Oskar Martín Paniagua (Zumárraga, 1984) comenzó su carrera futbolística en el Urola, el equipo de su pueblo, siendo con 40 goles en una temporada el principal artífice de su ascenso a Preferente. Delantero peleón, rápido, buen rematador de cabeza y ambos pies, tras una temporada en el Beasaín de Tercera pudo debutar en Segunda B en 2007 de la mano del Sestao River de Carlos Pouso. Su progresión como futbolista en Las Llanas despertaría el interés de Osasuna para incorporarlo a su filial, pero desde entonces un calvario de diferentes lesiones le impidieron la continuidad necesaria para destacar en Tajonar, obligándole a recorrer la península de lado a lado, desde Guijuelo a Alicante, hasta retornar a Sestao en 2011. Tras dos años más en la Margen Izquierda, ficha, previo paso por Sesiones AFE, por el Ontinyent, club en el que militó la temporada pasada. Con el descenso del club alicantino, el ‘Rifle’ volvió a quedarse sin equipo y a comienzos de 2015 decide emprender su fugaz aventura en el fútbol asiático.

Pregunta. Poco después de hacerse oficial el fichaje de Oskar Martín por el Mitra Kukar de Indonesia, se conoce su retorno a casa. ¿Cuándo se produjo exactamente su regreso?

Respuesta. Hace tres días. El 14 de febrero ya estaba aquí.

P. ¿Y en qué fecha había viajado a Indonesia para incorporarse a la disciplina de su nuevo club?

R. Pues el 26 de enero creo que cogí el vuelo.

P. Con este viaje de ida y vuelta al continente asiático, es de suponer que no le habrá dado tiempo siquiera de superar los síntomas del Jet Lag

R. Efectivamente. Han sido apenas 20 días y me está costando volver a aclimatarme; aún tengo secuelas del Jet Lag, sobre todo para dormir. El cambio horario es muy grande, siete horas de diferencia, y me está costando coger el sueño.

P. Por seguir el orden de los acontecimientos, ¿cómo surge la opción de embarcarse en esta aventura?

R. Aquí en España todos sabemos que el fútbol “ha reventado”. La Segunda B está sufriendo un bajón económico considerable y yo tenía decidido salir a jugar fuera, al extranjero, sin importarme dónde. Entonces surgió la opción de fichar por el Mitra Kukur y marchar a Indonesia.

"Aún tengo secuelas del Jet Lag, sobre todo para dormir"

P. ¿Disponía de otras ofertas además de la del fútbol indonesio?

R. Me habían salido con anterioridad otras opciones dentro del fútbol asiático, también algo en Italia, pero la única oferta seria fue la del Mitra Kukur.

P. Sin entrar en cifras es de suponer que merecerá la pena, al menos en lo estrictamente económico, arriesgarse a dar el paso.

R. Sin duda. En el aspecto económico hay un salto muy grande entre lo que podrías percibir por aquí. Es la principal razón por la que los futbolistas de aquí decidimos marchar y probar a estos países.

P. ¿Le acompañaba alguien en el viaje?

R. Pues ir solo ha sido uno de los principales hándicaps con los que me he encontrado en esta experiencia. Al principio me iba a acompañar la novia, pero al final no ha podido por temas de estudios. Quieras o no, de no haer estado solo estoy seguro de que el período de aclimatación lo habría hecho mejor.

P. ¿Qué se hacía en el tiempo de ocio?

R. Todos sabemos que Indonesia es un país muy bonito, pero donde vivíamos no teníamos nada que hacer: la rutina era ir del hotel a entrenar, y de entrenar al hotel.

P. ¿Está contando entonces que vivía en un hotel?

R. Sí, de momento estábamos allí, en tanto nos buscaban alojamiento. Ya nos iban a dar casa a cada uno de los tres españoles que estábamos allí. Teníamos también la opción de quedarnos en el hotel, que sin ser gran cosa estaba decente.

P. ¿Ha dicho que eran tres los futbolistas españoles enrolados en el Mitra Kukur?

R. Sí. Jorge Gotor, un futbolista aragonés, y Cristian Portilla, que es de Cantabria. El primero se ha quedado solo allí, y el segundo, que se ha venido con la novia, se ha ido a vivir a un pueblo con algo más de vida que está a una hora aproximadamente de distancia.

P. ¿Nos puede hablar un poco del que fue su club y del fútbol en Indonesia?

R. El Mitra Kukur es un club que juega en la ciudad de Tenggarong,(en la parte indonesia de la isla de Borneo) y que milita en la Superliga, que es como la Primera División de Indonesia, donde solo se puede fichar a tres extranjeros por equipo, en este caso los tres españoles, siendo el resto jugadores locales. Su objetivo este año es pelear por un título y por lo poco que pude ver están intentando hacer las cosas bien.

P. ¿Y cómo ha sido su relación con el club?

R. El equipo en sí era una maravilla en cuanto al trato. No puedo tener ninguna queja en cuanto a directiva, compañeros, aficionados…todos se han portado de lujo conmigo en todos los sentidos, y no pusieron problemas a mi salida.

"Estaba solo, no había nada que hacer y la cultura es muy diferente"

P. Con la referencia de un campo de fútbol con capacidad para unas 35000 personas. ¿Con qué categoría del fútbol español podríamos comparar el nivel del Mitra Kukur?

R. Allí no hay categorías inferiores. Empiezan desde pequeñitos, aprendiendo cosas en el club, hasta que los mejores pasan a jugar con el equipo de Primera. Es un salto muy grande. Individualmente hay jugadores que destacan a nivel físico por su rapidez; tampoco andan mal de técnica. Sin duda su mayor problema está en lo táctico: cometen muchos errores y les falta quizá ese aprendizaje del fútbol base.

P. El Mitra Kukur llegó a hacer una gira por España y jugar contra diferentes equipos de Primera hace un par de años…

R. Sí, incluso este último año creo que Atlético de Madrid y Villarreal en su gira jugaron contra ellos.

P. Por algunas de las fotos que se han publicado, parece que el equipo vestía con un uniforme similar al de la “Roja”…

R. Bueno, es que el equipo disponía de diferentes camisetas para cada entrenamiento. No es como aquí. Allí un día entrenábamos con la roja, otra de negro, otro con la camiseta blanca…Además se daba la circunstancia de que los equipa una marca deportiva española.

P. ¿Había empezado ya la liga o no siquiera le ha dado tiempo a debutar?

R.No. La liga empezaba este próximo fin de semana. El 21 de febrero. Jugábamos dos partidos seguidos fuera. En Indonesia se juega cada 4 días, y como allí hay que coger vuelos para cualquier desplazamiento te ibas diez días por ahí, haciendo entrenamiento fuera entre partido y partido. Es otra peculiaridad de su fútbol.

P. Saliendo otra vez de lo futbolístico, ¿cuáles han sido las grandes diferencias que le han impedido aclimatarse bien al país?

R. Más que nada, como ya dije, es que no había nada que hacer, ni siquiera una playa al lado. En cuanto a clima, la temperatura era espectacular, casi todos los días hacía 30 grados. Es un cambio muy grande del que inconscientemente no te das cuenta pero te afecta. Por ejemplo la diferencia de hora hacía que me costara hablar con la novia, pues hay que tener en cuenta que eran siete horas menos. La comida estaba buena, todo con arroz y con mucho picante, eso sí, pero si tú pedías que no te echaran mucho se podía comer bien. Lo que era menos llevadero eran las rutinas horarias, ya que se comía muy pronto, antes de las doce, y a las siete ya se estaba cenando. Al final, si al esfuerzo de amoldarte a una cultura muy diferente se añaden las circunstancias personales, pues se te hacía muy difícil que no te afectara al rendimiento.

P. En este escaso tiempo le dio para aprender alguna palabra de indonesio? Por ejemplo, ¿cómo se dice ‘Rifle’?

R. ¡Qué va! No aprendí nada. El tema del idioma era otro obstáculo: o te comunicabas en inglés o nada.

"Los clubes solo pueden fichar tres extranjeros por equipo, y los tres éramos españoles"

P. En definitiva, como bien dice usted, su marcha ha sido una decisión por motivos personales. ¿No han concurrido otro tipo de circunstancias, como pudieran ser problemas deportivos o físicos?

R. La verdad es que tuve algunas molestias con los isquiotibiales, lo típico en pretemporada. Sin embargo hay que decir que allí no tienen mucha paciencia en esos temas. Estuvo Cristóbal Márquez antes que yo, se lesionó y rescindió contrato. Se ve que los futbolistas extranjeros somos los que debemos marcar diferencia, y los clubes no se pueden permitir el lujo de que no estés disponible. Ellos no esperan, y seguramente yo no habría llegado a principio de liga, así que esos pequeños problemas físicos se añadieron a los personales y se puede decir que favorecieron el acuerdo para que ambas partes saliéramos satisfechos.

P. ¿Hasta qué fecha tenía contrato?

R. Pues diez meses, hasta final de temporada. Lo mismo que dura un contrato normal aquí.

FOTO: MUNDO DEPORTIVO

P. ¿Totalmente disponible para jugar entonces si algún club estuviese interesado?

R. Por supuesto. Esas molestias de las que te hablaba ya están superadas, fueron las típicas sobrecargas y pequeños pinchazos que te dan en los primeros entrenos. Algo normal que parando dos o o tres días se te pasa, pero allí no tenían esa paciencia.

P. Así las cosas usted se vuelve a encontrar sin equipo, con el agravante de que el mercado de invierno en Segunda B ya se ha cerrado. ¿Se cierra la vía de volver a probar fortuna en el extranjero? ¿Le hace ascos a una oferta de algún club puntero de Tercera?

R. Yo sabía que si regresaba aquí no sería fácil encontrar equipo, aunque como tengo ficha profesional podría firmar en Segunda B ante una baja eventual en algún equipo. Por supuesto que no cierro la posibilidad de jugar en Tercera. Todo sería cuestión de encontrar una oferta interesante y hablarlo con el club. En cuanto al tema del extranjero, si puedo volver en un futuro no me importaría repetir, aunque de esta experiencia he aprendido. Me lo pensaría mejor, incluso podría ser otra vez a Indonesia, pero a otra zona distinta, y por supuesto acompañado para no sentirme tan mal como para que me afectase en lo deportivo.