El partido, que comenzó muy trabado y sin claro dominador en los primeros minutos, vio cómo el Stuttgart se adueñó poco a poco del control del esférico. El conjunto croata, por su parte, prefierió esperar atrás, confiar en la ventaja de la ida y esperar a tener su oportunidad a la contra.

Harnik tuvo la primera oportunidad en el minuto nueve al rematar desde la frontal del área pequeña una buena dejada atrás de Cacau. El atacante austriaco, sin embargo, no pudo golpear el balón con comodidad, y el esférico se perdió por línea de fondo, a pocos centímetros de la portería croata.

Aunque los alemanes intentaron controlar el esférico, el Rijeka también tuvo opción de ampliar su ventaja en el minuto 13 cuando un centro raso lo desvió Röcker hacia su meta. Por suerte para el Stuttgart, Ulreich estuvo atento para detener el esférico en dos tiempos. En los minutos posteriores a esta ocasión, ambos conjuntos reclamaron penalti en sendas caídas dentro del área. Aunque las acciones pudieron ser punibles, el colegiado decidió no señalar ninguna.

Ambos equipos empezaron a buscar la portería contraria de una forma más directa, ocasionando mucho peligro y manteniendo la eliminatoria totalmente abierta. Se sucedieron las ocasiones, pero ninguna de las dos escuadras estuvo lo suficientemente acertada.

Una serie de ocasiones seguidas para el conjunto teutón advirtió a los visitantes de la necesidad de proteger su portería. Así fue como mediado el primer tiempo, el Stuttgart se impuso como claro dominador del encuentro.

Cuando más cerca parecía el gol local, un error tremendo de comunicación entre Röcker y Ulreich, propició que Benko controlase un esférico enviado por Kvrzic desde la línea divisoria. Totalmente sólo y sin oposición alguna, el delantero no tuvo más que conducir el esférico dentro de la portería alemana para poner el 0-1 en el marcador.

Corría el minuto 30, y tan sólo cuatro minutos después Gentner igualó el partido con un gran gol. El balón le llegó al capitán del Stuttgart que resbaló frente a dos adversarios dentro del área quedando con una rodilla hincada en la hierba. Sin embargo, Gentner aprovechó dicha posición para golpear el balón con su pierna derecha y crear, de la nada, una increíble vaselina que terminó entrando por toda la escuadra.

El partido volvió a encaminarse por los derroteros que había seguido hasta el primer gol del partido, con el Stuttgart ocasionando peligro y encerrando atrás al Rijeka croata.

Vuelta a empezar

La segunda parte se reanudó como empezó el encuentro, con ocasiones para los dos equipos.  Las tablas volvían a servir a los croatas para clasificarse. A los alemanes, por su parte, ya no les servía la victoria por la mínima y necesitaban dos goles si querían participar en la fase de grupos de la Europa League sin pagar el peaje de la prórroga.

Aunque el Rijeka también creó peligro, la mayoría de ocasiones volvieron a ser del Stuttgart. Los teutones lo intentaron sobre todo por la banda izquierda, con un Traoré veloz e incisivo primero, y un Werner recién ingresado en el partido en sustitución de Harnik después.

Precisamente Werner, que acababa de entrar en el terreno de juego, tuvo una de las ocasiones más claras del partido. El joven atacante no pudo superar en un mano a mano al portero Vagic, tras recibir un gran pase en profundidad de Gentner. El veloz contraataque que había construido el Stuttgart en el minuto 59 no tuvo la recompensa esperada.

Entrada de Abdellaoue ante la falta de ideas

Cuando el Stuttgart pareció perder fuelle en el partido, el nuevo preparador del Stuttgart dio entrada al delantero Abdellaoue. Sumaba así un hombre más en el área rival, buscando el gol que igualara la eliminatoria a la desesperada. Y el gol llegó. Fue en el minuto 76, cuando Traoré protagonizó una gran jugada individual por la banda derecha, internándose en el área y centrando al punto de penalti. Ese centro lo desvió a propia puerta el capitán croata, Maric.

Rijeka, noqueado, queda en manos del Stuttgart

El conjunto croata se vino abajo al recibir el segundo tanto  del partido, y el Stuttgart pudo aprovechar la situación minutos después de igualar la eliminatoria, pero Abdellaoue y Ibisevic no se entendieron a la hora de decidir el encargado de rematar un balón suelto en el área.

Golpe definitivo

El Rijeka se repuso del mazazo cuando tan sólo restaban minutos para la finalización del tiempo reglamentario. Minutos suficientes para remachar la faena. Los jugadores del Stuttgart parecieron estar reservándose para una inevitable prórroga. Fruto de esta relajación,  Traoré , el hombre que había fabricado el segundo gol del Stuttgart, perdió un balón en el centro del campo que aprovechó Mujanovic para batir a Ulreich y clasificar de esta forma al Rijeka para la fase de grupos de la Europa League.  Era el último minuto de descuento y no hubo tiempo para reacción alguna.

El pitido final vio como los jugadores del Stuttgart se desplomaron sobre el césped, fruto del cansacio y la desesperación de haber tenido la clasificación en sus manos y haberla perdido en el último suspiro. Los croatas, evidentemente, explotaron de júbilo corriendo por todo el terreno de juego para posteriormente celebrar tan histórico acontecimiento con los más de 3.000 aficionados desplazados desde el país balcánico.