El Núremberg llegaba a la cita con ocho puntos y situado en zona de descenso, sin ninguna victoria en su casillero. El Mainz parecía un rival ideal para que los bávaros rompiesen su racha, pues llegaban ocupando una posición muy tranquila, apartada del descenso y sin presión alguna.

Esta idea se pudo visualizar en el comienzo del partido. Los de Gertjan Verbeek salieron muy decididos y rondaron la meta rival hasta en dos ocasiones antes de que Nilsson abriese el marcador en el cuarto minuto de partido. El central, que marcó tres goles la pasada campaña frente al mismo rival, remató un buen centro de Kiyotake, que Karius no pudo detener. Pospech dificultó la visión a su guardameta, y tampoco fue capaz de despejar el peligro desde la línea de gol.

Lejos de resguardar el resultado, los bávaros trataron de ampliarlo ante la pasividad de un Mainz que ni estaba ni se le esperaba. Los saques de esquina se sucedieron y los locales rondaron con asiduidad el área rival, aunque no encontraron premio alguno. Con el reloj marcando la media hora de partido, los visitantes comenzaron a hilar jugadas, más por relajación del Núremberg que por convicción.

El Núremberg vuelve a apretar

Con el resultado todavía de 1-0 y a falta de cinco minutos para el fin del primer tiempo, el Núremberg volvió a la carga en busca de un segundo gol. En la segunda mitad, el partido siguió la misma tónica y Per Nilsson volvió a aparecer en varios saques de esquina, cerca de ver portería de nuevo.

Okazaki condena al Núremberg

Tras unos primeros minutos totalmente bávaros, los dos equipos gozaron de oportunidades hasta que el partido se fue enfriando poco a poco. La sensación era de que el Núremberg podía evitar lograr el deshonroso récord que le acechaba. Sin embargo,en el minuto 75, Okazaki se escapó con velocidad e igualó la contienda cuando menos oportunidades generó su equipo.

Tras el gol del japonés, los bávaros quedaron aturdidos y fueron incapaces de generar ocasiones. Choupo-Moting, extremo del Mainz que sustituyó a Polter, fue el hombre más peligroso en la segunda mitad, y por sus botas pasaron multitud de jugadas que sus compañeros, o él mismo, no lograron convertir. Schäfer le ganó al germanocamerunés en un mano a mano a falta de cinco minutos para llegar a los 90 reglamentarios.

En el minuto 88, y tras una buena contra, Sliskovic buscó un balón en largo ante la salida de Schäfer. El croata levantó en exceso la pierna y chocó con el guardameta, que le recriminó la acción, entendiendo que podría haberse lastimado. Sin embargo, fue el atacante el que se llevó la peor parte, además de una cartulina roja directa que le mostró el colegiado Manuel Gräfe.

Sin tiempo para más, el partido concluyó con un decepcionante empate para el Núremberg, que queda penúltimo con nueve puntos. El 1-1 final fue un buen resultado para los visitantes, pues empataron cuando más perdido parecían tener el choque. El Mainz suma ya 20 puntos en su casillero.