Interesante partido el que se daba cita en Frankfurt entre Eintracht y Augsburgo. Si al principio de la temporada le hubieran  dicho a uno y otro equipo la posición que estarían ocupando en el parón navideño, no lo habrían creído.

El Augsburgo llegaba al Commerzbank Arena con los deberes hechos en esta primera parte del campeonato y en una octava posición más que cómoda. Por su parte los locales tenían esa presión añadida de saber que aún no habían ganado en su estadio en toda la liga y además veían la última posición de descenso a tan solo tres puntos.

Primer susto para el Eintracht

Con la tensión por intentar conseguir una primera victoria en liga en su feudo, los de Frankfurt salieron más nerviosos de lo normal y sin ser capaces de trenzar alguna jugada que acabara con peligro.

Así pues, el Agusburgo aprovechó estos primeros dubitativos minutos para poner en aprietos a la defensa local. Aún no se había llegado a los diez primeros minutos cuando los visitantes reclamaron un penalti, que tras las repeticiones pareció claro. El cuero lo recibía Altintop que cuando se disponía a lanzar a puerta recibía un toque por detrás con la pierna cargada y no conseguía impactar el balón, no obstante el árbitro decidió dejarse de complicaciones y no apreció infracción alguna.

El Eintracht estaba ahogado por el medio y no era capaz de dar dos pases seguidos. Su peligro se limitaba a balones en largo a los que Joselu corría sin éxito pues si no era la defensa quien despejaba, era el portero, muy atento el que desbarataba sus atisbos de peligro en estos minutos.

Los visitantes estaban muy cómodos en el terreno de juego y se limitaban a salir a la contra con una velocidad vertiginosa e inquietando la portería de Trapp que sí es cierto, aún no había tenido que intervenir.

Werner era una auténtica pesadilla para Jung que veía como siempre le ganaba la espalda el habilidoso jugador de banda, y eran los demás defensas del Eintracht los que tenían que hacer la cobertura una y otra vez para sofocar los incendios por la banda derecha.

Gol del Augsburgo y reacción del Eintracht

El partido había pasado el ecuador de la primera parte y el encuentro comenzó a ver los goles que le habían faltado hasta entonces. Primero iban a ser los visitantes los que iban a adelantarse, eso sí con un poco de fortuna.

Era el minuto 33, cuando Schwegler en su intento por despejar un centro, remataba mal y retrasaba el balón hacia su área pequeña, y ahí aparecía un activo Bobadilla para rematar ante la inútil salida de Trapp que nada podía hacer por evitar el 0-1.

El gol lejos de mermar la moral del Eintracht, lo hizo reaccionar e ir al área de Hitz a por el gol. El protagonista de esta reacción fue Joselu, prácticamente desapercibido en toda la primera mitad.

El delantero español iba a participar en tres jugadas y una de ellas iba a propiciar el gol. Primero remató un balón a la salida de un córner que se marchó por encima del larguero. Después tuvo un mano a mano que le iba a parar el guardameta con el pecho y que finalmente iba a repeler el palo evitando el empate.

Pero finalmente, en un centro que no llegó a rematar, el balón le llegaba a Rosenthal que la empalaba y conseguía un auténtico golazo introduciendo el balón por toda la escuadra. Los locales conseguían el tan ansiado empate y se iban al descanso con un buen sabor de boca visto lo visto en la primera parte.

Misma historia en la segunda parte

El encuentro parecía tener el mismo guion que en los primeros 45 minutos. Y es que, la reacción del Eintracht en los minutos finales del primer periodo, se quedó en el túnel de vestuarios y era el Augsburgo el que volvía a crear peligro.

Esta vez iba a ser la dupla Werner-Hahn la que iba a silenciar el estadio con una gran ocasión. Werner se internaba por la banda, ponía el cuero en un centro raso a su compañero Hahn que con el portero batido no conseguía impactar con el balón.

Los locales se acudieron la presión inicial pero seguían sin poder dar tres pases seguidos y se limitaban a lanzar balones a Joselu, una isla durante todo el partido, que no podía más que provocar saques de banda estériles.

Una de las pocas ocasiones contadas del Eintracht fue un amago de chilena de Joselu, que no conseguía rematar el balón con una bonita acrobacia que no obtenía premio alguno.

Susto final para el Eintracht

Con los de Frankfurt lanzándose al ataque con más corazón que juego, llegó la ocasión más peligrosa de la segunda parte para el Augsburgo. Milik recibía el cuero en el medio campo, conducía sin oposición hacia la portería de Trapp pero su doble ocasión era repelida por el guardameta. Fueron 10 segundos interminables para los aficionados de Frankfurt que celebraron la parada como si de tres puntos se trataban.

El encuentro llegó a su fin con polémica y una afición local indignada con el árbitro. Djakpa se internaba por la banda, ponía el centro pero el balón golpeaba en la mano de un defensa sin que el colegiado señalara penalti.

Polémica final que no evitó que el Frankfurt siga sin ganar en casa en esta temporada, y con un Augsburgo que acumula cinco partidos sin perder y que se va con la sensación de los objetivos cumplidos en esta primera parte de la temporada.

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Sobre el autor
Manu Méndez Rodrigo
Apasionado del deporte. Fútbol español, internacional y NBA.