutaremos esta noche y mañana ya pensaremos en Alemania". Romero también se acordó de su familia: "Se lo dedico a mis padres que están en el sur de Argentina y no pudieron venir”.

Sergio afirmó que la esperanza de hacerse con el torneo "está intacta desde el día uno" y alabó a sus compañeros, de los que dijo que "no regalan nada y se matan en el campo”.

Respecto a la tanda de penaltis en la que se erigió como héroe, el guardamenta comentó: “Las tandas de penaltis son cuestión de suerte, esa es la realidad. Aunque tenía confianza y salió bien”.