Con solo 24 horas para reponerse de los emocionantes choques de vuelta de cuartos de final que abrieron la jornada Champions el martes, llega otra dosis de puro éxtasis futbolístico al primer plano, con un apasionante enfrentamiento entre dos colosos de este deporte, Bayern de Múnich y Manchester United. A pesar de que en un principio todo parecía apuntar a un paseo triunfal bávaro ante el descompuesto equipo de Moyes, el partido de ida, que concluyó con 1-1, deja abierta de par en par una eliminatoria que, por mérito de unos y/o demérito de otros, a buen recaudo tendrá que esperar hasta el último suspiro para coronar al mejor.

Entre la duda y la relajación

Desde que diera comienzo la temporada, nadie pareció tener ninguna duda sobre que este Bayern de Múnich, campeón de campeones, y desde entonces con Guardiola al mando, volvería a ser el gran aspirante a gobernar en Europa. Tras unos meses de cómoda adaptación, el embrión comenzó a asomar, y se pudo empezar a vislumbrar la creación del autor. Un equipo cambiado respecto a su originario, con un punto en común, la capacidad de arrollar a cualquier rival que se le pusiera por delante. El Bayern de Pep tomó forma, y de buenas a primeras empezó a imponer su juego y su mandato. Cayó el primer título, el primer record, y poco tiempo después, en un tiempo en el que nadie lo había conseguido antes, la consecución del primer gran torneo, en forma de Bundesliga.

El hecho de no tener que luchar por nada en liga, podría restar al equipo algo de tensión competitiva

Todo era de color de rosa en Baviera, pues la liga conquistada permitía al conjunto de Pep centrar todos sus esfuerzos en el gran reto del año, la Champions League, la cual además había arrojado el rival deseado: un Manchester United débil, ramplón y flojo como nunca antes se había visto. Sin embargo, voces saltaron a la palestra que quisieron poner en entredicho lo positivo de la consecución del título a unas alturas tan tempranas, ya que el hecho de no tener que luchar por nada cada fin de semana, podría restar al equipo algo de tensión competitiva, y desconectarlo de alguna manera justo cuando mayor es la exigencia.

Bastian Schweinsteiger y Javi Martínez se perderán el encuentro por sanción. | eurosport.com

Poco más de una semana después de aquel Hertha de Berlín 1-3 Bayern de Múnich que les proclamó campeones, el cuadro teutón ha disputado un total de tres partidos, en los cuales ha cosechado dos empates, y la primera derrota en Bundesliga este año. De esos tres choques, dos correspondían a la competición doméstica, donde el Bayern no se juega absolutamente nada, por lo que podría verse como algo normal debido a la relajación del equipo. Sin embargo, el tercero de esos malos resultados se produjo justo cuando todo debía ejecutarse con la mayor intensidad y competitividad posible, ante el United en Old Trafford.

Es por todo esto que el Bayern, que sigue manteniendo prácticamente intacta su condición de favorito en la eliminatoria, llega al duelo envuelto en un ambiente enrarecido, que deberá dilucidar si realmente estamos ante un Bayern, cuyo nivel es inferior al que ha venido demostrando, o si por el contrario, solo corresponde a un ligero descanso o relajación de un club, creado para gobernar el panorama futbolístico mundial.

Cruce de dinámicas que invita a soñar

En la acera contraria aparece el Manchester United de David Moyes. Un equipo que bien podría quedar explicado extrapolando todo lo dicho sobre el Bayern y cambiando el orden. Todo lo que para los bávaros ha sido un paseo triunfal hasta desembocar en esa última victoria, para los ingleses ha significado un duro trayecto repleto de penumbras y desilusiones. Nada en el United ha funcionado este año. El nuevo míster no ha sabido contagiar a un equipo, cuyo listado de problemas parece no tener fin. Sufriendo para obrar el milagro de entrar en puestos de Europa League, y apeado de las dos copas de forma estrepitosa, la temporada de los red devils ha quedado seriamente tocada. En casi ocho meses de competición, su hinchada ha podido levantar la cabeza de orgullo por su equipo en ocasiones contadas, y curiosamente, todas se han producido en la Liga de Campeones.

El nuevo míster no ha sabido contagiar a un equipo, cuyo listado de problemas parece no tener fin

Es en la competición del K.O. donde el cuadro británico ha vuelto a disfrutar de verse más arriba que nadie (fase de la liguilla), de completar hazañas que mitifican equipos (choque frente a Olympiakos) y lo que es más importante, de reencontrarse consigo mismo, luchándole de tú a tú a un todo un gigante, como ocurrió en el duelo de ida entre ambos contendientes.

David Moyes no ha sabido manejar a una plantilla que no encuentra el camino. | Imagen: sportige.com

En esos últimos tres partidos, en los que el Bayern no ha sumado ni una victoria, el Manchester no ha querido romper la norma, y ha vuelto a calcar la trayectoria de los alemanes de un modo totalmente opuesto. La última derrota red devil, fechada justo en el mismo momento que la última victoria alemana, ha dado paso a dos victorias, frente a Aston Villa y Newcastle, y un empate, el cosechado en el duelo de ida. Y no han sido dos victorias que se hayan quedado ahí, pues en ambos partidos, el Manchester United ha sumado ocho goles a favor, y solo uno en contra. Esta circunstancia, unida a la aparente mala dinámica de los de Pep, será la gran baza de un United, que vivirá su gran prueba de fuego de una temporada, la cual solo podrá salvar, dando una sonora campanada en la competición en la que todos quieren brillar.

Con el partido de ida en la mente

En el choque de ida, disputado la semana pasada, ambos equipos empataron a uno, en un duelo que, a pesar de venir marcado con un claro favorito, mostró un espectáculo muy igualado. En aquel partido, el Bayern de Múnich, fiel a su estilo, salió al terreno de juego dispuesto a dominar y hacer valer su condición de favorito. El conjunto dirigido por Guardiola se hizo con el control total del partido en el medio, focalizando gran parte de su peligro en las subidas por unos costados poco parapetados, desde los que llovían centros continuos de sus carrileros. A pesar del dominio, un United apático en la presión, consiguió aguantar el resultado, y cerca estuvo de irse al descanso por arriba en el marcador.

En la segunda mitad, los de Moyes salieron del campo con una actitud totalmente opuesta a la que llevaban en un principio, y supieron aprovecharse como es debido de un Bayern totalmente adormecido. El gol descolocó por completo a los germanos, que pronto recibirían señal desde el banquillo, ya que Pep movió ficha. Sacó al terreno de juego al croata Mandzukic, que en apenas cinco minutos fue capaz de aprovechar uno de esos balones llovidos y ceder a Schweini el empate. En sus últimos minutos, los visitantes disfrutaron de alguna buena ocasión, pero finalmente ambos equipos parecieron dar por bueno el empate.

Listado de bajas

El cuadro local llega al partido con la enfermería en estado de alerta, pues Pep apenas podrá contar con un número bastante reducido de jugadores de la primera plantilla. A los lesionados Thiago, Diego Contento y Holger Badstuber se han sumado estas últimas fechas el portero suplente, Tom Starke, y el extremo suizo Xherdan Shaqiri. Además, a todo este listado habrá que sumar las ausencias de Bastian Schweinsteiger y Javi Martínez, que vieron la cartulina en el duelo de ida y están sancionados.

En el conjunto de Moyes todas las miradas se posan sobre el hombre clave del proyecto, Wayne Rooney, que no pudo jugar en el último encuentro frente al Nexcastle y será duda hasta última hora, al igual que Evra, que no estuvo en la ida, y Ryan Giggs. Además, volverá a repetir incomparecencia Robin van Persie, que sigue lesionado, y al que se unen Fellaini, Rafael y Jonny Evans.

Posibles onces

Contando con el número de bajas, y haciendo caso de las optimistas versiones inglesas que dan por sentada la puesta a punto del ariete británico, estos serán los posibles onces que muestren uno y otro sobre el campo: