Emocionante tarde la vivida en el estadio de Mongomo. Mali y Guinea, las cenicientas del Grupo D, se jugaban el pase a cuartos de final. La ganadora del partido pasaba ronda y el juego ha sorprendido gratamente ya que ambos equipos han hecho disfrutar con un fútbol vistoso y trepidante. Dicho esto, hay que decir que los últimos minutos mostraron un miedo atroz a la eliminación y ambos conjuntos, en mayor medida Guinea, han preferido jugarse su clasificación en un sorteo que luchar en el terreno de juego yendo a por todas.
La primera parte, una de las más vistosas de la competición
Guinea comenzó dominando el partido y apostó por tener el balón desde el comienzo, pero las dos primeras ocasiones fueron de Mali que a los cinco minutos ya tenía en su haber dos disparos peligrosos, uno de los cuales no subió al marcador por muy poco y salió rozando el palo tran golpear el balón en un defensa guineano después de un chut de Mali dentro del área rival. Todo el mundo quería sumarse al espectáculo que estaban desplegando los veintidós futbolistas, y así lo hizo el árbitro tunecino del encuentro sancionando a los dos equipos, en apenas cinco minutos, con sendos penaltis. Los penaltis fueron jugadas rápidas, dos disparos lejanos que golpearon en las manos defensas involuntariamente pero que no estaban pegadas al cuerpo. La ejecución de las penas máximas fue dispar.
El primer penalti lo lanzó Constant que marcó el gol a lo Panenka. Keita, por otro lado, lanzó la pena máxima de manera totalmente contraria a la anterior, lo tiró raso, al centro y flojo haciendo que Yatara ,el portero de Mali, consiguiera blocarlo. El combinado de las Águilas no se vino abajo tras el fallo de la pena máxima e intentó lograr el empate antes de la conclusión del primer tiempo, pero tras unos primeros treinta y cinco minutos de gran nivel físico, el cansancio hizo mella en sus jugadores y no lo consiguió.
La segunda mitad fue dominada por Mali que no selló la clasificación en el terreno de juego.
El comienzo del segundo tiempo fue para Mali una ola de aire fresco. El cansancio que acumuló al final del primer tiempo se disipó en el descanso y salió en tromba en la segunda mitad, empatando el partido en el minuto 47. El gol de Maiga, tras un remate de cabeza en el segundo palo, dio alas a las Águilas que acosaron a los guineanos pero no obtuvieron sus frutos. Los Elefantes Nacionales consiguieron parar el partido a base de cambios y el arreón inicial maliense se fue disipando a medida que iba transcurriendo el devenir de la segunda mitad.
Cuanto más se acercaba el final del partido, más se observaba el miedo que había en ambos combinados a encajar un gol y caer eliminado, primaba más el miedo que el afán de triunfo en estos últimos minutos; hubo muchas imprecisiones y jugadas de picaresca para perder tiempo y así se llegó a un final del partido en el que no se pudo celebrar nada.
El sorteo como medio de clasificación
Tras disputarse todos los partidos del grupo, no se ha podido decidir el equipo que finaliza como segundo, puesto que seis de los cinco partidos han concluido en empate. Mañana, día 29 de enero de 2015, se celebrará un sorteo en el hotel Hilton de Malabo, en Guinea Ecuatorial, a las cuatro de la tarde horal local que decidirá el rival de Ghana en cuartos de final. Este sorteo está regulado en el artículo 74 del Reglamento de la Orange Africa Cup of Nations. Habrá dos bolas con los dos nombres de las selecciones y una mano inocente será la encargada de escoger entre una de ellas, siendo la elegida la que avance hasta cuartos de final, en donde se las verá con Ghana.