Las cuentas estaban claras. El Leverkusen tenía que igualar o mejorar el resultado del Wolfsburgo para mantener la cuarta plaza. Y aunque le costó, conquistó los tres puntos en juego para sellar su billete a la previa de la máxima competición continental.

En un encuentro en el que fue de menos a más, el conjunto ‘aspirina’ derrotó con justicia a un Werder Bremen que amenazó con arruinar la fiesta europea en el Bay Arena durante la primera media hora. Los pupilos de Robin Dutt aprovecharon los titubeos derivados de la presión en los locales y acrecentaron la sensación de nerviosismo en una línea defensiva que temblaba cada vez que su rival pisaba los dominios de Leno. Junuzovic y Hunt, liberados de responsabilidades defensivas, encontraron las cosquillas a la espalda del doble pivote formado por Lars Bender y Emre Can e intimidaron a una hinchada que vio peligrar su ingreso a Champions League durante varios minutos.

Los primeros minutos fueron de ritmo alto, pero repleto de imprecisiones. Empañado por la falta de brillantez asociativa, el duelo se convirtió en una cadena de errores en el que el balón viajaba de una parte del campo a otra sin dueño, con ambos conjuntos incapaces de hilvanar tres pases seguidos sin nadie que optase por el pase raso. Fue una batalla de dominio alterno que se resquebrajó con el primer fogonazo lanzado por el Werder Bremen. En un saque de banda que destapó las dudas del entramado defensivo local, Junuzovic encontró hueco en el costado izquierdo y conectó con Hunt, que asistió a Gebre Selassie para que batiese a Leno con un disparo cruzado.  Fue el pistoletazo que desató el comienzo de las hostilidades y el fin definitivo del encorsetamiento táctico.

La línea de mediapuntas local comenzó a aprovechar los espacios derivados del intercambio de golpes y el cuero meredoaba con asiduidad la portería del conjunto dirigido por Robin Dutt sin que nadie fuese capaz de traspasarla. El Leverkusen abría bien el campo con las acertadas acciones de Son y Brandt pero nadie era capaz de finalizar las jugadas individuales protagonizadas por ambos extremos.

Ante esa falta de acierto, los locales tuvieron que recurrir al balón parado para igualar la contienda. Fue Omar Toprak quien aprovechó un buen servicio de Emre Can para superar a Prödl en el salto y batir a Wolf con un testarazo inapelable. Empate a uno y vuelta a empezar, con la necesidad imperiosa de los tres puntos para conservar la cuarta posición ante la amenaza del Wolfsburgo. El propio central turco volvió a ser providencial para conseguir ese objetivo cuando, minutos más tarde de restablecer las tablas en el marcador, se cruzó de forma providencial para evitar un disparo de Makiadi en boca de gol.

Durante todo el primer acto, el Bayer Leverkusen gestionó de forma inoportuna la presión y solamente generó ocasiones de peligro por la vía individual, a través del descaro otorgado por los incisivos Brandt y Son. Muy diferente fue su actitud tras el descanso. Comenzó la segunda mitad con mucho ímpetu, espoleado por las vertiginosas conducciones del imberbe Julian Brandt y dos acciones de Emre Can plagadas de potencia. Conscientes de que se jugaban casi todo el trabajo de la temporada en apenas cuarenta y cinco minutos, el cuadro de Sascha Lewandowski fue un ciclón, un equipo pleno de determinación y verticalidad. Derdiyok incordiaba con su brega a los centrales, Son y Brandt encaraban con frecuencia y acierto a los laterales para que su equipo lograse establecerse en campo contrario.

El gol parecía cuestión de tiempo y fue la estrella surcoreana el que encontró la recompensa. Inició la jugada en el costado izquierdo, combinó con Rolfes y se aprovechó del rechace de un remate al larguero para remachar al fondo de la red. Dada la vuelta al marcador, pudieron caer más goles, pero tras el frenético cuarto de hora inicial del segundo tiempo, el Leverkusen decidió guardar la ropa y evitar reveses en forma de contragolpes hanseáticos.

Pasaron los minutos sin más ocasiones de gol hasta que muy cerca del minuto noventa Son acarició el doblete con una potente volea, pero Wolf la envío a córner con una magnífica estirada. Fue el epílogo de una temporada en el que el Leverkusen disfrutó de los mejores escenarios futbolísticos a nivel continental. Misma aventura que intentará repetir la próxima campaña. 

Bayer Leverkusen 2-1 Werder Bremen Alle Tor...

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