El Bayern de Múnich se enfrentaba al Ausgburgo en el derbi bávaro siendo el claro favorito para llevarse los tres puntos en juego. La importante baja por lesión de Bastian Schweinsteiger hizo que Guardiola confiara en un medio del campo formado por Javi Martínez, Lahm y Toni Kroos. En ataque empezaron la tripleta formada por Götze, Ribéry y Mandzukic.

Los locales no tardaron mucho para adelantarse en el marcador y decantar el partido de su lado. En el minuto 4, un saque de esquina peinado por Dante dentro del área acabó con un espléndido disparo de Boateng a la media vuelta colocando el balón lejos del alcance de Hitz. La pasividad de la defensa del Augsgburgo fue alarmante ya que ambos centrales no tuvieron ningún problema para realizar los movimientos dentro del área rival.

El dominio fue absoluto para el Bayern durante el resto del encuentro. Tuvo sin problemas la posesión del balón aunque le faltó tener mayor profundidad y tampoco contó con ocasiones demasiado claras. Su rival además colaboró ya que no puso en apuros a Neuer exceptuando alguna jugada aislada a balón parado.

Al filo del descanso, Franck Ribéry volvió a ser protagonista presentando su candidatura a ganar el próximo balón de oro gracias a un estado de forma realmente espectacular. El extremo francés fue objeto de una falta clara en la frontal del área y él mismo fue el encargado de marcar el segundo gol con un potentísimo lanzamiento que se coló por toda la escuadra.

El segundo tiempo siguió con el mismo patrón que el primero. El Bayern de Múnich seguía siendo el protagonista gracias a tener el balón pero le faltaba tener una mayor profundidad en fase de ataque. Por su parte, Markus Weinzierl movió el banquillo visitante para que su equipo tuviera un aspecto más ofensivo dando entrada a Milik primero y Mölders después. A pesar de esos cambios, el juego del equipo no cambió y no encontró la forma de crear peligro en las inmediaciones de la portería defendida por Neuer. 

La entrada de Arjen Robben le dio al Bayern mayor velocidad y desequilibrio por banda derecha pero no fue hasta los minutos finales cuando llegaron las ocasiones más claras. El guardameta del Augsburgo se lució ante un cabezazo del propio Robben pero la jugada polémica del choque llegaría minutos después. El árbitro, P. Gagelmann, concedió penalti a favor del Bayern por unas manos de Verhaegh cuando ya se había superado el tiempo añadido. Los futbolistas del Augsburgo protestaron enérgicamente la decisión del colegiado. Thomas Müller no desaprovechó la ocasión consiguiendo su quinto gol del campeonato.

El Bayern suma así su cuarta victoria consecutiva y se afianza en el liderato de la Bundesliga en el que aventaja en cuatro a puntos a sus dos máximos perseguidores: Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen. En todo caso, los de Pep Guardiola deberán ir mejorando el juego mostrado pero lo harán con la seguridad de ser el único equipo imbatido del campeonato.

Fotografia: http://www.fcbayern.telekom.de