Puede que a simple vista, cuando se habla de un Mainz 05- Borussia Mönchengladbach, se piense en un partido donde se van a disfrutar de gran cantidad de ocasiones. Los dos conjuntos cuentan entre sus filas con dos de los delanteros de moda de la Bundesliga: Okazaki y Raffael, de los que no se espera menos de una buena dosis goleadora. Por lo que, es de extrañar que el encuentro acabará con el resultado “gafas”.

El Mainz se preparaba para recibir al Mönchengladbach con cierto recelo, a sabiendas que no se le dan demasiado bien los equipos grandes. El Coface Arena ya había sido sede de la derrota de los suyos frente a Dortmund y Leverkusen, y los potros no eran para menos: cuartos de la tabla germana, y empatados a puntos con los de Klopp. El Gladbach, por su parte, llegaba a la ciudad de Maguncia con una racha inmejorable, había ganado los últimos seis encuentros disputados, y el Borussia Park continúa invicto hasta el momento.

La esterilidad se adueña del primer tiempo

Y así, entre un Mainz acongojado y un Mönchengladbach que se auto-concedía un respiro, el pitido inicial marcó un comienzo de partido, poco más que desalentador. El equipo visitante empezó moviendo la pelota, pero a pesar de ello el encuentro estuvo bastante parejo. Se acercó el Gladbach y luego el Mainz. Primeros contactos con las áreas contrarias que atisbaban que quizás había más ambición en el encuentro de la presupuesta. También el equipo de la Renania del Norte lo intentó, con un par de contragolpes peligrosos, tanto a balón jugado como con balones largos, como la ocasión de la que disfrutó Arango, tras una jugada iniciada por un pase largo desde atrás, que Karius acabó deteniendo.

Ningún de los dos conjuntos rehuían jugar el cuero, pero ambos encontraban graves problemas de cara a conectar el centro del campo con el ataque, por lo que el Mainz decidió recurrir al balón largo, pero con una efectividad casi nula. A pesar de que por aquel momento el Dortmund iba perdiendo, el hambre no apretó en las filas de los de Lucien Favre, que mostraron un juego muy plano y sin una participación activa de figuras tan fundamentales como Arango y Raffael.

El Mainz mientras tanto esperaba rezagado en su campo, aguardando la llegada de sus rivales, pero cuando llegaba la hora de atacar, lo hacía con todo, dejando demasiado hueco atrás. A pesar de esto, los de Maguncia no disfrutaron de muchas ocasiones para salir a la contra. El Gladbach, por su parte, presionaba la salida de balón, ocasionando grandes problemas a su rival para que pudieran elaborar jugadas ofensivas.

El orden táctico prevalecía ante la necesidad de crear jugadas ofensivas.

Tras veinte minutos en blanco, cuando se alcanzaba el treinta de partido, llegó la última ocasión peligrosa en lo que restó de primera parte para los de Thomas Tuchel, que vieron concluir una estupenda jugada en fuera de juego. La tuvo el Gladbach en un córner a los 40 minutos de partido, pero tampoco supo sentenciar. Ambos conjuntos parecían estar tanteándose y el orden táctico prevalecía ante la necesidad de crear jugadas ofensivas. Los de Mönchengladbach adelantaron filas y el Mainz quedó así totalmente metido en su campo.

Mejor táctica, mismo resultado

En la reanudación de la segunda mitad, se pudo ver un cambio de actitud por parte de ambos equipos. El Mainz subió la línea de presión e incordió así la salida de balón de los adversarios. Pero el Gladbach conseguía llegar, los laterales subían más, y esto facilitaba el juego de su equipo. En una gran jugada de los potros, cambiando el balón de lado a lado, la tuvo Korb, pero mandó su potente disparo desviado. Luego la tuvo Kruse, pero más de lo mismo.

Las variantes tácticas introducidas por Favre resultaron

Raffael, que había retrasado sus filas, consiguió mejorar la salida de balón, y el Gladbach consiguió llegar al área y crear ocasiones, pero el peligro seguía sin llegar. Con las variantes tácticas introducidas por Favre, su equipo dominó completamente el encuentro. La tuvo Kruse, que la mandó alta, y después no hubo mucho más que destacar. A ambos equipos se le acusaba el cansancio físico, y tras un par de amarillas y los respectivos cambios para agotar tiempo, se llegó al final del encuentro con un empate a 0-0, que parecía servir a ambos.

Se avecinan duelos substanciales

El Gladbach tendrá que reponer fuerzas para enfrentarse la próxima semana a su perseguidor en la lucha por el cuarto puesto, el Wolfsburgo, que ha conseguido tres puntos que acercan distancias y obligarán al Gladbach a ganar si no quieren perder el margen de error contra los lobos. El Mainz, por su parte, se enfrentará al Stuttgart, en una situación idéntica a la de sus adversarios de esta jornada, pero ésta vez, por la lucha en la media tabla.

Imagen 1: www.tintucbongdavn.blogspot.com

Imagen 2: www.np-online.de

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