El Westfalenstadion no podía celebrar su cuarenta aniversario con un partido mejor. Borussia Dortmund y Wolfsburgo se encontraban en su camino con objetivos muy similares. Los locales querían aprovechar el pinchazo de Schalke 04 para ampliar más su ventaja y afianzarse en el segundo puesto, mientras que los lobos del Wolfsburgo también querían aprovechar un pinchazo, el del Leverkusen, pero en este caso para acceder a la cuarta posición que da acceso a puestos de Champions. A falta de cinco jornadas para el final, un buen resultado podía ser definitivo para las aspiraciones de ambos equipos en la Bundesliga.

Para este choque el detalle inusual se encontraba bajo los palos: ni Weindenfeller ni Benaglio ocupaban su puesto en la portería por lesión. Langerak, que ya mostró su calidad con manos salvadoras en el partido disputado ante el Nápoles en San Paolo, y Grün eran los encargados de proteger el arco de sus equipos en un partido que arrancó soso, sin dominador. Hasta los primeros quince minutos ningún equipo consiguió dar un paso al frente, y ese fue el Wolfsburgo. El Dortmund saltó al campo con una tranquilidad poco común y los visitantes lo aprovecharon para tantear a Langerak.

La primera ocasión clara la tuvo Olic, que mandó un pase de la muerte a las nubes con el balón prácticamente en la línea de gol. El Wolfsburgo aprovechaba los espacios que dejaba el Dortmund en defensa, que estuvo lenta y no se entendió. En el minuto 31, Langerak no llegaba a atajar un testarazo de Malanda y Olic aprovechaba el despiste de un Hummels adormecido para marcar. Tan sólo un minuto después, Reus estuvo a punto de empatar el encuentro con una jugada personal que se marchó rozando el palo derecho de Grün. Pero tras esa ocasión el Dortmund se echó a dormir, y en el minuto 40 Olic volvió a perdonar un pase de la muerte mandando el balón al larguero.

Hummels, impreciso; Lewandowski y Aubameyang, desaparecidos

Llegó el descanso y el público murmuraba incomprensión. Hummels, impreciso; Lewandowski y Aubameyang, desaparecidos. Como venía siendo la tónica en los últimos partidos, Reus fue el más incisivo de los aurinegros, siendo el único que llevara un poco de peligro a la porteria de los lobos.Klopp dio entrada a Jojic y Durm para intentar cambiar la cara del equipo. Rápidamente se notaron los cambios, y tras cinco minutos de asedio a la portería de Grün,Lewandowski ponía el empate en el minuto 50 a la salida de un córner sacado por Reus.

Reus desató la locura

El Wolfsburgo se salió del partido víctima de la presión asfixiante de los de Klopp. Aún así tuvieron dos ocasiones más, que Olic y Arnold no consiguieron convertir. En el minuto 68 los lobos tuvieron que lamentar la lesión de Träsch, que se retiraba del campo cogeando tras una fea entrada de Lewandowski. Apenas dos miinutos después, Mkhitaryan desperdiciaba una ocasión de oro para empatar el partido, cuando solo ante Grün cruzaba demasiado el balón, que se marchaba por la línea de fondo.

En el minuto 76 llegaba la remontada 'borusser'. Durm colgaba el balón desde la banda y Grün, en la salida, chocaba con Knoche, dejando un balón muerto para Reus, que marcaba el 2-1 a puerta vacía. Klopp se volvía en la banda mientras que Hecking se comía al cuarto árbitro reclamando una inexistente falta de Reus previa al gol. En los últimos minutos, los lobos buscaron el empate sin éxito y el Dortmund selló una gran remontada, no falta de esfuerzo y sudor.

Con esta victoria, el Borussia Dortmund se acerca más al objetivo de la segunda plaza y se sitúa a cuatro puntos de Schalke. El Wolfsburgo desaprovecha una ocasión única para meterse en puestos Champions y depender de sí mismos. El próximo 15 de abril, los dos equipos volverán a verse las caras para jugarse el pase a la final de la DFB Pokal. Pero antes de la semifinal copera el Borussia Dortmund visitará el Allianz Arena, mientras que el Wolfsburgo buscará el asalto a la cuarta plaza ante el Núremberg en la trigésima jornada de la Bundesliga.