La liga más allá del Bayern de Múnich comenzaba esta misma tarde para los dos equipos de Westfalia. Sin posibilidad matemática de alzarse con el título de liga, el subcampeonato se convertía en el objetivo principal de Borussia Dortmund y Schalke 04. El Dortmund llegaba con ganas de ampliar la renta de tan sólo un punto respecto a su máximo rival, el propio Schalke, que no olvidaba la derrota en la primera vuelta por 1-3 en el Veltins Arena y buscaba venganza. Segundo contra tercero; futuro contra pasado rival del Real Madrid en la Champions League. El Signal Iduna Park, como siempre, un completo caldero para animar a su equipo y poner en tensión a un rival que nunca es bien recibido.
Los dos equipos salieron con muchas ganas de no decepcionar, lo que provocó que los primeros minutos fuera un tuya-mía que impedía las ocasiones de ambos. El Schalke controló la posesión durante los primeros veinte minutos de partido, pero las ocasiones de peligro no llegaron, en gran medida provocado por un desaparecido Huntelaar. Con el empuje de su público el Borussia Dortmund se animó y el partido cambió de color y de dueño. El canterano Durm hizo las veces de Schmelzer y no decepcionó.Mkhitaryan y Reus tuvieron las ocasiones más claras, el primero con un disparo desde fuera del área que sacó magistralmente Fährmann, y el segundo con un mano a mano que, otra vez, Färhmann se encargó de frustrar.
De no ser por Fährmann, los mineros habrían sufrido una goleada escandalosa
Al final del primer tiempo, las estadísticas hablaban por sí solas: 54% de posesión y 11 tiros tiros para el Borussia, por 44% y tan sólo 6 disparos del Schalke. A la vuelta de los quince minutos de descanso el panorama no cambió y el Borussia buscó los tres puntos de todas las maneras posibles, pero se topaba continuamente con un Fährmann que estuvo soberbio. De no ser por el joven portero alemán, los mineros habrían salido del Signal Iduna Park con una goleada escandalosa.
Cuando no era el acierto del portero contrario, era los propios jugadores del Dortmund los que frustraban sus ocasiones de ganar el encuentro. Mkhitaryan cruzó demasiado un balón en un uno contra uno, mientras que Lewandowski solo ante el portero y con Reus preparado para empujar el balón a su lado, decidía recortar y desperdiciaba la ocasión más clara del partido para los suyos. Tras esta ocasión, Fährmann aún tuvo tiempo de sacar una mano espectacular a un cabezazo de Reus.
Reparto de puntos y todo sigue igual
Klopp tardó en hacer los cambios y eso minimizó las opciones de un Dortmund ante un Schalke asfixiado. La velocidad de Aubameyang llegó en el minuto 79 y la movilidad de Schieber en el 87, pero ninguno de los dos pudo hacer nada para cambiar el empate que ya se anticipaba desde hacía bastantes minutos. El Schalke tuvo la oportunidad de llevarse el partido en un despiste de Weindenfeller, que tuvo que estirarse para despejar un cohete de un Boateng que le vio más adelantado de lo normal.
Al final, empate sin goles entre los dos equipos de Westfalia que ambos dieron como bueno. El Dortmund mereció el gol, ya que disparó 18 veces, doce de ellas entre los tres palos, por tan sólo cinco del Schalke. Los dos equipos se disputarán el segundo puesto, ya que la victoria del Bayern en Berlín le otorga el título de liga a falta de siete jornadas para el final de la competición.
La próxima jornada, que se arranca este mismo viernes, el Borussia Dortmund visitará al Sttutgart, mientras que el Schalke recibirá al Hertha en casa para intentar arrebatarle 'la otra liga' al equipo 'borusser'.