En un encuentro en el que parecía absolutamente imposible pensar en una remontada, el Bayer Leverkusen logró sacar una mejor presentación de las realizadas en las últimas semanas, aunque no le bastó para arrebatar algo positivo en suelo francés y cayó 2 por 1 ante un PSG que mostró una dinámica a medio vapor y pensando únicamente en jugar con la ventaja a favor obtenida en Alemania. El Bayer Leverkusen mostró más ambición que el partido de ida y un orden táctico más aceptable, aunque los despistes en defensa los pagaron caro ante un equipo que decidió no poner el pie en le acelerador.

Primeros minutos de fe

El partido inició como se esperaba de parte del PSG. Laurent Blanc guardó sus piezas claves, sobre todo en defensa y mediocampo, aunque puso sus tres ases a la ofensiva: Ibrahimovic, Lavezzi y Cavani. El Leverkusen, por su parte, optó por Derdiyok en punta y el adelantamiento de Gonzalo Castro junto a Sidney Sam como tridente ofensivo. El partido arrancó con un empuje sorprendente de parte del equipo germano, quien al minuto 2 tenía su primera aproximación a puerta por intermedio de Emre Can. El mediocentro ganó un balón en zona media, enfiló hacia el frente y, sobre tres cuartos de cancha, mandó un derechazo potente que Sirigu mandó a tiro de esquina.

Apenas dos minutos después era Sam quien le ganaba la espalda a Digne y forzaba al lateral zurdo a provocar un tiro de esquina. El Leverkusen era mejor, pero bien dicen que las tragedias siempre van acompañadas de un pequeño "rayo de esperanza" antes de devolver a sus protagonistas a su fatídico destino. Ese rayo de esperanza, en esta tragedia futbolística, llegaría luego de ese córner. La presión alta afixiaba al PSG y provocó el error en la salida. Rolfes robó el balón, cedió para Can, quien de primera intensión tocó para Donati. El lateral derecho ganó la banda y conectó un centro que encontró solo a Sidney Sam en punto penal y el cabezazo del mediapunta se coló junto al poste derecho de Sirigu. Era el 1 a 0 y el Leverkusen tuvo auténticos minutos de fe en la remontada.

"Era el 1 a 0 y el Leverkusen tuvo auténticos minutos de Fe en la remontada."

Con el gol, el equipo de Hyypiä creyó en sus posibilidades y se tomó en serio, no solo la despedida digna, sino la posibilidad de aprovechar el sopor con el que el PSG iniciaba el encuentro.Presión sobre la salida contraria y apertura por las bandas eran las apustas de Hyypiä y sus pupilos. Donati parecía aprovecharse de la ausencia de Maxwell y Guardado de un lento Jallet para conseguir desbordes peligrosos pero cuyos centros no terminaban más allá de las manos de Sirigu o el rechazo de los centrales.

El duro golpe de la realidad

Sin embargo, la tragedia del Leverkusen le arrebataría sus minutos de fe en cuestión de un minuto. Al 12', un balón mal circulado entre Rolfes y Reinartz era recuperado por Cabaye, quien cedía a Zlatan por entre los centrales. El sueco controló de zurda orientando el balón hacia su pierna derecha y conectó un disparo seco que Leno logró puntear con el botín derecho y mandar a tiro de esquina. Justo en esa jugada, el cobro de esquina de Pastore encontró a un Marquinhos que le ganó el salto a Rolfes y Reinartz en punto penal y colocaba el testarazo junto al poste izquierdo de Leno para decretar el empate.

"Con el gol del PSG, la moral del Leverkusen se derrumbó"

Con el gol del PSG, la moral del Leverkusen se derrumbó y todos los elementos positivos mostrados hasta antes del gol de Marquinhos quedaron en el olvido. La presión alta dejó de existir y el control que Rolfes había ganado en zona media desapareció. Sobre el minuto 18, Ibrahimovic volvía a tomar un pase en profundidad de Cavani y con toque sutil disparaba sobre la salida de Leno, pero su disparo chocó contra el larguero y salió desviado. Dos minutos después, nuevamente Ibrahimovic le ganaba la espalda a Töprak y conectaba de zurda, pero su disparo tomaba altura y se iba sobre el marco de Leno. El PSG dominaba las acciones ante un Leverkusen que se desdibujaba con el paso de los minutos.

Pero la jugada que sentenciaría el fin de la travesía europea del Leverkusen estaba por llegar. Sobre minuto 26, mientras el PSG era amo y señor del medio campo, un balón largo de Rolfes encontró a Derdiyok en el área rival. El delantero suizo controló y acomodó para su perfil zurdo, pero al intentar dar la vuelta para quedar frente a Sirigu, Jallet llegó tarde, tomó por la camiseta al atacante y lo derribó por detrás para que Evan Bebek decretara la pena máxima. Era una oportunidad de oro para el Leverkusen, pero se esfumó al instante. Rolfes tomó el balón y lo puso en punto penal. Su cobro iba con potencia sobre el poste izquierdo pero la curva no terminó de ser totalmente fina y Sirigu interceptó el esférico antes que terminara de abrirse y colarse sobre el poste. El partido continuaba 1 a 1 y el Leverkusen dejaba ir la más clara oportunidad de ponerse arriba.

"Los primeros 10 minutos mágicos del Leverkusen quedaron en nada"

Los últimos 15 minutos del primer tiempo fueron de absoluto control francés aunque sin mayores acciones de peligro. Por su parte, Rolfes y Reinartz intentaban empujar al equipo desde atrás y Can corría por el campo sin conseguir la profundidad necesaria para atacar. Derdiyok lucía solo contra Silva y Marquinhos mientras Sam y Castro desaparecieron por completo del encuentro. Los primeros 10 minutos mágicos del Leverkusen quedaron en nada.

Un segundo tiempo con mejor matíz alemán

El segundo tiempo del partido iniciaba con un Leverkusen renovado, más intentando jugar con corazón e ímpetu para mejorar su imagen que con ideas claras de cómo conseguirlo. Sin embargo, las amarillas para Derdiyok y Can en los primeros 5 minutos mostraron que el Leverkusen tenía actitud pero no orden táctico. Sin embargo, un nuevo golpe sólido del PSG llegaría al minuto 53, cuando Digne le gana la banda derecha a Donati y Can, se cuela hasta línea final, conecta un centro retrazado y Lavezzi pone un derechazo de primera intensión imposible de atajar para Leno. Era el 2 por 1 y el PSG, otra vez, volvía a golpear la moral alemana.

"El Leverkusen reaccionaba de mejor forma al 2 a 1 que al empate"

Sin embargo, esta vez, el golpe moral fue repuesto por el Leverkusen. Ya sobre minuto 55, Reinartz sorprendía con un disparo de fuera de área que SIrigu mandaba a córner. Castro se animaba dos minutos después y Sirigu tapaba nuevamente. Rolfes filtraba un pase en profundidad al minuto 60, pero el recorte de Derdiyok sobre la salida de Sirigu lo dejaba sin ángulo para disparar y su centro fue cortado por Rabiot.

Luego, al 62' era Sam quien probada a marco tras una gran jugada sobre banda derecha pero, una vez más, Sirigu mandaba a tiro de esquina. El Leverkusen reaccionaba de mejor forma al 2 a 1 que al empate.

El único susto que el PSG metió en la defensa germana fue nuevamente por intermedio de Zlatan pero su disparo se fue desviado sobre la puerta de Leno. Como respuesta, el Leverkusen volvía a empujar por intermedio de Rolfes, quien filtraba balón a la espalda de los centrales y encontraba a un Derdiyok cuyo disparo fue contenido por Sirigu cuando estaba a punto de colársele por entre las piernas.

La expulsión que acabó con todo

Pero el ímpetu y la actitud, si no se manejan sabiamente, terminan ocasionando más problemas que soluciones. Eso lo vivió Emre Can quien, por salir a disputar un balón en la salida de Cabaye, sobre el minuto 67, terminó por alcanzar a rozar el tobillo derecho del francés y recibió su segunda tarjeta amarilla y la expulsión consecuente. La amonestación parece, a primera vista, bastante rigurosa, sin embargo el árbitro considero oportuno amonestar a Can y el Leverkusen se quedaba con uno menos.

"A partir de ahí, el PSG volvió a hacerse con el control de las acciones del encuentro"

A partir de ahí, el PSG volvió a hacerse con el control de las acciones del encuentro. Al minuto 70, Cavani tomaba velocidad, dejaba atrás a Guardado y justo antes de disparar era cortado por Wollscheid de manera oportuna. Dos minutos después, era Pastore quien probaba de fuera de área pero Leno tapaba su disparo. Blanc daba por cerrada las acciones y movió sus piezas sacando a Ibrahimovic y a Lavezzi para darle paso a Ménez y Lucas Moura respectivamente.

Las previsiones de Blanc eran acertadas, ya que sobre los 10 minutos finales el partido se tornó áspero y bastante físico. La frustración del Leverkusen era más que evidente y las entradas duras abundaron en el tramo final del encuentro. Las amarillas para Rabiot y Wagener fueron meras advertencias para dos equipos que respondían con agresividad en la siguiente jugada cuando se producía una acción fuerte previamente. Las llegadas a marco rival terminaron y el PSG, a partir del minuto 85, comenzó a tocar el balón en su propia zona para evitar lesiones o sanciones innecesarias. El Leverkusen dejó de atacar y simplemente cedió al intento francés de bajar revoluciones en el encuentro. El 2 a 1 era más dignificante despedida que una nueva goleada.

El partido concluía con la victoria local y la satisfacción visitante de haber dado una mejor presentación que en el partido de ida. Los dirigidos por Hyypiä se despiden así de una Champions League que prometía mucho debido a su buen rendimiento sobre el inicio de campaña. Pero el terrible bajón del equipo de las aspirinas en los últimos meses (sobre todo luego del parón invernal) los dejan ahora fuera de Europa y arrastrando una goleada en casa que los condenó a la eliminación ante el PSG.

Todas las imágnes tomadas de: http://es.uefa.com.