Dos zarpazos de Robben en la primera media hora bastan al Bayern de Munich para seguir viajando con su velocidad de crucero por esta Bundesliga en la que someten a todos sus rivales. No hizo falta una gran versión de los de Guardiola para lograr otros tres puntos de oro en su carrera por conquistar la liga. Como era de esperar, el último clasificado de la competición no pudo hacer frente a un bloque que crece a pasos agigantados y que cada día parece un equipo más guardiolista.

El mensaje del de Santpedor va calando cada vez con más fuerza en los jugadores muniqueses, que se van adaptando a la cultura que pretende Guardiola. El balón es cada vez más protagonista, las bandas ya no son móviles y el centro del campo es el gran paraíso. Mario Gotze ha sido el jugador más en punta del equipo, probando una especie de falso nueve que, aunque no ha funcionado del todo correctamente, ha demostrado el camino que busca el técnico catalán en su nueva aventura alemana. Tras el segundo tanto del equipo, con la tranquilidad que da el marcador, el Bayern se dedicó a especular más que a buscar el tercero, pero sin perder nunca el objetivo central de su juego: el balón.

Extraordinario Robben

La victoria se fraguó desde el inicio, desde que en el minuto 2 con el partido desperezándose Robben abriera la cuenta para los suyos. El holandés, que está en una segunda o tercera juventud, volvió a ser el hombre del partido. Su fútbol en banda derecha fue impresionante, un torrente continuo de ocasiones, de balones al área y de encarar a los defensas sin piedad alguna. Él y un gran, para no perder la costumbre Javi Martínez, cada vez más importante y más titular en el once de Guardiola, un equipo al que hay que sumar las piezas de Ribery y Schwensteiger. Para echarse a temblar de miedo.

El partido duró lo que el Bayer quiso. Con el 2-0 ambos parecieron contentos. El Eintracht sabedor de su inferioridad recibio ese resultado como algo positivo, como una herida fácil de sanar para regresar a su liga el próximo fin de semana, y el líder de la clasificación captó el mensaje de que se podía tomar algo más de 50 minutos de desgaste cero, y lo agradeció. Lo peor para Pep fue que apenas pudo disfrutar del partido de Tiago Alcantará, que partiendo desde la titularidad hubiese necesitado un partido más aguerrido que le habría valido de prueba de fuego. Se quedó sin esa oportunidad.

Insulsa segunda mitad

Apenas sirvió de algo la segunda mitad. El Bayern dio descanso a alguno de sus futbolistas más importantes, mientras el Braunchsweig intentaba tímidamente inquietar en el partido y en el marcador. No tuvo necesidad alguna de apretar el equipo de Pep Guardiola, que convirtió el escenario en un rondo gigante en el que participaban todos los futbolistas. Götze aparecía por detrás de la línea de medios, y al momento merodeaba el área rival, Javi era dueño y señor de la fase de creación, y Kroos y Tiago buscaban de una buena libertad. El partido no era un canto al fútbol, pero era la enésima demostración autoritaria del Bayern de Munich.

A esta victoria, se unen las del Dortmund y el Bayer Leverkusen, hecho que deja tal cual las tres primeras posiciones de la tabla, con los muniqueses liderando con una renta de cuatro y siete puntos sobre Leverkusen y Dortmund respectivamente.