El Werder Bremen se las prometía muy felices allá por el minuto 3 de encuentro cuando se adelantaba en el electrónico del SGL-Arena por medio de un cabezazo inoportuno de Callsen-Bracker en propia meta a la salida de un corner. Sin embargo, hicieron falta 45 minutos para que el conjunto dirigido por Robin Dutt se diera de bruces con la realidad. La realidad de una plantilla que no encuentra un estilo de juego, la realidad de un conjunto que presenta infinidad de lagunas defensivas y nulo olfato goleador y la realidad del descenso. Los clubes de la zona caliente de la tabla siguen sumando, el Werder se estanca y Robin Dutt sigue sin dar con la clave para mejorar la situación.

En frente se encontraba un Augsburgo que suma, con la de hoy, su cuarta victoria consecutiva en casa y su séptimo partido seguido sin hincar la rodilla. Un equipo ejemplo de la perseverancia y la creencia en su juego. El conjunto dirigido por Markus Weinzierl no hace malabarismos, no emociona, no se colará en los libros de historia del fútbol moderno, pero sabe a lo que juega. Bandas abiertas, toque, paciencia y sobre todo intensidad. Intensidad en defensa y en ataque. No dar un balón por perdido y creer en la imaginación de sus dos mejores piezas: Hahn y Altintop.

El club bávaro regaló un gol y los primeros minutos de partido al Werder Bremen. Acto seguido, se hizo con el esférico y el tempo del encuentro. En el minuto 6, Baier provocaba el ¡uuuy! de la grada al toparse con el poste en un lanzamiento de falta. Solo cinco minutos después, Baier volvería a probar fortuna desde idéntica posición, la barrera volvería a hacer aguas y, esta vez, sí acabaría el balón dentro de la red.

Expulsión injusta de García

Con el 1-1, llegaron los bostezos a la grada, el Augsburgo dominaba pero no sentenciaba y el Werder Bremen seguía sin tomar riesgos. Entonces llegó la jugada polémica del partido. Tras un corner, el balón queda muerto en el segundo palo y tanto Ostrzolek como Santiago García se tiran a por él. El defensa polaco del Augsburgo llega antes y se tira al suelo fingiendo un plantillazo inexistente del lateral argentino del Werder. El árbitro ni se lo piensa y expulsa por doble amarilla a un García, que enloqueció por la decisión y se fue a pedir explicaciones al juez de línea.

Sentencia en 10 minutos

La expulsión de García provocó la decisión de Robin Dutt de meter a Schmitz en su posición y sacar a un poco inspirado Petersen del campo. Sin embargo, el peso de Santiago García en este equipo es mayúsculo, y la irregularidad y poca fortuna que arrastra Schmidt en sus últimas actuaciones ayudaron a que el Augsburgo sentenciara el encuentro en tan solo 10 minutos.

El 2-1 llegaría en el minuto 49 de las botas de Altintop. Hahn se adentra sin problemas por la banda defendida por Schmitz, pone un gran centro al segundo palo y el mediapunta turco cruza el cuero sin dejarlo botar. Un golazo. En el 55 llegaría la puntilla de la manera más cómica. Un balón largo y sin peligro provoca un malentendido entre Schmitz y Wolf, el guardameta quiere recoger el balón pero Hahn, que había corrido tras el lateral, mete la puntera para robarle la cartera y acaba empujando el esférico a la red a puerta vacía. Un tanto de pillo para redondear la gran actuación del interior alemán del Augsburgo, un puñal en la ensangrentada banda bremeniana en el día de hoy.


FC Augsburg 3 - 1 SV Werder Bremen Bundesliga...

El Augsburgo vuela y el Werder se hunde

Con la victoria de hoy, el Augsburgo prolonga su racha de 7 partidos invicto y se mete en la pelea por los puestos europeos. La próxima jornada lindará contienda con otro equipo de la zona baja, el Stuttgart. Por su parte, el Werder Bremen se mete en apuros. Al término de la jornada puede acabar a solo tres puntos del puesto de relegación y la próxima semana se enfrenta al Borussia Dortmund.