La importancia de la lucha por los puestos de Champions siempre es un plus a la hora de evaluar la repercusión de un partido, por ello, este Schalke-Wolfsburgo se presentaba como el encuentro más atractivo de la jornada. Un encuentro que, sin duda, estuvo marcado por la salida de Diego Ribas a tierras hispanas, donde ahora forma parte del Atlético de Simeone. Duro revés para el Wolfsburgo, que ha visto escapar al gran capitán de su navío. Aunque no ha resultado un sabor tan amargo, teniendo en cuenta que, desde hace algún tiempo para acá, el joven canterano Maxilmilian Arnold ha estado completando estupendas actuaciones, ganándose de este modo toda la confianza de Hecking.

El Schalke comienza marcando "il tempo"

El Schalke, que contaba con una larga lista de bajas, comenzó luchando el balón y complicó mucho el juego al Wolfsburgo, al que no permitió tocar con asiduidad el esférico. Con el equipo de Hecking bloqueado y los mineros presionando arriba, los primeros compases del partido se decantaron hacia el bando local. No es de extrañar pues, que en el minuto 8 de partido llegara el primer gol, un tanto afortunado, de la mano de Santana. El equipo de la Renania del Norte, se encontraba cómodo, y eso se reflejó en el terreno de juego. Tras el gol, el equipo de Keller se vio con el margen suficiente como para permitir cierto acercamiento al Wolfsburgo. A pesar de ello, los lobos no consiguieron crear jugadas realmente peligrosas, pues el no poder gozar del dominio del balón les dificultaba mucho el juego.

Con Medojevic lesionado, Arnold se retrasó al puesto de doble pivote

Uno de los puntos claves del partido residió en la posición del mediapunta de 20 años de edad, ya que, con Medojevic lesionado, Arnold se retrasó al puesto de doble pivote, algo que no le benefició, pues su situación en el campo le exigía dar la salida de balón, y no convenció en su ejecución. Esta misión corrió a cargo de Naldo, que lo intentó sin demasiada suerte, pues sus subidas no lograban llegar a buen puerto. Todo ello sumado al hecho de que Ricardo Rodríguez no realizó una actuación memorable, dio como resultado que el manejo del esférico fuera misión imposible.

(www.vfl-wolfsburg.de)

A pesar de que, hacia la mitad de la primera parte, el Wolfsburgo gozó de un par de buenas ocasiones de la mano de Naldo y Ochs, el equipo seguía estancado. La pérdida de balón se convirtió en un hecho frecuente, lo que les imposibilitó poder realizar jugadas completas. El Schalke seguía como pez en el agua, estaba confiado y con más chispa y, por tanto, sus llegadas a la portería contraria se reiteraban con asiduidad.

En torno a la media hora de juego, la desesperación comenzó a impregnar las filas del equipo de Hecking, que aturullados, se dedicaron a perder el cuero precipitándose con balones largos. No les vino mal, por tanto, que los mineros decidieran bajar aún más la intensidad al partido. Gracias a esto, Luiz Gustavo gozó de una gran ocasión para empatar el partido, pero con una parada que derrochó calidad por parte del portero del Schalke, no fue posible. La reacción tardía no pudo dar mucho de sí, pues el árbitro no tardó en marcar el fin de la primera mitad.

Tocado y hundido

La reanudación del partido trajo consigo la expulsión de Caliguri por roja directa, tras una absurda protesta. Esto provocó un desequilibrio en el juego del Wolfsburgo, que tuvo que irse con todo al ataque. El Schalke, lejos de aprovechas su superioridad numérica, permitió al Wolfsburgo tener más el balón. Los locales no veían necesidad en acercarse al área rival, pero a pesar del margen que les concedieron, los lobos no conseguían incomodar a Fährmann.

(www.vfl-wolfsburg.de)

De Bruyne, que no había destacado a lo largo del partido, estuvo mucho más activo

De Bruyne, que no había destacado a lo largo del partido, estuvo mucho más activo, y se dedicó a bajar al medio campo para recoger los balones, pues Arnold seguía sin dominar eso de la salida de balón. El recién llegado completó su actuación con un estupendo pase a Perisic, desaparecido durante todo el encuentro, que remató a portería, pero detuvo Färhmann. Sin embargo, el portero local, que estaba completando una gran actuación, no pudo impedir que Arnold convirtiera su rechace en gol e igualara el partido.

El gol despertó al Schalke, que reaccionó. Por su parte, el equipo de la Volkswagen siguió intentándolo, pero de un modo más conservador, pues el empate les sabía a gloria teniendo en cuenta que jugaban fuera de casa y que contaban con inferioridad numérica. Finalmente, el juego del Schalke dio sus frutos, y a diez minutos de la conclusión del encuentro permitió a los locales alzarse con la victoria gracias a un espectacular gol de Boateng. Una jugada trenzada del Schalke iniciada por una pared entre Meyer y Neustädler, permitió que este último encontrara el hueco dentro de área para mandar el balón a los pies del ghanés, quien se encargó de transformar la jugada en gol. Tras el tanto el Wolfsburgo se vio incapaz de reaccionar y de este modo el Schalke pudo hacerse con los tres puntos, que los sitúan en el cuarto puesto de la tabla germana, el cual lleva consigo un billete para la Champions.

El Veltins Arena fue el encargado de reflejar que, si bien el equipo de Hecking puede presumir de ser uno de los clubs que cuenta con unas arcas bien repletas de dinero, todavía no se configura como un equipo lo suficientemente regular como para luchar por los primeros puestos de la competición. Por otro lado, el siempre impredecible Schalke, supo jugar sus cartas y conseguir tres codiciados puntos que le acercan un poco más a Europa, ya que sus dos rivales directos no han acumulado puntos esta jornada.