Los faraones (Egipto) llegaban a tierras tunecinas con las cosas claras, o ganaban con una diferencia de dos o más goles, o se despedían de clasificar a la Copa África. La responsabilidad y la presión eran enormes, ya que, tras ganar tres ediciones seguidas (2006, 2008 y 2010), estaban ante la posibilidad de no clasificar, por tercera vez consecutiva, a una fase final.

Los tunecinos, por su parte, encaraban el partido de forma totalmente opuesta, ya que, tras el empate cosechado en Gaborone en la anterior jornada, ya poseían el pase directo a la fase final del torneo.

Buen comienzo de los faraones

Las cosas, para alivio de los suyos, comenzaban muy bien para los egipcios, quienes, en el minuto dos, estuvieron ya apunto de adelantarse en el luminoso con un disparo de Mohamed Salah a puerta vacía.

Golazo de volea de Salah Tras diez minutos de mucho juego en el centro del campo y de pocas ocasiones, llegaba el momento del partido de mayor alegría para el pueblo egipcio; Mohamed Salah, tras un impresionante pase alto de Soliman, conseguía batir al portero rival con una impresionante volea de primeras con la zurda. Los faraones se venían arriba gracias al golazo de Salah y a estar muy cerca de la ansiada clasificación, mientras que los tunecinos veían herido su orgullo al ir perdiendo en casa ante uno de sus rivales del Magreb.

El resto de la primera parte, fue controlada de forma absoluta por los egipcios, quienes se encomendaron a su buena pareja de centrocampistas (Ghaly y El Neny) y gozaron de la mayor parte de la posesión, eso sí, sin crear más ocasiones claras de gol.

Con el pitazo del árbitro marfileño, ambos equipos emprendían el camino a los vestuarios; los egipcios esperanzados por el buen resultado, mientras que los tunecinos dispuestos a poder reaccionar en la segunda parte y amargarle la fiesta los faraones.

Túnez reacciona

Antes de dar comienzo la segunda parte, George Leekens, entrenador belga de los tunecinos, intentaba hacer reaccionar a su equipo con un cambio en la medular; introducía al técnico Nater por el trabajador Ragued, quien se había visto superado por el centro del campo egipcio durante toda la primera parte. El cambio, totalmente acertado, conseguía que las riendas del partido cambiaran de dueño, llevando las Águilas todo el juego ofensivo y creando muy buenas ocasiones.

Todo cambiaba, para desgracia de los egipcios, en el minuto 52; Hossam Ghaly perdía un balón en la frontal del área que era aprovechado por Chikhaoui, jugador del FC Zurich, para, tras un potentísimo disparo con el empeine, sacudir las mallas y poner el empate en el marcador. Todo Monastir estallaba de júbilo, ya que estaban dejando fuera de la fase final a uno de sus archirrivales; mientras que los faraones recibían un mazazo del que no podrían recuperarse en lo que restaba de partido.

Impresionante acoso y derribo de Túnez Los siguientes veinte minutos del partido fueron un impresionante acoso y derribo de las Águilas, quienes sin embargo no conseguían aprovechar ninguna de las ocasiones para poner tierra de por medio en el marcador. De entre las ocasiones erradas, destacan un increíble disparo cruzado desde la frontal de Khazri; extremo del Burdeos, un remate de Fakhreddine Ben Youssef en el área chica tras un gran centro, y un doble remate de éste a pocos metros de la línea de gol.

Pese a todo ello, los faraones lograban sobreponerse a duras penas y, en parte gracias a dos cambios efectuados por su entrenador Shawky Gharib, conseguían crear algunas ocasiones que les dieran esperanza para la recta final del partido.

Pero Wahbi Khazri, probablemente el mejor jugador del partido, se encargaba de evitarlo; en el minuto 80, conseguía convertir un libre directo tras un formidable golpeo con el interior. En consecuencia, el resto del partido fue un calvario para los jugadores egipcios, que se veían resignados a perderse la tercera Copa África de forma consecutiva.

Senegal - Botsuana

Senegal no tuvo rival El otro partido del grupo se avecinaba algo descafeinado, ya que Senegal había conseguido su clasificación directa en la anterior jornada, mientras que Botsuana, por su parte, estaba ya eliminada.

La posesión y las ocasiones fueron puestas en su práctica totalidad por Senegal, que no quiso defraudar a su público de Dakar. El primer gol, llegaba tras un imparable cabezazo de Kara Mbodj, defensa central del Genk, quien aprovechaba un córner muy buen botado. El segundo de ellos, salía de las botas de Papis Demba Cissé, delantero del Newcastle, quien aprovechaba un centro desde la derecha para realizar un impresionante control y volea y dejar boquiabierto a todo el público. El último gol, ya en el minuto 72, llegaba de nuevo en un saque de esquina; Moussa Sow, delantero del Fenerbahce, se encargaba de mandar el balón al fondo de las mallas y cerrar definitivamente el partido.

Equipo Puntos Jugados Ganados Empatados Perdidos Diferencia
Túnez 14 6 4 2 0 +4
Senegal 13 6 4 1 1 +7
Egipto 6 6 2 0 4 -1
Botsuana 1 6 0 1 5 -10
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