La vida es una sucesión de etapas que dictaminan un crecimiento. Se pasa de la niñez a la adolescencia, luego, de la juventud se camina hacia la adultez, la etapa donde la madurez alcanza su punto máximo y el individuo se desarrolla por completo. En el fútbol se produce una secuencia similar. Las divisiones inferiores, campeonatos sub-17 o sub-20 y, en muchas ocasiones, las ligas locales, son el paso previo hacia una madurez futbolística que encuentra su clímax en los torneos más exigentes y en los escenarios más importantes del fútbol mundial.

Ese fue el caso de James David Rodríguez Rubio. La Copa del Mundo de Brasil 2014 ha sido la plataforma final en la carrera de un joven colombiano que siempre destacó por sus condiciones extraordinarias. Atrás quedaron ya las Copas del Mundo Sub-17 y Sub-20. Su paso por el Envigado de Colombia y Banfield de Argentina se transformaron en una carrera fructífera en el Porto y en una estadía en Mónaco con una cotización y coqueteo constante con los mejores clubes del mundo. Brasil fue el lugar donde James maduró y se conviritó en una estrella mundial de la actualidad.

Certificación a ritmo de samba

James Rodríguez llegó a la Copa del Mundo como la gran esperanza de Colombia. Sus increíbles actuaciones como seleccionado Sub-17 y Sub-20, más su tremendo desarrollo en el Porto, lo acreditaban como el crack a seguir en una selección joven que promete muchas alegrías a su afición. Sin embargo, su paso por el Mónaco, donde no ha logrado mostrar más de lo reflejado en el Porto, ponía un poco de sombra a la luz de su esperanza.

Pero llegó el mundial y James brilló desde el primer minuto

Pero llegó el mundial y James brilló desde el primer minuto. Portando el dorsal "10" en su camiseta y emulando a uno de los más grandes jugadores colombianos, "El Pibe" Valderrama, James cargó con el peso ofensivo de su equipo sobre sus hombros y marcó diferencia desde el primer partido. Ante Grecia, en Belo Horizonte, regaló pinceladas de buen fútbol y definió el tercer gol en la victoria de 3-0 de Colombia en su debut mundialista. James impresionó y movió a la perfección los hilos de la sinfónica ofensiva cafetera.

James selló el 3-0 ante Grecia en el debut mundialista cafetero. // (Foto de libero.pe)

James tuvo una de sus actuaciones mundialistas más sublimes con asistencias, buen fútbol, una zurda impecable y un golazo de primer nivel para cerrar el marcador

Pasado Grecia, llegaba el momento de firmar una clasificación histórica a Octavos de Final ante un duro equipo de Costa de Marfil. James no tuvo temor ante nombres como Yayá Touré, Kolo Touré o Didier Drogba y abrió el marcador, puso en aprietos a la zaga africana y marcó otra gran actuación como el nexo creativo colombiano. Los cafeteros vencerían 2-1 a los elefantes y confirmaban su boleto a Octavos de Final y estaban a un paso de hacerlo como líderes de grupo.

Sin embargo, James daría el salto de calidad definitivo en el último duelo de la fase de grupos ante Japón. Colombia aniquiló a los niponeses con un contundente 1-4 donde James tuvo una de sus actuaciones mundialistas más sublimes con asistencias, buen fútbol, una zurda impecable y un golazo de primer nivel para cerrar el marcador. La acción individual, definida con completa frialdad y toque sutil sobre la salida del arquero, dejó uno de los mejores goles del mundial y la sensación de que James podía a guia a Colombia a un paso mayor en el torneo.

Gol de James Rodríguez ante Japón. // (Foto de daylimail.uk.co)

La volea que lo cambió todo

Llegaban los octavos de final y, como parte del cóctel de sorpresas que nos dejo Brasil 2014, Colombia se medía al segundo lugar del Grupo D, Uruguay. Costa Rica, la matagigantes de esta edición, se hizo con el primer lugar del "Grupo de la Muerte" y condenó a sudamérica a ver cómo dos de sus combinados se medían las caras en la ronda de octavos.

Una magistral volea desde fuera de área se coló por el ángulo superior derecho de Muslera para el 1-0

Frente a James se encontraba una línea defensiva férrea y un mediocampo combativo. Arévalo Ríos, Gárgano, Godín, Giménez, Lugano y toda la plantilla charrúa se alistaba para ponerle las cosas difíciles a James. Sin embargo, la madurez llegó y el chico, ahora convertido en todo un crack, no dudo en asimilarla. Una magistral volea desde fuera de área se coló por el ángulo superior derecho de Muslera para el 1-0. Luego, una gran jugada de Cuadrado era cerrada por James, como todo un "9", para poner las cifras finales de 2-0. Doblete, golazo para la historia y pinceladas de buen fútbol. No cabía duda, James había madurado.

El primer gol de James está enmarcado como una de las joyas más preciosas que el mundial nos ha dejado. Control orientado, ejecución perfecta, zurdazo potente, colocación de calidad quirúrgica y todo el corazón de un chico que se convirtió en adulto y guió a su selección a una instancia desconocida: Cuartos de Final. La esperanza nacía en la tierra de la cumbia y el ballenato. Se valía soñar con una semifinal y, porqué no, con una copa en sus vitrinas. James Rodríguez era "El Fabricante de Sueños" de toda Colombia.

Las lágrimas de un campeón

Colombia bailaba hacia Cuartos de Final a ritmo de James. Sin embargo, frente a ellos, se paraba un equipo con más historia, afición y localía que buen fútbol: Brasil. Apelando al empuje de su gente, a cantar el himno con corazón y a medir a sus rivales en base a su pasado glorioso, Brasil llegaba a enfrentar a una favorita Colombia que podía romper la historia y escribir la suya propia. Era el duelo de la mejor escuadra sudamericana contra la historia viva del continente mismo. Era el duelo de James Rodríguez contra Neymar.

Colombia se hundía, pero, James salió al rescate para intentar lograr la igualada

Pero, a veces, la historia crea fantasmas que espantan los sueños. Le sucedió a Chile en penales. Le sucedería a Colombia en 90 minutos. Brasil arrancó el partido ganando con un gol de Thiago Silva y, luego, vendría el misilazo de David Luiz para poner el 2-0. Colombia se hundía, pero, James salió al rescate para intentar lograr la igualada. Inventó una jugada colectiva que terminó en penal sobre Adrián Ramos y el mismo James cobró la pena máxima para el 2-1 y la esperanza cafetera. El joven talento colombiano puso todo su esfuerzo por romper a una ordenada defensa brasileña pero fue imposible. Brasil destrozaba los sueños de James y de toda Colombia.

Tras el pitazo final, las cámaras captaron las lágrimas de James que se derramaban sin consolación. Por más que lo intentó, por mucho que se esforzó y a pesar de todo el derroche de entrega que reflejó, no pudo ser el salvador de su equipo. Sin embargo, toda Colombia agradeció su trabajo. La eliminación no borraría sus goles, no nublaría sus logros y no escondería su realidad: James Rodríguez ha madurado hasta convertirse en el nuevo conductor de la que puede llegar a ser la mejor generación del balonpié colombiano.

David Luiz y Daniel Alves consuelan a James Rodríguez tras el partido. // (Foto de futbolizados.com)

El mundial se acababa para James pero su estampa se mantuvo. Müller, el romperredes alemán, no pudo alcanzarlo y el colombiano terminó como Máximo Goleador de la Copa del Mundo Brasil 2014 con 6 anotaciones. En tan solo 5 partidos, James marcó más goles que en sus pasados 22 encuentros con la camiseta de su selección. Su figura se perfila como el gran descubrimiento cafetero en muchos años. Colombia puede hoy decirle adiós a su nostalgia del pasado por Asprilla, Rincón, Valencia o Valderrama. James lidera a Cuadrado, Zúñiga, Ramos, Jackson Martínez, Bacca y toda una constelación ofensiva de primer nivel. Su madurez se ha completado.

Apuntes a futuro

Tras el mundial, muchos clubes han mostrado interés por hacerse con los servicios de James Rodríguez. Su continuidad con el Mónaco está en entredicho, no por el jugador mismo, sino por el potencial que ha alcanzado tras el mundial. James parece estar preparado para dar el paso adelante en su carrera. En cuanto a su selección, James parece tener afirmado su dorsal "10" y su convocatoria parece ser de carácter inamovible.

James Rodríguez ha crecido

Por ahora, con una UEFA Europa League, con el Porto, en su palmarés, quedará pendiente ver si su calidad alcanza para lograr una UEFA Champions League. De igual forma, Rusia 2018 podría ser la confirmación de Colombia como un equipo competitivo y capaz de lograr grandes objetivos, aunque, primero, tendrá una Copa América frente a él, en la que Colombia llegará como amplio favorito y donde podría regalarle la primera gran alegría a todo un país que siempre ha quedado un paso atrás en las máximas competiciones.

Colombia baila al ritmo que James impone con su fútbol. // (Foto de peru.com)

Las esperanzas de toda una nación quedan en los hombros de un chico de 23 años que ha dado el salto hacia la madurez. El futuro colombiano queda en manos de James, quien ha demostrado en Brasil 2014 que puede manejar el camino a seguir del fútbol cafetero. Sus goles, su fútbol, su liderazgo y la forma en cómo no se esconde en momentos díficles han sido su legado tras este mundial. James Rodríguez ha crecido y está listo para un futuro glorioso.

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Sobre el autor
Jonathan Josué Laguán
Salvadoreño. Comunicación Social. Productor Radiofónico y Escritor Freelance. Coordinador Adjunto en Alemania VAVEL. Fútbol es Pasión y Vida. Dios es Todo.