Javier Alejandro Mascherano nació el 8 de junio de 1984, hace ya 30 años, en San Lorenzo, Santa Fe, localidad de la que también son naturales, casualmente, otros baluartes de la selección argentina como Jorge Valdano, Gabriel Batistuta y Marcelo Bielsa. Internacional con Argentina en 104 ocasiones desde que debutara contra Uruguay aquel lejano 16 de julio de 2003, aunque este domingo 13 de julio alcanzará la vez 105 contra Alemania en la final del Mundial. Ya sólo tiene por delante a estandartes como Diego Pablo Simeone (106), Ayala (115) y Zanetti (145), y todo hace indicar que Argentina tiene ‘Jefecito’ para rato.

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Sus inicios en Argentina y Brasil

‘Masche’ inició su largo recorrido como futbolista en dos clubes de su localidad natal, Cerámica San Lorenzo y Barrio Vila. Jorge Solari, exfutbolista argentino que jugó, entre otros clubes, en Newell’s Old Boys, River Plate y Estudiantes de La Plata, echó el ojo al potencial que ya mostraba Javier por aquel entonces y lo recomendó a un Club de Rosario llamado Renato Cesarini, una ‘Escuela de Fútbol’ donde el centrocampista argentino siguió formándose.

Javier Mascherano tuvo que emigrar a Buenos Aires debido a una gran noticia para él, su incorporación a las filas del histórico Club Atlético River Plate, con el que se proclamó campeón del Torneo Clausura en 2004, a las órdenes del ‘ingeniero’ Manuel Pellegrini. En su estancia en el equipo ‘Millonario’ disputó un total de 50 partidos.

Después de su breve pero intenso paso por River Plate, y de que muchos ojeadores de clubes europeos pusieran su punto de mira en él, Mascherano aceptó finalmente una oferta del Corinthians, equipo del Brasileirao (Primera División de Brasil). En esta nueva etapa, el ‘Jefecito’ tuvo que saborear la amargura de una lesión en el escafoide de su pie izquierdo que le hizo estar apartado de los terrenos de juego por una duración de siete meses, hecho que, como él mismo confesó, le brindó mayor madurez y le sirvió para comprender que iban a haber ocasiones a lo largo de su carrera en las que necesitaría descansar de la gran exigencia a la que están sometidos los jugadores de fútbol. Con el club paulista logró conquistar un campeonato liguero, pero sus diversas controversias con el por aquel entonces técnico del equipo, Emerson Leao, le abocaron a buscar un nuevo destino.

Cruzar el charco, todo un sueño

Por fin llegó el salto a Europa para Mascherano. Fue el West Ham United quien se hizo con sus servicios el 30 de agosto de 2006, aunque su estancia duró tan sólo seis meses por motivos extradeportivos en torno a su traspaso y, obviamente, no resultaron los frutos que Javier buscaba con dicho salto al Viejo Continente. Entonces llegó el Liverpool FC y la historia del centrocampista defensivo de San Lorenzo cambiaría para siempre.

Superadas una serie de cuestiones administrativas con la FIFA y la Premier League, el club de Anfield pudo disponer definitivamente de sus servicios el 24 de febrero de 2007, fecha en la que Mascherano debutó con el equipo inglés, en un encuentro contra el Sheffield United. Desde entonces, el pivote argentino pudo demostrar sus indudables cualidades en la medular del Liverpool, haciendo suyo ese puesto desde un primer momento, ya que Rafa Benítez, entrenador de los ‘Reds’, confió en él y le dio los galones necesarios para que Javier se terminara convirtiendo en el futbolista que es hoy día; un todoterreno.

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Con el equipo de Anfield llegó a disputar una Final de la Liga de Campeones en 2007 contra el AC Milan, sucumbiendo ante los italianos por un resultado de 2-1.

Consagración en el Barcelona

Pero Javier Mascherano estaba hecho de otra pasta, había nacido para triunfar y ganar títulos, y tras tres temporadas siendo el líder del centro del campo de los ‘Reds’ vino la oportunidad de fichar por uno de los clubes más poderosos de Europa y del Mundo, el Fútbol Club Barcelona, y el ‘Jefecito’ no lo dudó ni un segundo. Con lo que no contaba el de San Lorenzo era con que tenía que ubicarse en una nueva posición, la de defensa central, debido a los problemas surgidos en forma de lesiones con Carles Puyol y la enfermedad de Abidal en la temporada 2010-2011. Sin duda, un nuevo desafío para un Mascherano, que no se achanta ante nada ni nadie, es por esta razón que el ‘Jefecito’ se fue adaptando a su nuevo puesto en el equipo blaugrana y consiguió hacerse con todos los elogios del hasta entonces entrenador del conjunto catalán, Pep Guardiola.

Foto: FC Barcelona.

Desde entonces ha desempeñado el papel de central junto a Gerard Piqué en el eje de la defensa, siendo un referente asimismo dentro de un vestuario plagado de estrellas. En las filas del cuadro barcelonista ha incorporado a sus vitrinas una Champions League, dos Ligas BBVA, tres Supercopas de España, una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y un Mundial de clubes de la FIFA.

Selección absoluta de Argentina

El 'Jefecito', que así lo apodaron en homenaje al ‘Jefe’ Astrada (exfutbolista argentino) responde a unas características claramente visibles cuando disputa un partido, y más aún con la selección argentina: capacidad de liderazgo, organizador, motivador, gen ganador, solvencia defensiva, rápido al cruce, efectivo al quite, solidario en las coberturas, etc.

Como jugador de la albiceleste, cabe reseñar que Javier Mascherano ha militado en todas las categorías de la misma, pasando por la sub-15, sub-17, sub-20, sub-23 hasta llegar a debutar con la selección absoluta de Argentina, con 19 años, el 16 de julio de 2003, en un partido amistoso contra Uruguay, que se celebró como consecuencia de la inauguración del Estadio de La Plata y que finalizó con un resultado de empate a dos tantos.

Ha disputado con la camiseta albiazul tres competiciones de la Copa América, en sus ediciones de Perú 2004, Venezuela 2007 y Argentina 2011, en las que el cuadro argentino fracasó estrepitosamente, sobre todo en la última, curiosamente llevada a cabo en el ‘país del Tango’.

En cuanto a sus participaciones con Argentina en los Juegos Olímpicos, Mascherano jugó los JJOO de Atenas, en 2004 y los JJOO de Pekín, en 2008, consiguiendo alzarse en ambas ocasiones con la medalla de oro.

El pivote de la selección argentina ha participado de forma total en tres Mundiales (Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014), aunque cabe destacar que participó como sparring de la absoluta en el Mundial de 2002 de Corea y Japón. La amargura de la derrota se cernió, como desde hacía 24 años, sobre el combinado sudamericano, en 2006, donde fue eliminada en los penaltis, y en 2010 por un abultado 4-0, ambas derrotas cayeron a manos de la selección de Alemania. Este Mundial de Brasil 2014 ha sido diferente para la abiceleste, que se cita con la historia nuevamente al llegar a la final del Campeonato del Mundo contra Alemania, precisamente, reeditando las finales de México 86 e Italia 90.

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Este último Mundial de Brasil, con el que se cierra la participación de la selección nacional Argentina y por tanto el ciclo, que comenzó hace casi un mes en el estadio de Maracaná, ha sido, sin duda, el Campeonato del Mundo de Javier Mascherano. Capitán con brazalete desde que Diego Armando Maradona le concedió tal honor en 2008 y hasta la llegada del actual técnico, Alejandro Sabella, en 2011, que le cedió el brazalete a Lionel Messi. Después de eso también ha sido capitán, pero no con el brazalete, sino mostrando sus valores y su capacidad de liderazgo al frente de un grupo que sabe muy bien lo que representa Javier para Argentina, así como lo reconoce todo el país sudamericano.

El gran capitán del barco albiceleste en Brasil

Por algo le apodan el ‘Jefecito’, ya que se hace notar en cada centímetro del césped, ya sea para darle una charla a algún compañero, para motivar al plantel en el vestuario, para dar la cara ante la prensa, o para ‘partírsela’ por sus compañeros y la camiseta de Argentina dentro del campo. Son muchos los motivos por los cuales es el alma de la albiceleste desde hace muchos años, pero más aún en esta Copa del Mundo de Brasil, donde se ha hecho notar más si cabe. Aunque su juego no es de los que hace más ruido, no es de lo más vistoso dentro de un conjunto, lo cierto es que el equilibrio y la solidez que le otorga Javier Mascherano a la medular de Argentina se aprecia muy fácilmente, además demuestra tal capacidad de liderazgo que, incluso, organiza las posiciones de sus compañeros sobre el terreno de juego, lo ve todo y es, sin duda alguna, la prolongación del entrenador, en este caso Alejandro Sabella, sobre el campo, llegando a cualquier resquicio del verde al que no llegan sus compañeros. Ya neutralizó, en gran medida, el poderío ofensivo de Holanda, siendo la sombra de Arjen Robben, al que nubló, e incluso le sacó un gol en el último instante del partido, estirando una pierna que, a la postre, fue milagrosa para los intereses de la albiceleste.

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Su jerarquía es tal que el que dio las charlas en el descanso de la prórroga contra Suiza o antes de la tanda de penaltis contra Holanda fue el propio jugador del FC Barcelona. Pero no sólo es un titán sobre el campo, sino que fuera de él sus compañeros le ven como todo un referente, y no son capaces de rechistar a sus consejos, porque saben que el verdadero ‘Jefe’ de Argentina es ‘Masche’. No obstante, su capacidad para motivar no queda ahí, pues en el momento más trascendental de la reciente historia de la albiceleste se acercó a Sergio Romero para decirle antes de la tanda de penaltis contra Holanda: "Hoy te convertís en héroe". Lo que no sabe el ‘Jefecito’ es que el gran héroe y el que personifica la lucha, la garra, el coraje, la solidaridad, el esfuerzo, la humildad y el liderazgo es él mismo. Está nominado para el Balón de Oro del Mundial de Brasil, junto a sus compañeros de equipo Di María y Messi, y está siendo, de largo, el mejor en su posición dentro del campo, llevándose gran parte de los méritos por el papel de la abiceleste en el Mundial, en el que ya están en la gran final. Javier Mascherano tiene hambre de Mundial, y esta noche en el estadio de Maracaná buscará comandar a la selección argentina y ser un muro atrás para neutralizar el poderoso ataque de los alemanes.

Lo cierto es que 'Masche' nunca ha estado en un segundo plano en el seno de la selección argentina por no llevar el brazalete de capitán, que además puede deberse, probablemente, entre otros aspectos, a cuestiones de marketing. Javier siempre ha estado en un primer plano, como así también lo considera Diego Armando Maradona, símbolo y referente de toda una Argentina, quien dijo que "Argentina eran Mascherano y diez más". Hoy, en Maracaná, Mascherano y la albiceleste tienen una cita con la historia; Alemania ya espera. Ilusión y humildad contra la máquina perfecta alemana.

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Tan humilde es el gran 'Jefe' de Argentina, que tras sus excelentes actuaciones en el Mundial de Brasil 2014, sólo apuntó al Diario Olé: "Yo no soy Rambo ni San Martín ni nada. No me adjudico nada de lo que se dice. Lo tomo con humor, pero me avergüenza. Y no es falsa modestia, porque la falsa modestia es peor que la soberbia".