La expedición germana ha tomado tierra en la mañana de hoy, martes, en Berlín. A bordo de un avión bautizado como Victoria Voladora, la selección campeona del mundo llegaba a su país. en torno a las nueve de la mañana. Phillip Lahm fue el primero en salir del avión, con la Copa Jules Rimet en brazos, seguido por Joachim Löw y el resto de futbolistas, técnicos y asistentes.

En la propia pista les esperaba un camión que remolcaba un enorme contenedor que funcionaba como autobús descapotable. Una vez dentro del vehiculo, los campeones del mundo hicieron una ruta por la ciudad de Berlín, en la que fueron coreados y aclamados por la afición germana.

Pero el grueso de la hinchada esperaba a los futbolistas en la Puerta de Brandeburgo, alrededor de un escenario habilitado para la celebración del cuarto título mundial de Alemania. Cientos de miles de personas se agolparon en la llamada Milla del aficionado, en donde se suelen celebrar los éxitos deportivos de la Mannchaft. Con una enorme alegría en el ambiente, bailes, cánticos y coreografías, saltaron los jugadores al escenario, en el que se dejaron llevar junto a su gente por la enorme euforia que ha supuesto la cuarta estrella.