La historia se repite. 24 años después, Argentina y Alemania se vuelven a ver las caras en la final de un Mundial. En Italia 1990, estas dos selecciones se cruzaron en el último partido del campeonato, y en esta ocasión, el triunfador fue el combinado teutón, que se impuso por 1-0 con un gol de Brehme desde los 11 metros a falta de cuatro minutos para la conclusión del partido.

El Mundial de Brasil 2014 guarda ciertas similitudes con el campeonato disputado hace 24 años en tierras transalpinas. Las dos selecciones se habían enfrentado cuatro años antes en la final de México 1986, y el vencedor fue el combinado sudamericano, por lo que Alemania anhelaba vengarse de la selección argentina y conquistar su tercer Mundial.

En la primera fase del torneo, los alemanes no tuvieron problemas para terminar como primera de su grupo, mientras que Argentina pasó como mejor tercera y dejó muchas dudas sobre su juego. En octavos de final, las dos selecciones intercambiaron sus rivales de las semifinales de Brasil 2014. Alemania se midió a los Países Bajos, venciendo por 2-1, mientras que Argentina se impuso a Brasil por 1-0.

Argentina comenzó en cuartos de final su idilio con los penaltis. La albiceleste superó a Yugoslavia desde los 11 metros (3-2) tras finalizar el partido con 0-0 en el marcador. Por su parte, Alemania venció 1-0 a Checoslovaquia con un tanto de penalti. En semifinales, las dos selecciones tuvieron que llegar a los lanzamientos desde los 11 metros para conseguir el pase a la final del campeonato. Alemania e Inglaterra empataron 1-1, y en los penaltis, los germanos se impusieron por 4-3. El partido entre Italia y Argentina tuvo el mismo resultado que el de los alemanes, tanto en el partido como en la tanda de penaltis.

Así, las dos selecciones llegaron a la final de forma similar a la de la presente edición del Mundial. Alemania había desplegado un mejor juego durante todo el torneo que su rival, que al igual que en 2014, dejaba dudas sobre su fútbol y había conseguido el billete para la final tras una tanda de penaltis en la que su portero, Sergio Goycoechea en 1990 y Sergio Romero este año, había detenido dos lanzamientos desde los 11 metros.

Franz Beckenbauer, seleccionador de Alemania, y Carlos Bilardo, el entrenador de la selección argentina, apostaron por estos equipos para comenzar la final.

Desde el primer minuto, el guión del partido fue el que se espera para la final de Brasil 2014: Alemania controlando totalmente el partido y Argentina bien plantada defensivamente, sin conceder un espacio a los jugadores europeos.

El domino de Alemania quedó patente desde el pitido inicial, y antes del minuto 3, los europeos ya habían disfrutado de una clara ocasión de gol. Los minutos transcurrían y Argentina no se acercaba al área defendida por Bodo Illgner, mientras que los alemanes se acercaban continuamente a las inmediaciones del área de Goycochea.

La primera parte terminó de la misma forma que comenzó: con Alemania llegando con peligro al área argentina y con los sudamericanos acercándose únicamente a base de acciones a balón parado. Pese a los acercamientos alemanes, prácticamente en ninguna ocasión pusieron en aprietos a Goycochea.

Tras el paso por los vestuarios, Alemania se volcó aún más sobre la portería argentina. En el minuto 65, una dura entrada de Pedro Monzón sobre Jürgen Klinsmann fue sancionado por el colegiado con tarjeta roja, dejando al combinado sudamericano con un hombre menos sobre el terreno de juego. Este acontecimiento no varió un ápice el planteamiento de ambos equipos, y Argentina dio un paso atrás en el aspecto defensivo para reducir los espacios en ataque del equipo alemán. Los teutones enviaban continuamente centros al área, que eran repelidos por la defensa argentina.

La jugada clave del partido se produjo en el minuto 86. Matthäus recoge el balón en el centro del campo y se dirige con rapidez hacia la portería rival. En la zona de la mediapunta, el alemán envió un balón al hueco a Rudi Völler. El delantero germano cayó en el área tras un choque con Roberto Sensini, y el árbitro mexicano designó la pena máxima. Andreas Brehme se encargó de transformar el penalti, dando la victoria y el título a Alemania.

24 años despúes, la historia puede repetirse. Alemania llega como favorita gracias a su fútbol de toque, mientras que Argentina se agarrará a las acciones individuales y a la solidez defensiva para intentar proclamarse campeona del Mundo. Las similitudes con Italia 1990 son varias. ¿Se repetirá el mismo guion? El próximo domingo se despejará la incógnita.