Si hablamos de fútbol africano, hablamos de igualdad táctica, técnica y física, pero lo ocurrido en la edición de la CAN en 2008 fue la excepción absoluta. De las 16 selecciones que disputaron el torneo, las ocho más potentes clasificaron para cuartos de final. No hubo ni una sola sorpresa. Inusual en esta clase de torneos internacionales donde siempre suele haber un bombazo que nadie espera.

La sede en un principio iba a ser Sudáfrica, pero tras ser nombrada sede oficial del Mundial en 2010, se realizó una segunda votación en la que Ghana venció a Libia, logrando así organizar el torneo que se disputó entre el 20 de enero y el 10 de febrero de 2008.

La afición ghanesa llenó de color las gradas

Fase de clasificación

Tras una fase de clasificación muy disputada en la que grandes selecciones como Egipto, Senegal o Camerún tuvieron que luchar mucho para conseguir clasificarse, el sorteo de la fase de grupos dejó contento a todos los equipos favoritos. El Grupo D fue el denominado grupo de la muerte, ya que contaba con Túnez, Angola, Senegal y Sudáfrica. Cuatro selecciones para tan solo dos puestos en los cuartos de final.

Grupo A

En este primer grupo, Ghana sufrió más de lo que imaginaba para pasar como primera. El partido inaugural ante Guinea marchaba 1-1 hasta que un gol al final de Muntari dio los tres primeros puntos a una Ghana que también espero al final para batir a Namibia. El último partido, con las Estrellas Negras ya clasificadas, fue algo más tranquilo al vencer 2-0 a Marruecos.

Con un claro dominador, el segundo puesto quedaba abierto. Guinea partía como favorita para ocupar ese lugar y finalmente no lo logró, aunque tuvo que esperar al último encuentro donde aquel punto ante Namibia fue suficiente. Anteriormente, la selección guineana venció a Marruecos por 3-2 en un auténtico partidazo disputado en Accra. Feindouno marcó un doblete y Bangoura hizo el 3-1 minutos después de que Aboucherouane recortara distancias para el conjunto marroquí.

En su segunda participación en una CAN, Namibia se despidió como última de grupo y con solo un punto, pero para ellos participar en un torneo de esta índole fue todo un éxito. Marruecos, por su parte, esperaba más y defraudó quedándose fuera de los cuartos de final. La derrota ante Guinea fue un palo muy duro, tras vencer a Namibia en la primera jornada por 1-5. Un partido que dejó para el recuerdo uno de los hat-trick más rápidos de la historia de la CAN. Alloudi tardó 27 minutos en marcar los tres primeros goles de su equipo antes de retirarse del terreno de juego por lesión.

De esta forma celebró Guinea su victoria ante Marruecos
De esta forma celebró Guinea su victoria ante Marruecos. (Foto: Le Figaro).

Grupo B

El segundo grupo tenía tres favoritos y una cenicienta. La débil Benín se clasificó para ésta Copa África tras dejar fuera a Togo en la última jornada, donde los togoleses cayeron en casa ante Mali por 0-2, mientras que Benin cumplió venciendo por el mismo resultado a Sierra Leona. En su segunda participación, Benín fue incapaz de sumar un punto, aunque a punto estuvieron de dar el campanazo en su primer partido ante Mali. Tan solo un gol de Kanoute les libró de sumar su primer punto en su historia en una Copa África.

Volviendo a las favoritas. Mali, Costa de Marfil y Nigeria tenían como objetivo llegar lejos y una de ellas se iba a quedar en la fase de grupos. Costa de Marfil cumplió con creces ganando su tres partidos: 0-1 a Nigeria, 4-1 a Benin y 3-0 a Mali. Por su part,e Nigeria con la derrota ante los Elefantes y el empate ante Mali, dependía de una victoria ante Benón y una derrota de Mali ante la ya clasificada Costa de Marfil para entrar en cuartos. Finalmente las Super Águilas lograron el objetivo y Mali quedó eliminada tras una última jornada desastrosa.

Grupo C

El tercer grupo de esta CAN tenía como favoritos a Egipto y Camerún, una posible revelación como Zambia y una selección muy débil como Sudán. No hubo ninguna sorpresa y tanto Faraones, como Leones Indomables pasaron de ronda sin sufrir. Los campeones en 2006 vencieron en su primer partido a Camerún por 4-2 dejando claro que llegaban a Ghana a revalidar el título. Después el 3-0 ante Sudán certificó el buen momento de los egipcios, que se permitieron el lujo de empatar en la última jornada ante Zambia.

Camerún, en su particular aventura, venció con autoridad los dos partidos posteriores a la derrota con Egipto. Ocho goles a favor por tan solo uno en contra para acceder a los cuartos de final. Zambia y Sudán se marcharon del torneo a las primeras de cambio, haciendo valer la lógica de los favoritos.

Grupo D

El último grupo fue sin duda el más disputado. Cuatro selecciones con un gran potencial que aspiraban a ganar el título. Tal fue la igualdad, que de seis partidos que se disputaron, cuatro acabaron en empate.

Túnez y Angola aprovecharon sus victorias en la segunda jornada ante Sudáfrica y Senegal, respectivamente, para acceder a los cuartos. Manucho, con tres goles en la primera fase, fue una auténtica pesadilla para las defensas rivales, que no supieron en ningún momento como pararle. La otra clasificada, Túnez, venció a Sudáfrica por 3-1 para después empatar en la última jornada con Angola, lo que clasificaba a ambos. Senegal y Sudáfrica se fueron sin ganar un solo partido y perdiendo uno de ellos. La igualdad de la Copa África en estado puro.

Costa de Marfil aplasta; Egipto y Camerún sufren

Llegaba el momento clave de esta CAN: las eliminatorias. 90 minutos para seguir luchando o para marcharse a casa. Los emparejamientos quedaron de la siguiente manera: Ghana-Nigeria; Costa de Marfil-Guinea; Egipto-Angola; Túnez-Camerún.

El primer partido disputado en cuartos fue el del anfitrión, que venció por 2-1 a una Nigeria que se adelantó en el marcador pero no supo mantener el resultado. Un gol al final de la primera parte de Essien y uno a falta de cinco minutos de Agogo pusieron la puntilla a una selección nigeriana que no mostró todo su potencial.

Costa de Marfil no tuvo piedad de Guinea y con un aplastante 5-0 pasó de ronda sin despeinarse. Un doblete de Kalou, añadido a los goles de Drogba, Keita y Koné, bastaron para mandar a Guinea a casa y todo hacía pensar que por fin Costa de Marfil podría lograr un ansiado título internacional.

Los que sí tuvieron que luchar, y mucho, fueron Egipto y Camerún. Los Faraones llegaban ante la Angola de Manucho sin un plan específico para detener al espigado delantero. Lograron adelantarse en el marcador, pero Manucho empató poco tiempo después. Zaki en el minuto 38 volvía a poner por delante a los suyos definitivamente. Egipto aguantó el arreón de Angola y se metía en semifinales, despertando del sueño a una selección angoleña que mereció más.

El último encuentro de cuartos enfrentaba a Túnez y Camerún. Dos selecciones muy parejas en cuanto a estilo de juego. Los Leones Indomables se adelantaron gracias a un gol de MBia y el veteranísimo Geremi ponía el 0-2 antes de la media hora. Todo hacía presagiar un paseo por parte de Camerún, pero en el fútbol no puedes dar por hecho las cosas antes del final y Túnez a base de trabajo y esfuerzo logró empatar gracias a los goles de Ben Saada en el minuto 34 y de Chikaoui en el 81. En el descuento el fútbol fue cruel con la selección tunecina, pues Camerún se llevó el pase gracias a un nuevo tanto del sevillista Mbia.

Los Faraones domaron a los Elefantes

Las dos semifinales de esta CAN entre Ghana y Camerún; y Costa de Marfil y Egipto tenían como denominador común la incógnita. Era difícil, por no decir imposible, predecir que iba a pasar en ambos encuentros. Cuatro equipos con una calidad exquisita, una táctica muy bien trabajada y un físico al alcance de muy pocos. El balón sería el que dictaría sentencia para los cuatro equipos.

La primera semifinal que enfrentó a Ghana y Camerún fue el claro ejemplo de igualdad. Juego muy físico con ocasiones en ambas porterías, sin un dominador claro. Camerún tuvo las más claras. Emaná, con un disparo desde la fronta,l a punto estuvo de marcar el primero y Geremi con una falta desde 40 metros estrelló el balón en el palo. Todo estaba abierto tras una primera mitad que acabó con 0-0 en el marcador del estadio Ohene Djan. Tras la reanudación, Ghana estiró las líneas y trató de crear más peligro por las bandas.

Camerún regresó a una final seis años después

Annan y Ayew tuvieron oportunidades claras para poner el 1-0, pero sus disparos se marcharon alto. El que no fallaría sería el recién sustituido Nkong, que aprovechó un pase de Song para abrir el marcador y llevar el silencio más absoluto a la afición ghanesa. Tras el gol las Estrellas Negras lo intentaron de todas las formas posibles, pero jugando con más corazón que cabeza. Finalmente, Camerún logró mantener el resultado y se coló en una final de la Copa África después de seis años sin lograrlo. Por su parte, Ghana cerró su participación en casa ,aunque todavía le quedaría por disputar el tercer y cuarto puesto.

Nkong metió a Camerún en la final de la CAN seis años después. (Foto: mcalcio.com).

Si en la primera semifinal la igualdad fue patente, en la segunda ocurrió lo inesperado. Egipto pasó por encima de Costa de Marfil de una manera asombrosa, con un fútbol de muchísima calidad. El resultado lo dice absolutamente todo: 1-4 para los Faraones. El descalabro de Costa de Marfil fue mayúsculo.

Fatih abrió el marcador tras un disparo desde la frontal que rebotó en un defensa costamarfileño. Egipto se adelantó y en la segunda parte aumentó distancia gracias a un gol de Zaki a la salida de un córner. Kader Keita redujo el resultado poco después con un golazo desde fuera del área, pero Zaki de nuevo ponía los dos goles de ventaja, haciendo inutil el intento de remontada de los Elefantes. Aboutrika en el 91 hizo el cuarto definitivo que clasificaba a Egipto para la gran final y dejaba a Costa de Marfil con un nuevo fracaso en el historial de esa gran generación de futbolistas.

Aboutrika, el gran faraón egipcio

El 10 de Febrero de 2008 fue el día de la gran final. Egipto y Camerún. Camerún y Egipto. Dos equipos y un solo ganador. Tocar el cielo o bajar al infierno. Ese era el pensamiento de ambos conjuntos antes de comenzar el partido en el estadio de Accra. No cabía un alfiler en las gradas y todo estaba listo para el comienzo del encuentro.

Los primeros 45 minutos tuvieron a Carlos Kameni como principal protagonista. El meta camerunés fue un muro infranqueable para los egipcios. Camerún por su parte encontró en la banda derecha un filón por el que poner en apuros al equipo egipcio, pero carecieron de acierto a la hora de contactar con Samuel Eto'o, que a pesar de ser su mejor arma en ataque, estuvo muy solo arriba. La lesión de Alexander Song permitió a Egipto tomar la iniciativa y disponer de las mejores ocasiones de la primera parte, alcanzando un dominio que no cesaría hasta el final. Con el resultado inicial ambos equipos se retiraron a tunel de vestuarios. Quedaba toda la segunda parte para dictaminar quién sería el campeón de África.

Al igual que ocurriera al comienzo del encuentro, Camerún salió del vestuario en busca de la portería defendida por Al Hadari, pero según iban pasando los minutos, Egipto volvió a llevar la manija. Solo un inspirado Kameni y los palos evitaban el primer tanto de unos Faraones que conquistaron el terreno del juego ante la pasividad de los Leones Indomables, que intentaron tímidamente la reacción, pero sin éxito. La inercia del partido acabó por precipitar el gol de la victoria para los de Hassan Sehata. Un fallo de entendimiento de la zaga camerunesa y un incomprensible error, unido a la espectacular lucha de Zidan por la posesión del balón, dejó el balón franco para Mohamed Aboutrika que no falló desde dentro del área. La afición estallaba de alegría con el gol de la leyenda egipcia, que dejaba más cerca que nunca el título de campeón.

Aboutrika, la leyenda egipcia en el momento de su gol a Camerún. (Foto: FIFA).

Camerún intentó el empate a la desesperada con balones en largo, pero no llegó a inquietar la portería defendida por Al Hadari. Finalmente, el solitario gol de Aboutrika fue suficiente para derrotar a Camerún, que hasta el momento solo había perdido una final de la Copa de África, también contra Egipto. El combinado egipcio se consagró de manera justificada como hexacampeón de África. Su superioridad técnica y táctica pudo a la potencia y agresividad física de grandes rivales como Costa de Marfil o Camerún. La hegemonía en el fútbol africano de los Faraones duraría una edición más, pero la edición de 2008 en Ghana será recordada como la edición de Aboutrika, la edición de la leyenda egipcia.