El norte de África necesitaba volver a vencer. La Copa África del 2004 tuvo lugar en Túnez, en donde se alzó como campeón el equipo anfitrión, que para nada era el máximo favorito. Camerún, que llegaba como vigente campeón, era el aspirante número uno, junto con las siempre combativas Mali, Nigeria o Marruecos. Una edición que se completó sin grandes problemas, en seis sedes con magníficos estadios situados en la geografía tunecina.

Túnez no falló en su grupo

El conjunto anfitrión, como es construmbre, ocupó su lugar en el Grupo A, emparejado junto a Guinea, una selección que tenía buenos jugadores por aquellos tiempos, con Feindouno a la cabeza; una histórica Ruanda y la RD Congo, que no tuvo su mejor participación. Las Águilas de Cartago, en su primer encuentro, no dieron lugar a dudas. Victoria ante Ruanda, que dio más guerra de la esperada. Ziad Jaziri abrió el marcador, antes de que Elias Ntaganda hiciera el primer gol de Ruanda en una fase final de la Copa África. Ante la sorpresa, apareció Francileudo Santos, brasileño nacionalizado tunecino, para dar los tres primeros puntos a los locales. Idéntico resultado el que obtuvo Guinea, eso sí, remontando el gol inicial de los congoleños. Titi Camara y Feindouno completaron la remontada para la Syli Nationale, sentando las bases de su futura clasificación a cuartos.

Túnez prosiguió con su firme marche, pues volvió a vencer, y goleando, a la RD Congo. Mención especial para Francileudo, que consiguió un doblete para sumar tres goles en los dos primeros encuentros. Ruanda seguía haciendo historia, y en su primera participación, obtenía su primer punto, al empatar ante Guinea en el último minuto. Esto daba opciones a las Avispas incluso de pase a cuartos en la jornada final.

Para ello, Ruanda necesitaba vencer, y esperar la derrota de Guinea ente Túnez. Se cumplió en parte. RD Congo sucumbió ante el conjunto ruandés, con gol de Makasi. Una vez más, tanto histórico, pues eran los tres primeros puntos de Ruanda en una Copa África. Sin embargo, Guinea logró arañar un empate ante las Águilas de Cartago, y lo hizo con algo de épica, pues Camara consiguió la igualada a cinco minutos del final, después de que Achour anotara para los tunecinos. Así, Túnez avanzó como primera de grupo, con mucha seguridad y con magníficas sensaciones; mientras que Guinea apunto estaba de tropezar ante la más que sorprendente Ruanda.

Kanouté lidera a Mali

En el segundo grupo de esta edición del 2004, el B, dos selecciones potencialmente semifinalistas quedaron emparejadas con otras dos mucho más débiles. Burkina Faso estaba en esta fase final, sí, pero no eran los Potros que son ahora, pues el crecimiento de su fútbol se ha producido en estos últimos años. Kenia, nación de fondistas, tampoco era un rival de gran índole para las dos favoritas: Mali y Senegal. Para comenzar, incontestable triunfo de Mali ante Kenia, con un doblete de Frédéric Kanouté, acompañado por el tanto de Mohamed Sissoko, el por entonces jugadores del Valencia y actual futbolista del Levante. Cosas que trae el fútbol.

Después de que Senegal empatara a cero ante Burkina Faso, los Leones de Teranga necesitaban el triunfo en la segunda jornada, algo que encontraron gracias al 3-0 ante Kenia. Las Harambee Stars acumularon seis goles en los dos primeros encuentros, algo que lapidó sus opciones de pase. También quedó eliminada Burkina Faso, pues Mali repitió triunfo (1-3), con un nuevo tanto de Kaounté, además de los de Coulibaly y Diarra, el exjugador del Real Madrid. Con todo absolutamente decidido, solo quedaba por resolverse el primer puesto. Se lo llevó Mali, pues el empate a uno ante Senegal le benefició. En cuanto al choque restante, Kenia se supo rehacer y volvió a casa, al menos, con tres puntos en el zurrón, tras el 3-0 ante los Potros.

Un grupo peleado, pero que quedó resuelto en las dos primeras jornadas. No hubo lugar a sorpresas, aunque las dos cenicientas dieron algo de guerra. Ninguno de los dos eliminados se marchó sin sumar puntos, algo que muestra la igualdad que existe, aunque el nivel entre una selección y otra sea muy amplio.

Goles por doquier

El Grupo C trajo el encuentro más atractivo de toda esta edición. Pero antes, conviene repasar sus participantes. Camerún, vigente campeona, aspiraba a repetir historia. Argelia y Egipto, por su parte, pelearían por continuar en la competición, mientras que Zimbabue, en su primera participación, trataría de dejar una buena imagen. Pues bien, lo hizo, y de qué manera. En su primer encuentro, pudo adelantarse ante Egipto. El gol de Peter Ndlovu será siempre recordado por ser el primero de su país en la Copa África. La lógica se impuso cuando los Faraones remontaron el encuentro para llevárselo por la mínima. Camerún y Argelia, con unas tablas a un tanto, sumaban un buen punto que a la postre sería definitivo.

Mboma hizo un hattrick para clasificar certificar la victoria de Camerún ante Zimbabue

En el duelo norteño de la segunda jornada, Argelia dio un paso de gigante hacia los cuartos de final, pues pudo llevarse los tres puntos gracias a un gol tardío de Achiou. Sin embargo, el choque al que nos referíamos con anterioridad es el que enfrentó a Camerún ante Zimbabue, de la segunda jornada de este Grupo C. De nuevo, Peter Ndlovu adelantó a los suyos. La reacción de los Leones Indomables no se hizo esperar, pues pudieron remontar el encuentro antes del descanso, con dos goles de Mboma y otro de Mbami. Recortarían distancias Los Guerreros, con el tercero de Peter Ndlovu, esta vez desde el punto de penalti. Sin embargo, dos nuevos goles de los mismos protagonistas cameruneses, uno de cada uno, dejó todo resuelto. Para terminar, el tercero de Zimbabue llegó en los compases finales, para poner el definitivo 5-3, un resultado para nada habitual.

En la última jornada, lo único seguro era que Zimbabue estaba eliminada. Pero, el destino le auguraba un papel fundamental, el de ser juez en la clasificación de los otros tres combinados. Egipto necesitaba ganar, eso le clasificaba, sin mirar ningún otro resultado. Pero no pudieron los Faraones, que empataron a cero ante Camerún. Ese marcador clasificó a los Leones Indomables, y de rebote a los Zorros del Desierto, que se permitieron incluso caer derrotados ante Zimbabue, que ganó su primer encuentro en una Copa África. Una combinación algo extraña, pues la derrota clasificó a Argelia; mientras que el empate de Egipto no sirvió para nada. Eso sí, el gol que anotó Argelia, el que fue el 1-2, fue el que de verdad valió el pase a cuartos, pues de no haberlo anotado, la diferencia de goles hubiera clasificado a Egipto.

Marruecos y Nigeria evitan la sorpresa

En el último grupo se impuso la lógica, esa que apuntaba a que Marruecos y Nigeria eran las principales candidatas a llevarse los dos billetes a cuartos. Sin embargo, Sudáfrica lo intentó, y pudo conseguirlo en la última fecha, aunque su mal resultado en la segunda le dejó muy pocas opciones. Benín, el peor conjunto de esta edición, no plantó excesiva batalla a ninguno de los tres, que vencieron con solvencia al combinado de las Ardillas, que también debutaban en esta edición. Marruecos superó a Nigeria en el encuentro inicial de este grupo, mientras que Sudáfrica le hizo dos a Benín. Lo decisivo para los Bafana Bafana llegó en el segundo choque, cuando recibieron cuatro goles de las Super Águilas, con doblete de Peter Odemwingie. Idéntico resultado, el de 4-0, el que consiguieron los Leones del Atlas ante Benín.

Fue en el último encuentro, en el que enfrentó a Marruecos y Sudáfrica, en el que se decidía la clasificación. Sudáfrica necesitaba ganar, y que Nigeria no hiciera lo propio. De hacerlo, los Bafana Bafana debían marcar una buena cantidad de goles. Ni uno, ni otro. Nigeria ganó 2-1 a Benín, y el choque protagonista finalizó con tablas en el marcador. El resultado final: Marruecos primera de grupo y Nigeria segunda. Todo encaminado para los cuartos de final.

La campeona no pasa de cuartos

Con los grupos resueltos, empezaba lo verdaderamente importante. Las eliminatorias directas, con todo en juego. Mali debía enfrentarse a Guinea, en un cara a cara entre dos de los mejores delanteros de esta edición. Túnez y Senegal vivían un duelo en el que el vencedor, llegaría a semifinales con el objetivo cumplido, pero queriendo más. Camerún y Nigeria, en los cuartos más competidos, posiblemente, vivían un duelo que podía ser una final. Y por último el enfrentamiento entre el Magreb, con Marruecos y Argelia frente a frente.

Túnez avanzó hasta semifinales en un serio encuentro ante Senegal

En el comentado duelo de delanteros, el vencedor fue Mali. Como buenos goleadores, ambos marcaron. Feindouno para adelantar a Guinea y Kanouté para empatar al borde del descanso. Los minutos finales serían el asesino silencioso de Guinea, pues cuando se llegaba al descuento, Diarra desataba la locura en las Águilas, que se plantaban en semifinales. Jawhar El Mnari fue el héroe local de Túnez, pues cuando se superó la hora de juego, anotó el único gol del encuentro entre las Águilas de Cartago y Senegal, metiendo así a la anfitriona en semifinales. No se lo podía perder.

Segundo día de cuartos de final, y segundo día de remontadas. Pues Nigeria la completó. Camerún se puso por delante, con el único gol de un joven Eto’o que goleaba en su último año en el Mallorca, antes de saltar hasta el FC Barcelona. Okocha, antes del descanso, y Utaka, después, certificaron el pase de las Super Águilas, el tercer semifinalista de esta edición. Y como hubo remontadas y emoción en dos de los tres cuartos, también lo hubo en el último el Magreb se citó, con Argelia y Marruecos combatiendo frente a frente para ser el segundo país norafricano en la penúltima ronda. Hubo que esperar, mucho, para ver los goles. A cinco minutos del final, Cherrad puso por delante a los Zorros del Desierto, que lo tuvieron en su mano. Pero Marruecos no se dio por vencida, y empató en el descuento, con gol de Chamakh. Los Leones del Atlas llegaron mejor a la prórroga, y evitaron la tanda de penaltis al marcar dos tantos, el primero de Hadji y el segundo de Zairi, cuando Argelia estaba ya volcada.

Marruecos mete miedo

Una semifinal siempre es un encuentro complicado. Difícil es ver a un equipo superar a otro con muchísima claridad. Lo sucedido en Brasil, entre Alemania y los anfitriones, no es muy habitual de ver. En Túnez también se vio, pero no en la selección tunecina, sino en sus vecinos del oeste. Marruecos, en un ejercicio de poderío y superioridad, goleó a Mali en la segunda semifinal. Hadji, Naha y Youssef Mokhtari, con un doblete, hicieron el 4-0 incontestable a las Águilas, que se marcharon del estadio de Sousse sin saber qué había pasado. De esta manera, los Leones del Atlas presentaban una candidatura muy a tener en cuenta para la final, a la vez que cerraban el domino del norte de África en esta edición.

Antes, Túnez había logrado también el pase a la final. Lo hizo con épica, después de que ni locales, ni nigerianos, superaran el empate a un gol en la prórroga. Túnez había conseguido irse hasta el tiempo extra empatando el encuentro en los últimos diez minutos, otro ejercicio de lucha sin descanso hasta el final. En la tanda de penaltis, la presión pudo con Odemwingie, que erró su lanzamiento. Enyeama, que años después tendría momentos de gloria en situaciones así, tampoco pudo hacer lo propio y no impidió el lanzamiento definitivo de Mhedbi. La felicidad explotó en Radès, la anfitriona iba a disputar la final.

Túnez se erige campeona de África y el Magreb

El estadio 7 de noviembre de Radès, con 60.000 gargantas alentando a las Águilas de Cartago, fue el escenario de la final. En juego no solo estaba el cetro africano, sino también el coronarse mejor equipo magrebí del momento. Todas las imágenes estaban centradas en los locales, pues partían como favoritos, a pesar de que Marruecos hubiera goleado en las semifinales. El recuerdo de una cita así no era muy positivo para ellos, pues Túnez había perdido sus dos finales disputadas, en 1965 y 1996. Marruecos no supo estar a la altura, pues en todo momento se impuso la intensidad anfitriona.

Precisamente, en un error algo tonto, Túnez consiguió un saque de esquina, córner que continuó y que finalizó en otro centro, cabeceado por Santos a gol; delantero para nada fuerte por alto. Tras el gol, el esquema del conjunto marroquí no mejoró y su estado de nerviosismo aumentaró. En otras dos ocasiones la selección tunecina estuvo a punto de aumentar la renta, primero en el por medio de Santos y más tarde Chedli tras un centro de Jaziri. Al filo de la media hora de partido, Marruecos entró en juego y Hadji en primera instancia y luego Regragui pudieron lograr el 1-1 que hubiese cambiado la cara al partido. La recompensa llegó pasada la media hora de juego, con un tanto de Mokhtari, su cuarto del campeonato.

Pero los marroquíes fueron, de nuevo, víctimas de su relajación y después del descanso, Jaziri consiguió el definitivo 2-1. Con el marcador en su contra, los jugadores visitantes se emplearon a fondo para lograr el empate y volver a meterse en el partido, pero no lo lograron. Las esperanzas de Marruecos se esfumaron, pues los Leones del Atlas no supieron atacar a una Túnez que se limitó a dejar pasar los minutos hasta el pitido final que hacía historia. Historia que coronaba a las Águilas de Cartago, por primera vez, como reyes de África. En su edición, conseguían celebrar el título en casa. Palabras mayores conseguir un éxito así.

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