Con la confianza que aporta la clasificación para la siguiente fase en competición europea, ambos equipos afrontaban el partido con optimismo. Los resultados del resto de encuentros de la jornada favorecían a los dos equipos. Para el Leverkusen, el pinchazo del Dortmund frente al Hoffenheim le daba la opción de meterle dos puntos más y convertir la liga en un mano a mano con el Bayern de Múnich. En la zona baja, la derrota del Friburgo salvaba de nuevo a los de Frankfurt de entrar en los puestos de descenso, dándole una oportunidad de oro para poner tierra de por medio. Son y Joselu, los dos jugadores más en forma del campeonato, ponían el atractivo en este duelo de europeos.

El optimismo franjirrojo se notó desde el minuto uno en las gradas. Los aficionados no pasaron por alto el buen momento de su equipo en todas las competiciones y quisieron reconocerlo siendo un verdadero empuje para los suyos. El pitido inicial abría un partido muy bien planteado por los dos equipos. Los primeros minutos fueron del Eintracht, que presionaba al Bayer en zona de tres cuartos demostrando que salía a por todas. En el minuto once los águilas daban el primer aviso, cuando Rosenthal remataba a la cruceta un buen centro de Jung desde la derecha. El Bayer despertó y, desde ese momento, se pudo ver una primera parte muy táctica.

Ambos equipos se plantaron en el campo a esperar al otro

Ninguno de los dos quería perder y ambos equipos se plantaron en el campo a esperar al otro. El Eintracht puso más en ese 'toma y daca', pero el Bayer supo aprovechar sus ocasiones para meter miedo. Cerca del descanso, el equipo de la aspirina tuvo su mejor ocasión tras un testarazo de Lars Bender que sacaba Zambrano bajo palos. Pero se llegó al descanso y ningún equipo había sido capaz de abrir el marcador y, sin noticias de Son ni de Joselu, los jugadores se metieron al túnel de vestuarios.

La charla de Hyypiä a los suyos en el descanso y el cansancio del Eintracht provocó que los papeles se invirtieran y el Bayer tomara la iniciativa. Los locales metieron una marcha más y empezaron a llegar con más peligro pero se toparon con un grandísimo Trapp bajo los palos. Wollscheid a la salida de una falta y después Son de jugada individual intentaron abrir el marcador, pero el portero de las águilas respondió con dos buenas paradas. Cuando mejor estaba el Leverkusen llegó el gol del Eintracht. En el minuto 60, Jung colgaba un centro desde la derecha para que Russ, con un salto espectacular, colocara un testarazo perfecto en la escuadra derecha de Leno.

Trapp, una muro bajo palos

Con el gol se confiaron los de Frankfurt. Se echaron atrás, renunciaron al ataque y se conformaron con el resultado. Y fue en ese momento cuando empezó el verdadero espectáculo de Trapp. En el minuto 63 sacaba una mano perfecta a un colocado disparo de Donati. En el minuto 76, despejaba a córner un tiro de Rolfes y, apenas dos minutos después sacaba un gol cantado a Castro tras un disparo a bocajarro.

El balón no entraba, los jugadores de Hyypiä se pusieron nerviosos y dejaron de jugar al fútbol para repartir patadas. Stark no pasó por alto este hecho y amonestó a cuatro jugadores franjirrojos, perdonando incluso la expulsión a un Rolfes que se fue completamente del partido. Con el tiempo cumplido, el árbitro alemán se inventó un penalti sobre Bakalorz que no existía, pero Leno le adivinó el lado a Joselu, impidiendo así que el marcador reflejara un resultado más abultado de lo realmente merecido.

Con esta victoria el Eintracht de Frankfurt coge aire y suma los tres puntos tras once jornadas sin hacerlo. El Leverkusen pierde una gran oportunidad para seguirle el mano a mano al Bayern de Guardiola. Mañana, tanto Eintracht como Leverkusen tendrán la atención puesta en el sorteo de la competición europea, donde conocerán a su rival en la Europa League y la Champions, respectivamente.