Solo un inicio de 2014 bastante decepcionante, donde se encajaron excesivas derrotas inesperadas, ha privado este año al Borussia Monchengladbach llegar a los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones. Aun así, su temporada, la cual prometía mucho antes del inicio, ha sido bastante notable, y el equipo ha logrado llegar a estas últimas jornadas como una auténtica locomotora. Tras su último triunfo más de una década despues en Gelsenkirchen, los potros vovían al Borussia-Park para vivir un duelo de un tremendo interés ante el Mainz situado solo un puesto por detrás. En juego Europa, pues el Mainz buscaba asegurar la séptima plaza, mientras que el Gladbach trataría de sumar una nueva victoria que les permitiera seguir soñando con la cuarta plaza.

Un estado de forma difícil de frenar

La igualdad que se presuponía observando la posición en la tabla de unos y otros, se hizo notar en un encuentro, que en su primera mitad, se mantuvo muy igualado. El cuadro dirigido por Lucien Favre, mostró desde el primer momento su intención de hacerse con el control del esférico, tratando de iniciar el juego desde su defensa. Enfrente, los hombre de Tuchel, esperaban replegados en medio campo, lugar en el que iniciaban una presión con la que esperaban poder recuperar el balón muy arriba y salir rápido al contragolpe.

El Gladbach quiso hacerse con el dominio del esférico, ante un Mainz que esperaba en medio campo

El Galdbach, al igual que la semana pasada, situó a Nordtveit a la altura de la pareja de centrales, adelantando mucho a ambos laterales, lo que ensanchaba enormemente el campo, facilitando la salida del cuero. Así, pronto comenzaron a llegar los primeros acercamientos por parte del conjunto local, que a los 22 minutos, consiguió adelantarse en el partido. Kruse lanzó un saque de esquina, que tras ser rebotado, volvió a su poder, dándole la opción de colgar de nuevo la pelota a la olla. En este segundo centro, Domínguez, solo en el segundo palo, tocó la pelota hacia la cabeza de Stranzl, que también se encontraba libre de marca, para que este anotara a placer.

Con un gol y una semi-asistencia, Kruse fue uno de los grandes protagonistas del partido.| Imagen: torfabrik.de

El tanto hizo reaccionar al Mainz, que adelantó hasta tres cuartos su línea de presión, ahogando las opciones de los potros de salir jugando desde atrás, y volteando el dominio de encuentro. el Monchengladbach quiso seguir llevando la iniciativa del partido, pero la buena presión visitante, le impedía salir de su propio campo. Fueron los mejores minutos del Mainz, que dispuso de buenos acercamientos, en especial de un remate dentro del área de Soto al filo del descanso, que obligó a ter Stegen a lucirse. Con esta gran ocasión de Soto, la mejor para los visitantes, se llegaría al descanso en el Borussia-Park.

Cuando todo sale bien

El inicio de la segunda mitad estuvo marcado por una clara subida de líneas por parte del Mainz, que se lanzó hacia la meta defendida por ter Stegen. Esta situación aumentó el acoso de los de Tuchel sobre la meta local, pero también permitió al Monchengladbach salir con más espacios al contragolpe, facilitándoles aumentar su distancia en el electrónico. Así, en el minuto 54, un contrataque fallido por parte de los potros concluyó con el balón en los pies de Kruse cerca de la frontal; el alemán se giró, y sin pensárselo dos veces, se sacó un terrible zurriagazo cruzado con su pierna izquierda, ajusticiando la meta defendida por Karius.

Los de Tuchel aumentaron su acoso sobre la meta rival, permitiendo al Gladbach salir al contragolpe

El tanto sentó como un jarro de agua fría en el seno del equipo visitante, que tras comenzar la segunda mitad enchufado de cara al arco contrario, se vino completamente abajo. Por su parte, el Gladbach, con 2-0 a favor, se encontraba muy cómodo. No obstante, el fútbol es un deporte caprichoso, y justo cuando más controlado parecía tenerlo todo el Gladbach, llegó el gol de Choupo-Moting, tras rematar éste un buen centro desde la derecha. El gol metía de lleno de nuevo en el partido a los visitantes, sin embargo, la reacción se quedó en una mera anécdota, pues a 13 minutos del final, Kramer sellaría el triunfo para los suyos. El centrocampista alemán recupero la bola en campo propio, lanzó el contragolpe combinando con Raffael, se desmarcó, y terminó recibiéndola de nuevo, para esta vez, anotar el 3-1 y dar por concluido el partido.

El gol de Choupo-Moting acabaría quedando en una mera anécdota.| Imagen: mainz05.de

Final dulce bañado en lágrimas

El guardameta no pudo evitar romper a llorar al empezar a despedirse de su compañeros

El tanto de Kramer dio paso al pitido final del árbitro, momento en el cual todas las cámaras se fueron a buscar el semblante de un hombre: Marc-André ter Stegen. 18 años después de su ingreso en las categorías inferiores del club, el guardameta, envuelto en un emotivo baño de lágrimas, se despedía del estadio y la afición que tantas alegrías le ha dado, dejando para el recuerdo imágenes que su propio entrenador calificaría de extremadamente emocionales.

El meta alemán no pudo contener las lágrimas en el momento de su despedida.| Imagen: borussia.de

En el plano deportivo, la victoria del Leverkusen en Frankfurt unida al gol del Augsburgo al filo del final en Braunschweig, arrebataba al Gladbach todas las opciones de pelear por la cuarta plaza, además de meter al equipo de Tuchel en serios problemas, pues con tan solo un punto de ventaja sobre los bávaros, está obligado a conseguir la victoria en la última jornada de la temporada.

Los goles del partido:

1-0, Stranzl. 2-0, Kruse. 2-1, Choupo-Moting. 3-1, Kramer