Saltaba el Dortmund al campo de un combativo Eintracht con la misión indiscutible de conseguir sí o sí los tres puntos. Su tropiezo de la pasada jornada le dejaba a cuatro puntos del Leverkusen en la lucha por la segunda posición, por lo que la victoria se antojaba importantísima para seguir al acecho del Bayer.

Con la baja de Kuba, Klopp recibía como agua bendita a Hummels, recuperado de su lesión y así podía trasladar a Bender al mediocentro, lugar mucho más adecuado para el talentoso jugador alemán que formó una buena dupla con Sahin en el día de hoy.

Primeros minutos para el Eintracht

Diferencia de calidad, de presupuesto, de equipo, pero el Braunschweig salió decidido a hacerse con la victoria con un gran empuje inicial que se transformó en varias ocasiones que no fueron gol por muy poco.

Primero fue Nielsen el que a los tres minutos de encuentro tuvo la oportunidad de un mano a mano con Weindefeller pero cuando se disponía a disparar, apareció Sahin con una espléndida segada para despejar el balón a córner.

El Dortmund sufría con una gran presión local que ahogaba sus líneas de creación y el Eintrach seguía a lo suyo. Esta vez fue Kessel, que firmó un auténtico partidazo, el que remató ligeramente por encima de la portería del Borussia cuando tenía una gran ventaja para conseguir el gol.

Aubameyang consigue el 0-1

Con los visitantes en la cuerda floja, apareció la calidad de los jugadores de arriba para marcar la diferencia. El Eintracht había perdonado demasiado y eso ante un equipo grande lo acabas pagando.

Balón que cogió Reus para Lewandowski, el polaco conseguía picar la pelota por encima de Davari y Aubameyang con el pecho, aunque posiblemente el cuero entraba en la portería, la empujaba atisbando cuando signo de duda.

El Dortmund se vio con un 0-1 inesperado e inmerecido en los primeros 45 minutos, pero que le permitían afrontar la segunda parte con ciertas garantías, ante un equipo bajo de moral, pero con el apoyo de la afición durante los 90 minutos.

Kessel consigue el premio del gol

La segunda parte comenzó con la dupla Reus-Lewandowski de nuevo como protagonistas. Y es que, fueron un auténtico quebradero de cabeza para la defensa local en todas las jugadas de ataque.

El delantero polaco en su faceta más generosa, cedía el cuero a Reus para que se plantara mano a mano ante guardameta local, que le ganaba la partida y conseguía despejar a córner lo que pudo ser el 0-2.

De la sentencia pasamos al empate en tan solo dos minutos. El Dortmund sufrió mucho todo el partido con los saques de esquina y fue en un córner donde llego el 1-1. Balón colgado desde la derecha que se paseaba ante la parsimonia defensiva y Kessel disparaba a bocajarro a Weinderfeller que tocaba la pelota pero no conseguía despejarla.

Tras el empate, el Eintracht desaparece

El 1-1 pareció dejar sin gasolina a los locales que bajaron la presión y la intensidad defensiva ante un Dortmund que parecía ir a más con el paso de los minutos. La mejora del Borussia se tradujo en otro gol que a la postre sería definitivo para el encuentro.

Reus era el asistente y otra vez Aubameyang, el protagonista del gol. El africano recibía el balón en un gran contrataque conducido por el jugador alemán y la colocaba rasa con la zurda lejos del alcance de Davari que nada pudo hacer en ninguno de los dos goles.

Eran los mejores minutos en mucho tiempo de los visitantes, que por otra parte pudieron terminar el encuentro con una gran goleada con una infinidad de ocasiones que no acabaron dentro de la portería por cuestiones del azar.

Reus tuvo dos ocasiones, una con una falta sorprendente lanzada desde el mediocampo que golpeaba en el larguero y un mano a mano que volvía a ganar el portero local con un gran pie que evitaba que el alemán se fuera del encuentro con un gol en su casillero.

También la tuvo Lewandoski que tras una pared con Reus se quedaba a portería vacía pero su disparo lo sacaba Kessel con una gran estirada desde detrás. Sin duda alguna el defensa del Eintracht fue el más destacado de su equipo.

Susto final para el Borussia

Con el partido muerto, llegaron las dos últimas ocasiones claras del encuentro. Primero fue Mkhitaryan el que pudo sentenciar con un mano a mano que se estrellaba en el palo. Pero sin duda alguna la oportunidad más clara la tuvo Bicakcic con un remate en la prolongación que se estrellaba también en la madera, que escupía el balón a las manos de Weinderfeller, suerte para los visitantes, que tras este susto, vieron como el colegiado señalaba el final del encuentro.

Tres puntos importantísimos para conseguir su único objetivo, el de firmar la segunda plaza para la temporada que viene.