La zona de los puestos europeos en Alemania sigue ardiente de emoción, de ahí que el duelo de este sábado entre Augsburgo y Wolfsburgo se esperara con gran entusiasmo, pues ambos conjuntos están logrando completar una gran temporada, que les tiene peleándose por tan ansiadas posiciones. Los locales, sumergidos en una mala racha desde hace tres semanas, llegaban con la necesidad imperiosa de puntuar, y más teniendo en cuenta su último pinchazo con el colista. Para este duelo, Hecking sorprendió dando entrada en el centro al joven Malanda, que demostró estar más que capacitado para ser titular en ese puesto. Por su parte, el Augsburgo, llegaba a uno de los estadios más difíciles de la Bundesliga, después de no lograr puntuar la pasada jornada ante un práctico Schalke.

Inicio prometedor

Con el rugido inicial del Volkswagen-Arena, el Wolfsburgo arrancó el choque dominando por completo a su rival, y consiguiendo que, pasados muy pocos minutos del inicio, el Augsburgo se encontrara totalmente metido en su campo, a merced de unos lobos que empezaron a cocer su juego con paciencia. Los de Hecking jugaban posesiones muy largas, y cada vez que perdían la pelota, tiraban una línea de presión muy alta, obligando al Augsburgo a jugar en largo, y recuperando el cuero con facilidad. En estos primeros minutos, y a pesar de tenerlo todo muy controlado, el Wolfsburgo únicamente fue capaz de lanzar una vez, gracias a un chut de Arnold desde la frontal, que se fue pegado a la base del palo izquierdo.

minutos de inconsistencia donde la pelota pasaba de un equipo a otro sin que ocurriese nada de por medio

Llegados al minuto 18, los lobos rebajaron bastante su nivel de presión e intensidad, permitiendo al Augsburgo estar más cómodo. Esta bajada de revoluciones por parte de los locales provocó que el partido se sumiera en unos minutos de bastante inconsistencia, donde la pelota pasaba de un equipo a otro sin que ocurriese nada de por medio. Así transcurrió gran parte de esta primera mitad, lo que provocó algún que otro silbido en la grada por parte de la hinchada local, que pedía a su equipo una mayor implicación e intensidad. Tras esta fase, se abrieron paso los minutos finales del primer tiempo, en los que el Wolfsburgo cerca estuvo de marcar, de la mano de dos acciones por banda derecha, cuyos rematadores no encontraron premio.

Junior Malanda no decepcionó con su titularidad | vfl-wolfsburg.de

Sin embargo, sería el Augsburgo quien a escasos tres minutos del descanso obrase el primer gol. Una conducción de Altintop por el centro de la cancha no fue parada a tiempo por la zaga local, facilitando al turco asistir a Werner, quien, ante el resbalón de Träsch y Naldo, se coló dentro del área, y batió a Benaglio con un colocado disparo a la escuadra derecha. El gol, que llegó en una de las pocas llegadas del Augsburgo sobre la meta de un inadvertido Benaglio, puso fin a una más que descafeinada primera mitad.

Sin Fluidez, ni determinación

La segunda mitad empezó con el dominio territorial del Wolfsburgo, que dominaba el balón ante un Augsburgo bien replegado atrás que no quería correr ningún tipo de riesgo. El resultado valía a los de Weinzierl, que se dedicaron a ver como los lobos lo intentaban de todas las maneras posibles, sin llegar a inquietar casi en ningún momento la meta de Hitz. El Wolfsburgo tenía el cuero, pero su juego carecía de sentido, no había una idea clara, y para colmo, el ritmo imprimido era bajísimo. Hecking intentó hacer reaccionar a los suyos, incorporando a Calgiuri, Polak y Kutschke, pero ni por esas, los lobos seguían atascados, y su juego, muy previsible, siempre acababa siendo detenido por la zaga visitante.

Su juego carecía de sentido, no había una idea clara, y para colmo, el ritmo imprimido era bajísimo

Los silbidos se apoderaron ya definitivamente del Volkswagen-Arena, y no por la falta de argumentos futbolísticos, sino más bien por la indolencia de los suyos, que no daban ninguna sensación de ser capaces de ganar. Aun así, el Augsburgo continuaba muy replegado atrás, por lo que cuando apenas quedaban 10 minutos para el final, un centro lejano de Rodríguez fue cabeceado por el pequeño Olic, que se adelantó a los defensas y empató el partido. El gol hacía justicia, pues el partido no mereció ser ganado por nadie. En los instantes finales, De Bruyne puso la guinda de los suyos, autoexpulsándose tras empujar al árbitro, por lo que no podrá disputar el próximo duelo frente a su exequipo. Con esta doble amarilla se pudo fin a un partido, que en líneas generales, careció de juego e intensidad.

Ivica Olic puso justicia en el electrónico con su gol | vfl-wolfsburg.de

Oportunidad para Gladbach y Leverkusen

Este resultado mantiene inalterables los puestos de acceso a Europa League, dando la oportunidad a Mochengladbach y Leverkusen de acercarse y alejarse respectivamente. El Wolfsburgo, que acumula ya cuatro encuentros sin conocer la victoria, deberá replantearse su situación, sino quiere echar por tierra todo el trabajo cosechado hasta ahora. Por otro lado, el Augsburgo suma un valioso punto de su visita a la Baja Sajonia, aumentando el brillo de una temporada que ya, pase lo que pase, siempre será recordada por sus aficionados. La próxima jornada el Wolfsburgo deberá viajar, y no mucho, pues se encuentran muy cerca la ciudad libre y Hanseática deBremen, su próximo destino. El Augsburgo, por su lado, recibirá a otro gallito, el tercero consecutivo, como el Bayer Leverkusen.

Los goles del encuentro:

0-1, min. 43, Werner. 1-1, min. 80, Olic.