La jornada 20 arrancaba con un enfrentamiento que no iba a dejar a nadie indiferente. El derbi regional entre Monchengladbach y Leverkusen no se avecinaba como uno cualquiera, sobre todo si se tenía en cuenta la situación de ambos clubs en la clasificación: quinto contra segundo. No era un duelo directo, cada equipo tenía objetivos distintos, pero no menos importantes: los aspirineros requerían de tres puntos que les permitieran mantener un cierto colchón con el Dortmund, y los potros, sabedores de haber perdido los dos últimos partidos, necesitaban redimirse para dejar claro que ellos también tienen papeletas para conseguir un pase a Champions.

No pintaban bien las cosas para los de Lucien Favre, los precedentes estadísticos dejaban un total de 21 partidos jugados en el Borussia Park, en los que el Leverkusen no conocía la derrota, y hacía ya dos jornadas que el Gladbach había perdido la imbatibilidad en su estadio, de la mano del todopoderoso Bayern. Aun así, el Leverkusen tampoco atravesaba su mejor momento: tras perder tres partidos seguidos, el Bayern se había escapado, y los de Klopp empezaban a acechar por detrás. La victoria contra el Mainz la pasada jornada había permitido que el desasosiego menguara, pero el Dortmund seguía cerca.

La táctica y el miedo impregnan el partido

A pesar de que en los últimos partidos disputados entre ambos equipos habían acabado con un marcador repleto de goles, no se tardó en atisbar, una vez iniciado el partido, que el duelo no iba a acontecer como se podía haber previsto. El miedo se apoderaba de cada jugada, al igual que el sistema táctico, y ningún equipo quería arriesgar. Ambas escuadras tenían claro como neutralizar al rival: el Leverkusen se encontraba cómodo, dejando tocar al Gladbach, sabedor de sus problemas en el manejo fluido del esférico y su dificultad para profundizar; Los potros, por su parte, ejercían una buena presión arriba, incomodando más el Leverksuen e impidiendo el juego visitante, pues “los aspirineros” sí que contaban con más argumentos de cara a crear juego colectivo.

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El Monchengladbach fue el primero en hacerse con una ocasión de relativo peligro. Un saque de esquina, propiciado por la presión que estaban ejerciendo en la defensa rival, terminó en una volea de Herrmann desde fuera del área, muy dura pero falta de colocación, que detuvo Leno. Los potros sabían que la forma de hacer daño al Leverkusen debía ser esa, presionar y robar arriba, y así poder atacar rápido sin madurar mucho la jugada.

No obstante el Leverkusen parecía tener más claro qué hacer con el balón. Su trivote le daba superioridad en el centro del campo, y le permitía contar con más recursos a la hora de sacar el balón jugado. No es de extrañar que con el Leverkusen encerrado en su campo y el Monchengladbach, sin saber qué hacer con el balón, hubiera que esperar hasta el minuto 37 para ver la primera ocasión de los aspirineros. Fue Kiessling quien se coló en el área y remató a puerta, pero desde una posición forzada, por lo que ter Stegen no tuvo muy complicado detener el cuero. Los aspirineros comenzaron a apretar, aprovechando su calidad por las bandas, de la mano de Son, que lo intentó con un tiro a puerta fuera del área, pero se fue alta.

Al Leverkusen le faltó ese punto de descaro que le hubiera permitido adelantarse en el marcador

El partido estaba siendo hermético, ninguno de los dos equipos parecía estar buscando el gol con demasiado ahínco, y al Leverkusen le estaba faltando ese punto de descaro que le hubiera permitido adelantarse en el marcador, pues estaban siendo superiores. Parecía que ambos equipos se conformaban con el empate, a los de Sammy Hyypia le valía más tener el partido controlado que un gol, y los “Folhenelf” no podían arriesgar. Así se llegó al descanso con un 0-0 que no avecinaba un buen segundo tiempo.

Acción-Reacción

Tras una primera parte tediosa, el Leverkusen reaccionó en el segundo tiempo, las trompetas de guerra sonaban en el bando visitante, que parecía no conformarse ya con el empate. Los “Werkself” encerraron a los de Lucien Favre en su campo, que tuvieron que recurrir a la contra descaradamente. Fue a raíz de una contra como llegó el primer y único gol del partido, pero no del Gladbach, sino del Leverkusen. En el minuto 60, tras una jugada de ataque de los potros, en la que Raffael perdió el balón en la frontal del área, se generó el contragolpe de los “aspirineros”. Ésta finalizó con un golazo de Son, gracias a un disparo desde fuera del área, que entró por toda la escuadra, y ante el que esta vez, Ter Stegen no pudo más que ver como se colaba en la portería.

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Tras el gol, el Leverkusen no se achantó, pero perdió intención en el juego. En una nueva jugada la tuvo Kiessling, gracias a un gran pase de Hilbert, pero la mandó demasiado escorada. Le llegó el turno al Gladbach, que aprovechando el margen que le concedió el rival, consiguió algún hueco para llegar al área visitante. Hacia el minuto 75, el juego de los potros se concentró en la banda izquierda, todos los balones pasaban por Wentd, Arango y Kruse, que lo intentaban una y otra vez. Kruse protagonizó la ocasión más clara del partido para los “Folhenelf”, gracias a un desmarque que le permitió chutar a portería, pero detuvo Leno.

Poco más pudieron hacer los de Lucien Favre, pues el Leverkusen se situó muy bien atrás, dificultando mucho la intrusión de los potros. Kruse se dedicó a mandar balones al centro del área, pero a pesar de la entrada del rematador Mlapa al terreno de juego, ninguno acabó en las redes visitantes.

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Toca defender la posición

El resultado, que acabó decantado hacia el bando visitante, deja muy tocado al Gladbach, que acumula tres derrotas consecutivas, dos de ellas en casa. Esta situación complica su lucha por la Champions, pues una victoria del Borussia y del Schalke podría alejarles 6 y 4 puntos de la tercera y la cuarta plaza, respectivamente. Además sus perseguidores, el Wolfsburgo y el Mainz, podrían colocarse empatados a puntos con los potros al finalizar la jornada. El Leverkusen, en cambio, ha hecho bien los deberes y vuelve a casa con los tres puntos, que si bien en el principio del encuentro parecían no ser algo fundamental, les vienen muy bien de cara a mantener la segunda posición en la tabla.

Gol de Heun Ming Son: