En este grupo D encontramos a dos de las favoritas para alzarse con el título y dos selecciones que su principal objetivo es pasar la fase de grupos, y a partir de ahí, empezar a soñar con algo más grande.

Camerún y Costa de Marfil protagonizaron el pasado mes de noviembre una de las imágenes más bochornosas que se recuerdan en el mundo del fútbol. Aquel amaño donde el empate le valía a ambos para acceder a esta CAN aún se recuerda y ambos conjuntos se vuelven a ver las caras en la fase de grupos. La pregunta es, ¿volverá a ocurrir si a ambos equipos les vale el empate para acceder a cuartos?

La renovada selección de Camerún espera volver a estar entre los mejores

Tras una importante limpieza en la que han desaparecido jugadores como Assou-Ekotto, Itandje, Makoun, Song, Webó o Samuel Eto’o, los Leones Indomables han mostrado una versión bastante mejorada. Acabaron líderes en su grupo clasificatorio por encima de Costa de Marfil y la República Democrática del Congo. Entre sus jugadores destacar a jóvenes talentos como el guardameta del Barcelona B, Ondoa, el jóven Guihoata (Valenciennes) o los atacantes Aboubakar y Choupo-Moting. La juventud de la plantilla puede ser un hándicap debido a la inexperiencia en esta clase de torneos, donde la presión es constante.

Por su parte Costa de Marfil se clasificó en esa última jornada ante Camerún, y Hervé Renard logró el principal objetivo que se le exigió tras la marcha de Lamouchi. El hombre que realizó milagros con Zambia ha sufrido en un grupo complicado. Ya sin el retirado Drogba, pero con muchos pesos pesados como los hermanos Touré y Kalou, Costa de Marfil no ha brillado. Con Kalou, Bony y Gervinho en ataque, un centro del campo con Touré Yaya, Serey Die y Gradel, y Aurier en un lateral, es una selección con un potencial físico y futbolístico tremendo, pero los Elefantes se caracterizan por fracasar en todas aquellas competiciones en las que parten como favoritos. Ésta puede ser la última oportunidad de ver a esta enorme generación de futbolistas levantar por fin un título internacional con su selección.

Guinea ha sido un clásico en las últimas ediciones de la CAN. Faltó en 2010, pero en 2004, 2006 y 2008 siempre llegó a los cuartos de final. El francés Michel Dussuyer en su tercera vez como seleccionador del conjunto guineano ha conseguido meter a sus chicos en la fase final pese a ser una de las dos selecciones afectadas por el Ébola, lo que les ha obligado a jugar fuera de casa, lejos de su gente, con lo que eso significa en términos de ánimo durante los partidos que jugó como local. En términos futbolísticos, Guinea dispone de una generación interesante. En ataque cuentan con gente con mucha velocidad, aunque con falta de gol en algunas ocasiones. Ismael Bangour, Alhassane Bangoura o el joven del Lyon Yattara son varios de los hombres a tener en cuenta. La defensa es el punto débil de esta selección. Kevin Constant es un fijo al lado de Conté, que aportan esa madurez y experiencia que les falta a algunos de sus compañeros.

Mali estuvo al borde del precipicio. Una mala fase de clasificación con derrotas ante Malawi estuvieron a punto de dejar a "las águilas" sin disputar esta CAN. Al final, el equipo de Henryk Kasperczak se ha metió en la fase final sin buenas sensaciones, pero con resultados, que al fin y al cabo es lo que realmente cuenta. Diabaté y Yatabaré meten los goles en un equipo liderado por Seydou Keita, que busca sustituto de garantías en la medular. En defensa, Diawara aún manda, pero le faltan defensas con mayor técnica. Los dos Coulibaly luchan por abrirse paso en un equipo que tiene mucho que mejorar si quiere aspirar a algo en esta CAN. A continuación, pueden acceder a los análisis individuales de cada equipo.

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