Que les pregunten por ejemplo, a los aficionados del 1.FC Saarbrücken, si les dolió caer eliminados de la DFB Pokal frente al Borussia Dortmund. A un gran número de sarros les hubiese dolido más no vencer al Rot-Weiß Erfurt. Sin embargo, el choque frente a los de Dortmund, a buen seguro les dejó un gran sabor de boca. Especialmente a los más mayores. Los que vivieron la época dorada del Saarbrücken. Cuando su equipo, además de ganar a los mejores de Europa, formó a la gran mayoría de futbolistas que se incluyeron en una selección nacional que se quedó a las puertas de entrar en un Mundial. Y no se trata de Alemania, sino de la selección nacional del Sarre.

Corría el año 1946. Meses después del fin de la Segunda Guerra Mundial, los aliados comenzaron a retirarse de los territorios ocupades, y Francia otorgó el título de principado al Sarre. Los habitantes del Sarre, decididos a ser alemanes, vivieron sin embargo casi una década bajo supervisión francesa. La mecha de la polémica se había encendido con la disputa de Alsacia y Lorena entre Francia y Alemania tras la Primera Guerra Mundial. El Sarre fue la segunda parte de esta entrega. Los galos trataron de anexionarlo o convertirlo en estado independiente.

La potente industria minera del Sarre fue, sin lugar a dudas, lo que potenció la decisión de que Francia tratara de anexionarsela.

La sociedad sarrense se adaptó a este nuevo estatus, y el deporte siguió su curso con ligas propias e incluso selección nacional en distintas disciplinas. La federación de fútbol del pequeño protectorado se nació el 25 de julio de 1948 con una liga bajo el brazo, la Ehrenliga. En esta nueva competición los clubes locales competirían entre ellos tras su negativa a integrarse al fútbol galo. Un equipo, sin embargo, sí llegó a participar en la segunda división frances: el 1.FC Saarbrücken. El potencial del club era mucho mayor que el del resto de sus rivales sarreneses, por ello el Saarbrücken decidió competir con los clubes galos. Jules Rimet, presidente de la federación francesa por aquel entonces, apadrinó la entrada del equipo sarrense. Nadie se esperaba que el “FC Sarrebruck” fuese tan superior al resto de sus rivales y se coronó campeón de la categoría con hasta seis puntos de ventaja sobre el Girondins de Burdeos. Acabó la temporada sumando 26 victorias, siete empates y sólo cinco derrotas; y anotando un total de 148 goles y recibiendo 50.

Lo lógico establecido por la propia competición sería que el equipo invitado compitiese en la primera división. Sin embargo, el resto de clubes se negaron a que esto ocurriese y el Saarbrücke quedó sin competición en la que participar. De echo, el gobierno francés decidió no otorgar medalla o copa alguna al entender que era políticamente inoportuno felicitar a un equipo plagado de alemanes.

Así pues, y tras disputar una serie de partidos amistosos, los directivos fundaron la Copa Internacional del Sarre. Esta competición en la que participaron equipos de distintos países se ve hoy en día como uno de los gérmenes impulsores de la Copa de Europa. En su propia competición, el Saarbrücken derrotó a equipos como el Liverpool o el Real Madrid por 0-4 en Chamartín. Una selección catalana con los mejores jugadores del FC Barcelona y del RCD Espanyol también sucumbió ante el potente combinado “exgermano”.

El club sarrense fue invitado a participar en la primera edición de la Copa de Europa y llegó a ganar por 3-4 en San Siro frente al AC Milan, aunque los italianos remontaron en el partido de vuelta (1-4).

Paralelamente, la federación sarrense formó una selección nacional afiliada a la FIFA. Compuesta en su mayoría por jugadores del Saarbrücken, esta nueva selección disputó la fase de clasificación para el Mundial de 1954, quedando encuandrada en el mismo grupo que Noruega y Alemania Occidental.

Tras ganar una serie de enfrentamientos amistosos en los que se retaron frente a equipos “B” de otras selecciones, llegaba el turno de afrontar sus primeros y únicos partidos oficiales de su historia. El primero de estos encuentros fue frente a Noruega en Oslo el 24 de junio de 1953. 2-3, victoria para los hombres entrenados por Helmut Schön. Sería la única. Cayó frente a Alemania Occidental en Stuttgart y empató en casa frente al combinado escandinavo.

Aunque tras la fase de clasificación para Suiza 54, siguieron varios partidos amistosos antes de volver a formar parte de la República Federal Alemana en 1957. Sin embargo el partido más importante para los aficionados sarrenses fue el que enfrentó a sus dos combinados el 28 de marzo de 1954. El Sarre cuajó una fantástica actuación a pesar de perder por 1-3 frente a la selección de Alemania Occidental. Aquella fue la derrota más dulce para los sarrenses. Al fin y al cabo, ellos también eran alemanes. Como alemanes, celebraron la victoria de su “otra selección” frente a los magiares mágicos en la final del Mundial del 54.

Foto 1: El Saarbrcüken en Chamartín. | Archivo de Herbert Binkert.

Foto 2: Cartel anunciador del choque entre Alemania Occidental y el Sarre.