Hay quien pudiera decir que estas dos selecciones basan su bandera en recordarse la una a la otra que solo la República Democrática del Congo ha llegado a un Mundial. Esa estrella (dejando de lado los colores), es la diferencia que más resalta a la vista al poder ver las dos enseñas de los países de los que aquí hablo. La República Democrática del Congo (antiguo Zaire) y la República del Congo, vecinas africanas, de un continente que siente el deporte y el sacrificio de una manera particular, son, hoy día, rivales en la Copa Africana de Naciones.

R. Democrática del Congo, fútbol y vida desde el corazón de África

Hablar de Kenia, o de Kinshasa, antigua Leopoldville, es viajar al pasado en busca del mejor combate de la historia, el de Ali contra Foreman, el del “Rumble in the jungle”. En esa África negra del 'Ali bumaye' y de la necesidad de ponerse en el mapa. En ese combate que patrocinó Mobutu, dictador que quería limpiar la imagen zaireña con el deporte y el falso escaparate, triunfó, además del boxeo, el fútbol. Solo unos meses antes, en el Mundial de la RDA de 1974, Zaire llegaba por vez primera (y última vez) a un campeonato mundial. El África negra llegaba para dar lo mejor de sí misma en un campeonato en el que todo el mundo tendría sus ojos puestos.

Su paso por el Mundial de Cruyff y Beckenbauer fue sonado, no solo por la derrota por 9 a 0 ante Yugoslavia, sino por la historia de Mwepu-Ilunga, defensor que evitó el 4-0 ante Brasil, creando un descontrol evidente entre los jugadores, al despejar el balón que se disponía a sacar de falta la zurda de Rivelino. Ese defensa, Mwepu-Ilunga, a quien la historia condenó, vio la muerte de sus familias y la mano criminal de Mobutu en los ojos del genial brasileño, dispuesto a marcar, y no pudo por menos que cargar con las burlas de todo un planeta si eso significaba salvar las vidas que los esperaban en Zaire.

Foto: dynamo.kiev.ua

Además, la historia futbolística de R.D. del Congo no acaba ahí. Ha sido campeón en dos ocasiones de la Copa Africana de Naciones, en 1968 (contra Ghana) y en 1974 (contra Zambia); además de ser campeón en 2009 en la inauguración del Campeonato Africano de Naciones, jugado en Costa de Marfil (contra Ghana, una selección, a priori, muy superior).

Afronta en esta CAN su decimoséptima participación, habiendo caído en Guinea Ecuatorial 2015 en el Grupo B, contra Zambia, Túnez y Cabo Verde. Tiene posibilidades de ser una de las selecciones a dar la sorpresa y clasificarse, si logra sacar puntos contra Zambia o Túnez. Estamos hablando, pues, de una selección con mucho recorrido en el panorama futbolístico y que ha conseguido escribir su nombre en la historia del deporte rey, bien por sus derrotas, su afición o su visceralismo… como por su sentido humano del deporte y de sus protagonistas.

Congo, un joven dispuesto a ser el nuevo referente del África profunda

La R. del Congo (Congo Brazzaville, para muchos, también), en cambio, es un lugar diferente. Desde 1964, en Tokyo, ha participado en los JJOO, con solo dos ausencias, en 1968 (México) y en 1976 (Montreal). Tiene el privilegio de haber ganado la Copa Africana de Naciones en 1972, contra la selección de Malí, en una de sus 6 participaciones.

Este año, la selección de la R. del Congo participará en su séptima Copa África, jugando en el Grupo A, de dificultad para los congoleños, pero que deja una puerta abierta a la esperanza de poder presentarse como una de las favoritas dentro de su grupo. Guinea Ecuatorial, anfitriona, Burkina Faso y Gabón, serán sus compañeras de viaje en esta CAN 2015 que se celebra tras el cambio de sede (en un principio debía celebrarse en Marruecos, que fue expulsada de la competición). Entrenados por Le Roy, expresidente del PSG y el entrenador francés que puso a Ghana en la posición más alta que conseguida hasta la fecha (14ª en el ranking FIFA). Sin duda, avales de sobra para hacer algo bonito con esta selección.

Un hipotético cruce con sus vecinos 'homónimos'

De darse la clasificación de uno de los dos equipos en su grupo, como primero, y en el otro conjunto, darse también, pero como segundo, el enfrentamiento sería inevitable entre dos selecciones que comparte nombre y fronteras. Desde luego, el nivel entre las dos no es el mismo y la experiencia de la selección de la R.D. del Congo es mayor en eventos de este tipo. Sin embargo, tal y como es un derbi, las emociones y la necesidad de ganar al vecino pueden hacer de este posible choque, un partido serio y disputado, entre dos países que quieren escribir su nombre en la historia de la CAN tras años sin poder levantar el máximo trofeo del continente africano.