Saltaban ambos equipos al campo con misiones diferentes. Los locales, con los deberes hechos de jornadas atrás, no tenían ninguna presión en este encuentro, nada más que el aliciente de brindar la victoria a los aficionados que se daban cita  en el estadio.

El Apoel, por su parte, necesitaba un milagro. Primero, ganar por cuatro goles al Eintracht y segundo, esperar un tropezón del Girondins, y visto lo visto, la primera premisa era una quimera.

Absoluto dominio local

Por lo visto en los primeros minutos, parecía que los de Frankfurt eran los que necesitaban una victoria sí o sí y buscaron el gol con ahínco desde el pitido inicial.

La primera oportunidad de gol la tuvo Rosenthal en sus botas. Gran centro que ponía  Schröck que fue una pesadilla por la banda derecha durante los primeros 45 minutos; el cuero lo recibía el medio alemán pero no podía convertir el 1-0 para su equipo.

Minutos después era Barnetta el que tras una buena jugada de Inui y un centro de Djakpa, no conseguía llegar a impactar con el balón de milagro, con el portero ya batido tras su salida en falso a intentar atajar el centro.

Tras estos primeros acercamientos con peligro del Eintracht, el encuentro aminoró el ritmo y el partido pasó por una fase de tregua entre ambos conjuntos, aunque sí que es verdad que los chipriotas no daban ningún amago de peligro.

Inui pudo adelantar al Eintracht por partida doble

Con el encuentro acercándose al descanso, entró en escena el excepcional jugador nipón. Primero recibió un gran pase al hueco, al que llegó muy forzado, metió la puntera pero Chiotis solventó el problema para su equipo.

Y ya en el descuento, se plantó de nuevo solo ante el guardameta, y con todo a favor, intentó picar la pelota por encima del portero, pero de nuevo Chiotis le ganó la partida, evitando que el Eintracht se fuera con una ventaja de al menos un gol al descanso.

En medio de esto, tan solo un tímido ataque del Apoel con un disparo de Artymatas en el minuto 40. Señal inequívoca de lo mal que lo estaban pasando los chipriotas en esta primera parte.

Tras el descanso de nuevo Inui

El encuentro parecía tener el mismo guion, y era Inui el que reclamaba de nuevo protagonismo, esta vez con otro pase al hueco que recibía, controlaba, pero el cuero se le iba un poco largo y era nuevo el portero del Apoel el que le desbarataba la ocasión.

Minutos después era Lakic el que avisaba las intenciones del Eintracht, con un disparo desde la frontal del área que se marchaba rozando el larguero.

Los de Frankfurt acorralaban a su rival, que se había olvidado de su misión en el encuentro que no era otra que salir a golear, y que estaba más a guardar el 0-0 que a otra cosa.

El Eintracht encarrila el partido

Corría el minuto 64 de partido cuando el Apoel hacía su segundo disparo a puerta en todo el encuentro. Esta vez era Sotiriu el que remataba un gran centro pero se topaba con Wiedwal que hacía una gran parada y mandaba el balón a córner.

Este fue el único aviso de la segunda parte de los chipriotas y el último en el partido, a partir de ahí el Eintracht decidió sentenciar el encuentro con dos goles en poco menos de diez minutos.

Primero fue Schörck. Gran jugada de Djakpa, sin duda el jugador de la segunda parte, que se internaba por la banda, centraba el cuero, Chiotis fallaba en su salida, y el extremo del Frankfurt remata con la cabeza a  portería vacía.

Golazo de Djakpa para resolver el encuentro

Con el Apoel más que tocado, llegó la puntilla gracias a un gran gol de Djakpa. El defensa africano bota una gran falta con su pierna zurda y el cuero se cuela por la escuadra sin que Chiotis pueda hacer nada por evitar el segundo tanto.

De aquí al final los locales buscaron el tercer gol ante un Apoel decepcionante, que no parecía jugarse nada en este encuentro. El último aviso lo dio Bakalorz, que se plantó mano a mano pero, una vez superado su disparo al portero, no vio portería por muy poco.

Victoria merecida y trabajada de los chicos de Armin Veh, que ya esperan rival para la segunda fase del torneo.