La temporada 2012-2013 de la Bundesliga que ya dejamos atrás, pasará a la historia del Friburgo como una de las más existosas de su historia sin duda alguna. Pero, lo que a priori parece ser algo positivo para el club, sobre todo institucionalmente, no lo es tanto si analizamos el plano meramente deportivo, dejando a un lado el aspecto económico.

La clasificación para Europa en la temporada que comenzará a finales de verano, ha sido una gran noticia para el conjunto de Christian Streich, sin embargo esto supondrá tener que rearmar un equipo que poco a poco se está quedando desarbolado.

El desmantelamiento del Friburgo

A primera vista, clasificarse para disputar competiciones europeas la próxima temporada, parece ser un incentivo más que suficiente para atraer jugadores al club y empezar a hacerse un nombre en el panorama del viejo continente. Pero nada más lejos de la realidad, al Friburgo le está ocurriendo totalmente lo contrario.

Y es que desde que se abriera el plazo de fichajes, el club del distrito de Breisgau, se ha desprendido, por unos motivos u otros de hasta nueve jugadores, reemplazando hasta la fecha, solo cuatro fichas. Si bien lo único positivo que se puede sacar de las transferencias es la economía del equipo, que si no hace inversiones desproporcionadas, quedará saneada durante un largo periodo.

Max Kruse, la baja más dolorosa

Si hay una venta que ha dolido sin duda a la cúpula de la directiva de la escuadra germana, es la de Max Kruse. El jugador revelación de la Bundesliga, que además llevó al equipo a la clasificación europea, confirmó su marcha al Mönchengladbach, incluso antes de que finalizara la competición europea. Viendo su rendimiento, los dos millones y medios que desembolsó el Borussia se antojan escasos por el talentoso jugador germano.

Pero la cosa no acaba ahí, y más pesos pesados del vestuario han decicido emprender una nueva vida deportiva lejos de la que fue su casa durante la última temporada. 

Es el caso de Daniel Caligiuri, Cédric Makiadi y Johannes Flum, que tras ser parte activa  la última campaña, decidieron poner punto y final a su andadura por el club, cambiando al Friburgo por el Wolfsburgo, Werder Bremen y Entriacht respectivamente. Eso sí, dejando en las arcas de su antiguo club casi ocho millones de euros.

A las bajas remuneradas del club, tenemos q sumarles las fugas gratuitas de las que también estan siendo víctimas. Tal es el caso de Rosenthal, Brandstetter, Jendrisek, Ferati y Bouziane. Sin duda alguna, si no en calidad, en número la plantilla germana se está viendo bastante afectada.

Felix Klaus, el único desembolso 

En el capítulo de altas tenemos todo lo contrario, ya que el club aún está en vías de tapar todos los agujeros que se han producido en este pequeño espacio de tiempo que les ha dejado prácticamente sin margen de maniobra.

Hasta la fecha, el fichaje más sonado que ha hecho el equipo para  su andadura europea ha sido el de Felix Klaus, por el que ha pagado casi millón y medio de euros al Grether Fürth. Exceptuando los cedidos que vuelven al después de su periplo en otros equipos, las otras altas se cuentan con los dedos de una mano. Hanke, Kerk y Pilar, del que han conseguido la cesión del Wolsfburgo, forman la terna de altas.

Sin duda alguna el mercado de fichajes aún vive sus primeras semanas abierto, pero la directiva del Friburgo tiene mucho trabajo por delante si quiere formar un equipo competitivo y una plantilla lo bastante alta para que el conjunto alemán pueda participar en las tres competiciones y no sufra más de la cuenta en la liga.