El gol es cosa de Jonathan Soriano, deben pensar en Salzburgo, donde el catalán aporta su granito de arena a la causa del campeón austriaco con el ingrediente más importante del fútbol. Un nuevo gol del delantero español le permitió a su equipo sumar los tres puntos en juego en la segunda jornada del grupo D de la Europa League ante el Astra rumano, después de haber visto como los locales se ponían por delante.

Llegaba el equipo de Adi Hütter a Rumanía después de sumar un importante triunfo en la Bundesliga austriaca contra el Rapid de Viena por 1-2, y lo hacía lleno de moral contra un equipo que había sufrido su peor derrota en competición europea en la jornada inaugural de la fase de grupo. Los rumanos, dolidos por el resultado, salieron desde el primer minuto a por los tres puntos, sin contemplaciones.

Un primer cuarto de hora eléctrico, en el que primero avisó Júnior Morais de sus intenciones al meta húngaro Gulácsi en el minuto nueve y, posteriormente, el japonés Seto adelantó al equipo de Giurgiu aprovechando un buen centro de Enache. Sin complejos y sin contemplaciones, los rumanos buscaron sorprender a uno de los grandes animadores de la Europa League en las últimas temporadas.

No tardó mucho tiempo en responder el conjunto de Hütter. Leitgeb avisó con un lanzamiento al palo que hizo temblar la portería defendida por Lung. El que si acertaría con el gol sería el joven centrocampista Kevin Kampl, que pondría el momentáneo empate a uno en el marcador en el minuto 36 de juego.

Seis minutos después, Jonathan Soriano, uno de los máximos goleadores de la competición la temporada pasada, volvía a dejar su sello en una competición fetiche para él. El de Rocafort anotaba su segundo tanto en la Europa League esta temporada, picando el balón por encima de Silviu Lung, para darle la vuelta al marcador y poner en ventaja al campeón de la liga austriaca.

Pudieron ser más goles tras el descanso, pero la falta de puntería visitante impidió aumentar la renta de la que ya disponían. Un remate del central André Ramalho se estrelló en boca de gol en el cuerpo de su compañero Martin Hinteregger y evitó el que podía haber sido el 1-3 en el minuto 57 y la sentencia casi definitiva para el partido.

Aunque el dominio fuera visitante, que disfrutó de más ocasiones para haber finiquitado el partido mucho antes del pitido final, los locales se crecieron, viendo la escasa diferencia en el marcador, y también obligaron a Gulácsi a intervenir para que el magiar mantuviera el resultado que favorecía al Red Bull Salzburgo. Sobre todo, una doble intervención ante Budescu que bien pudo significar un punto para los locales.

Al final, el triunfo cayó del lado visitante, que había sido mejor durante gran parte del partido, y al que su escasa renta complicó en los instantes finales con el empuje del FC Astra Giurgiu. El Red Bull Salzburgo suma cuatro puntos en sus dos partidos y queda empatado en la cabeza del grupo con el Celtic de Glasgow, mientras que el Astra Giurgiu cierra la clasificación sin haber sumado ningún punto en estas dos primeras jornadas.