Ya desde inicio de esta nueva campaña se le venía exigiendo mucho al Borussia M’Gladbach. Y no es para menos, pues uno de los equipos más históricos de Alemania, más aún incluso que conjuntos de la talla del Borussia Dortmund y el Bayer Leverkusen, debería estar siempre entre los puestos europeos.

Diez años tuvieron que esperar los hinchas de los potros para volver a ver a su equipo en las altas esferas de la Bundesliga.

Diez años tuvieron que esperar los hinchas de los potros para volver a ver a su equipo en las altas esferas de la Bundesliga. Fue en la temporada 2011-2012, tras unas devastadoras campañas anteriores, cuando el Borussia Mönchengladbach consiguió resurgir de sus cenizas y volver a ocupar esos puestos que deberían pertenecerles por tradición, como segundo equipo que se ha hecho más veces con el título alemán. El conjunto que todavía albergaba entre sus filas a Marco Reus, consiguió clasificarse para la fase previa de la Champions, dando así por finalizada una racha que ya duraba 17 años. Ese equipo recordaba a los “Fohlenelf”de antaño, contaba con Jantschke, Patrick Hermman y ter Stegen, jugadores jóvenes, de gran nivel, como sus antepasados. Aires frescos y renovados a los que se les sumaban la veteranía de hombres como Martin Stranzl o Mike Hanke.

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Etapa de transición

Poco duró el sueño de la gran competición europea en la temporada 2012/2013 para los de Lucien Fravre, que a pesar del reconocimiento adquirido tras la pasada campaña, fueron eliminados en la previa de Champions por el Dinamo de Kiev y en octavos de la UEFA por el Olymique de Marsella. Por aquel entonces el equipo ya no contaba con figuras tan fundamentales como eran Reus y Dante, que habían sido fichados por Borussia Dortmund y Bayern de Múnich respectivamente. Este pasado año fue una etapa de transición para los potros que, sabedores de la marcha de dos de sus grandes estrellas, ficharon a Álvaro Domínguez del Atlético de Madrid y Granit Xhaka del FC Basilea.

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Tras dos años, contaban con las tablas suficientes para configurarse como una escuadra competitiva

No fue la pasada campaña “el gran año” para el equipo fundado en la taberna “Anton Schmitz”, de nuevo quedaron fuera de Europa, eso sí, sólo a tres puntos, ya que se quedaron octavos en la clasificación. A pesar de que todavía no había terminado de dar resultado, el proyecto del nuevo Gladbach, que rescataba lo mejor de su esencia, se estaba terminando de ensamblar. El grupo de jóvenes jugadores, tras dos años de experiencia, ya contaban con las tablas suficientes para configurarse como una escuadra competitiva, y poder llevar a su equipo a lo más alto de la competición alemana, como en “aquellos maravillosos 70”, cuando reinaba en Alemania.

Los de la Renania del Norte se han plantado en esta nueva temporada, con aires renovados y sed de victoria. No han tenido tanto que ver con bajas y altas como con el sentimiento de liderazgo, algo que están reflejando fielmente, y que está permitiendo crear un equipo sólido que sabe a lo que juega.

El gran logro de la directiva fue mantener a Patrick Herrmann y ter Stegen entres sus filas

Quizás, el mayor logro de los potros en la presente temporada ha residido en la gran actuación ante el mercado de fichajes de verano. Tras la marcha de los delanteros Igor de Camargo y Mike Hanke, el equipo tuvo que reforzarse en las filas de arriba, y para ello ficharon a una de las grandes apariciones del pasado año en la Bundesliga, Max Kruse y al exjugador del Schalke 04 y Hertha de Berlín, Raffael. Ambos jugadores, que se han hecho con puestos indiscutibles en el once titular, son la base fundamental de la evolución de los potros, y con sus actuaciones de cara a puerta han conseguido hacer del Borussia Mönchengladbach un club mucho más efectivo.

De igual modo, la gran hazaña de la directiva fue poder mantener a sus dos grandes piezas del curso pasado: Patrick Herrmann y el cancerbero estrella Marc-André ter Stegen, que ya se veía con un pie y medio en el FC Barcelona, y que ha vuelto a completar una estupenda primera vuelta siendo el tercer portero menos goleado, sólo por detrás de Neur y Leno.

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Como en casa, en ningún sitio

Sólo consiguieron acumular un punto en los primeros cinco partidos como visitantes

Los partidos a domicilio les complicaron el inicio de campaña a los de la Renania de Norte. El primer destino fue el Allianz Arena, campo complicado donde los haya, donde les esperaba el titán de Múnich dispuesto a comenzar el año primero de la tabla. Los potros no se lo pusieron fácil, y disputaron el balón, complicándole en más de una ocasión el partido a los de Pep, sin intimidarse ante el campeón de Europa, dejando entrever los nuevos tiempos para los de Mönchengladbach. Pero no fue suficiente, y comenzaron la temporada sin acumular ningún punto. Tampoco corrieron suerte en las visitas a Leverkusen, Hoffenheim, Augsburgo y Berlín, donde los de Lucien Favre sólo consiguieron sumar un punto en cinco partidos como visitantes.

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Otro gallo ha cantado en el Borussia Park, ya que los de Mönchengladbach se mantienen invictos en su campo, habiendo dejado escapar únicamente dos puntos contra el Wolfsburgo. Este hecho, sumado a que llevan tres partidos consecutivos sin perder fuera de casa, les ha permitido colocarse en la tercera posición en la tabla germana. Codiciado puesto que le arrebataron la pasada jornada al Borussia Dortmund.

Europa, dulce Europa

Lucharán junto a Dortmund, Wolfsburgo y Hertha de Berlín por los puestos europeos

El sueño europeo vuelve a la mente de los potros, que intentaran mantenerse en lo más alto. Dura tarea para los de Lucien Favre, pues luchando por esos ansiados primeros puestos de la competición doméstica se encuentran también Dortmund, Wolfsburgo y Hertha de Berlín, de los que sólo le separan uno, dos y cinco puntos respectivamente. No cabe duda que plantearán una bonita lucha en la segunda tanda de la temporada. Los de Mönchengladbach tienen a su favor haber pasado ya por dos de los campos más complicados, sedes de Bayern y Leverkusen, pero tendrán que mantener el nivel de juego que vienen desempeñando estos últimos partidos si quieren estar a la altura de sus rivales, pues no se permiten fallos en la lucha por el tercer puesto.

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Contragolpe como modo de vida

Para ello deberán continuar con la dinámica de juego que tan bien les ha funcionado esta primera ronda. El contragolpe define al Gladbach, esperar a su oponente en su campo para luego salir a la contra. Le ha resultado el mejor método para hacer daño, convirtiéndose así en uno de los mejores equipos en esto de la salida rápida.

A pesar de la gran capacidad que tienen para atacar a gran velocidad, esta condición se vuelve un arma de doble filo, pues en los partidos en los que cuentan con cierta superioridad aparente ante su adversario, continúan esperando en la zaga.

Ante la imposibilidad de atacar son un equipo muy previsible

En esos encuentros es dónde se atisba el gran “pero” del equipo. Los de Lucien Favre sufren, y mucho, generando juego desde atrás, sobre todo cuando la defensa se encierra y no encuentran espacios. Ante la imposibilidad del contragolpe, el equipo se vuelve muy previsible y con poco potencial de ideación. Para estas ocasiones, el Gladbach guarda un as en la manga en forma del venezolano, Juan Arango, que ha permitido desatascar el marcador en más de una ocasión con magnificas jugadas a balón parado.

Tirando de calidad individual

A pesar del gran juego colectivo, no escatima el conjunto en calidad individual. Por ello merecen una mención especial Raffael, ter Stegen y Arango, que han desempeñado un papel fundamental en los triunfos del M'Gladbach.

Raffael

A lo que ya venía siendo una plantilla con gran potencial, se le sumó este pasado verano Raffael, procedente del Schalke 04. Este gran delantero se ha desenmascarado como un magnífico goleador, convirtiéndose en el máximo anotador de la plantilla. El brasileño destaca por una gran capacidad asociativa, que sumado a su habilidad e imaginación, aporta un plus al Gladbach cuando el equipo se atasca, bajando al centro del campo y ayudando a crear juego.

Marc-André ter Stegen

Poco tiene que envidiar el conjunto alemán a los grandes clubs del mundo en cuanto a portería se refiere, teniendo bajo su arco a Marc-André ter Stegen. El guardameta, que parece todo un veterano en esto del fútbol, cuenta a su espalda con tan sólo 21 años de edad y lleva ya varias temporadas rindiendo a máximo nivel. Sus grandes cualidades son la rapidez y la capacidad de reflejos, que transmiten tranquilidad a la zaga y aportan mucha solidez a la parte de atrás del equipo. Como todos los grandes nombres de clubs relativamente modestos, lo más probable es que acabe saliendo del club germano, rumbo a un gigante de Europa, eso sí, seguro que deja en las arcas del Mönchengladbach una suculenta suma de dinero para poder hacer lo máximo posible por subsanar la perdida.

Juan Arango

Por último, pero no menos importante, el alma del equipo corre a cargo del venezolano Juan Arango, que a sus ya 33 años de edad, aún continúa siendo un jugador determinante. En su cuarta temporada en el club alemán, cuenta con el título de uno de los hombres más queridos del club. No es para menos tal condición, pues a pesar de haber bajado su rendimiento como extremo, en cuanto a velocidad y desborde se refiere, su saber estar y su magnífico golpeo de balón siguen permitiendo aumentar el marcador del Borussia Mönchengladbach.

Futuro incierto a la par que prometedor

El Mönchengladbach termina esta primera vuelta con muchas expectativas de cara al 2014, dejando entrever de lo que pueden llegar a ser capaces si consiguen seguir haciendo tanto daño de cara a puerta y si continúan contando entre sus filas con jugadores, que gracias a su calidad individual, están reportando ya alguna que otra alegría a una afición con sed de gloria.

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Imágenes jugadores: www.24.media.tumblr.com

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