Sobre el papel el derbi de Baviera correspondiente a la tercera ronda de la DFB Pokal iba a ser un camino de rosas para el vigente campeón de la competición, el Bayern de Múnich. En las declaraciones previas al encuentro, Pep Guardiola avisó del peligro de la eliminatoria a partido único, con un público y unos jugadores totalmente entregados al FC Augsburgo. El técnico catalán no reservó a nadie y plantó el equipo titular sobre el césped del SGL Arena. El juego del Bayern no fue brillante y el Augsburgo demostró más intensidad. Sin dominar el encuentro con mano firme, el vigente campeón tiró de oficio para estar en los cuartos de final.

Gol y lesión de Robben

El partido comenzó con la motivación obligada de un derbi. Los futbolistas del FC Augsburgo salieron al terreno de juego a morder a su rival y con una presión muy adelantada complicaron la creación de juego del Bayern de Múnich. La primera ocasión fue para los locales. En el minuto dos de partido, Baier conectó un disparo seco desde fuera del área que se marchó desviado. En la siguiente jugada, la zona media del Bayern mandó un balón largo a Mandzukic, que de primeras dejó perfectamente para Robben. El holandés controló el balón y con un dribling seco sentó al defensor y se plantó sólo ante Hitz. El primer disparo lo repelió el guardameta, pero el rechace volvió al extremo y esta vez no perdonó. Robben puso el 0-1 en el marcador en la primera aproximación del Bayern al marco contrario, era el minuto tres de partido.

El Bayern no se sintió cómodo con la agresividad del Augsburgo. La alta presión en zona avanzada obligó a los de Guardiola a buscar pases largos a la espalda de los defensores. No llegó la asociación, ni los pases rápidos habituales entre los jugadores del Bayern Múnich. Tras marcar el gol y mostrarse muy activo, Robben se lesionó en un choque con el portero Hitz y tuvo que ser substituido por Müller.

(Foto: fcbayern.telekom.de).

El Augsburgo domina al Bayern

Con el paso de los minutos el FC Augsburgo siguió comiendo terreno al campeón alemán. El equipo de Markus Weinzierl superó en intensidad a su rival y con el coraje de su público consiguió localizar el juego muchos minutos en el campo del Bayern. Las faltas constantes y la agresividad local fueron las claves para frenar a un Bayern poco incisivo. En el minuto veinte, Altintop puso el miedo en el cuerpo de los aficionados visitantes con una volea dentro del área que rebotó en un defensa. Las aproximaciones del Augsburgo iban creciendo con la misma intensidad que descendían las del Bayern de Múnich. En el minuto veintidós, Hahn hizo lucir a Neuer con un buen disparo.

El FC Augsburgo logró parar el juego directo del Bayern, pero aún así, el marcador le era adverso. En los últimos minutos del primer tiempo, el Augsburgo bajó su ritmo de presión debido al esfuerzo y empezaron a aparecer los hombres peligrosos del Bayern. Götze y Thiago asomaron la cabeza con pases imprevisibles y su equipo pisó terreno del FC Augsburgo con mucha más frecuencia. Con 0-1 en el luminoso, y con la sensación de que los locales merecieron más por su planteamiento, ambos equipos se marcharon a los vestuarios.

Los mejores momentos del Bayern

La segunda mitad comenzó con la clara orden de Pep Guardiola de poner calma al encuentro. El ritmo de partido de la primera parte no interesaba al Bayern de Múnich. Los jugadores visitantes volvieron a realizar pases rápidos, sin conducciones largas, para poner dominio y control a una situación de partido dudosa. El panorama de juego cambió radicalmente. El Augsburgo se vio obligado a encerrarse en su campo y empezó a perseguir sombras. Las aproximaciones visitantes fueron constantes y a diferencia de los primeros cuarenta y cinco minutos, los hombres de Weinzierl tuvieron que buscar suerte en las contras. En el minuto cincuenta y cinco, Manduzkic consiguió llegar delante del portero, pero su tiro con poco ángulo fue rechazado por Hitz. Los espacios creados por el rápido movimiento del esférico de los de Guardiola hicieron multiplicar los problemas del Augsburgo.

        

(Foto: fcbayern.telekom.de).

Ante el constante empuje de su afición en el derbi de Baviera, los jugadores del Augsburgo no cesaron en su intento y pararon los buenos minutos del Bayern. En el minuto sesenta, Hahn lo volvió a intentar con un disparo lejano que paró sin apuros Neuer. Tras un buen cuarto de hora, los de Guardiola se volvieron a apagar. El Augsburgo dio entrada a Bobadilla y Milik para recuperar la agresividad y la presión ofrecida en el primer periodo. La pelota volvió a ser del Augsburgo y el Bayern sufrió encerrado en su campo, esperando el momento de asestar el golpe definitivo. Viendo a su equipo otra vez sin rumbo claro, Guardiola apostó por la entrada de Ribery. La apuesta del Augsburgo también fue clara, ir a por el partido. Con esta decisión el equipo local arriesgó dejando espacios en defensa.

Llega la sentencia

Con el partido en aire, en el minuto setenta y ocho Müller marcó el gol de la sentencia. En un saque de esquina la pelota llegó al segundo palo, a los pies de Boateng. El central mandó un centro al corazón del área y allí llegó Müller para marcar con un remate espectacular. El 0-2 enmudeció el SGL Arena y enmascaró el pobre juego ofrecido por el Bayern de Múnich, mucho más efectivo que espectacular. El Augsburgo echó el resto para marcar el gol del honor. En el minuto setenta y nueve, Holzhauser mandó un potente tiro que despejó el portero visitante. En el minuto ochenta y dos, Bobadilla cabeceó desviado por pocos centímetros. La rabia del Augsburgo era evidente, varios encontronazos y discusiones cortaron el ritmo en los últimos minutos. La victoria del Bayern de Múnich era ya una realidad.

El Bayern de Múnich avanza a la siguiente ronda sin hacer un futbol espectacular. El FC Augsburgo mereció más por el juego y por la intensidad, pero la tremenda calidad de la zona ofensiva del Bayern decidió la eliminatoria de la DFB Pokal en favor del vigente campeón.