Las grandes historias merecen un gran final. La edición 2013-2014 de la DFB Pokal no fue la excepción. Sobre el césped del Olympiastadion de Berlin, los dos mejores equipos de Alemania en la actualidad se preparaban para medir fuerzas en el último pulso de la temporada. Pero, también, se alistaban para ser los protagonistas de una de las finales más emocionantes de los últimos tiempos en el torneo de copa en Alemania.

Pitazo inicial: Arriba el telón

El partido iniciaba con un ambiente espectacular. Los mosaicos y toda la emoción de cada afición enmarcaban un contexto de fiesta y celebración para ambos equipos. La entrada de ambos onces iniciales fue acompañada de una tremenda ovación de parte de la hinchada bávara y la borusser. Sin embargo, cuando Florian Meyer puso el balón al centro y pito el inicio del encuentro, el escenario abrió su telón y mostró la mejor historia épica de los últimos tiempos.

El partido iniciaba con un Bayern de Múnich activo y enfocado, muy distinto al de las últimas fechas de Bundesliga.

Las emociones en la cancha comenzarían con una falta fuerte de Grosskreutz sobre Müller en apenas el primer minuto de partido. Sin embargo, al 3', un balón en profundidad de Robben para Müller dejaría solo al alemán frente a Weindenfeller pero su disparo chocaba en el pecho del guardameta. El partido iniciaba con un Bayern de Múnich activo y enfocado, muy distinto al de las últimas fechas de Bundesliga. Por su parte, el Dortmund se veía un tanto sorprendido por el inicio de su rival.

Con el pasar de los minutos las apuestas de ambos entrenadores fueron claras: Klopp apostaba por la presión alta, una que casi llegaba al borde del área grande del Bayern en su intento por salir con balón dominado. Por su parte, Guardiola cambió el dibujo táctico y montó un 3-4-3 con Boateng, Javi Martínez y Dante formando el tridente defensivo, acompañados por Hojbjerg y Rafinha por los costados. Lahm como medio centro y Kroos más adelantado eran las válvulas de salida del equipo bávaro que paró a Robben y Müller rotándose la idea de "falso 9".

El partido era de total ida y vuelta, con la apuesta de posesión del Bayern y la idea de posición del Dortmund.

El partido avanzaba y el Bayern de Múnich se adueñaba del balón mientras el Dortmund presionaba y esperaba, encogiéndose y expandiéndose a un ritmo increíble de parte de su línea de volantes. Jójic y Sahin entendían la idea de Klopp, mientras que Reus y Mkhitaryan se convertían en los primeros defensas en la salida bávara. Al 10', fue Lewandowski quien puso el primer susto en la meta de Neuer, pero su centro, tras un gran desborde sobre Boateng, encontraría la pierna salvadora de Javi Martínez, de gran partido en zona baja. Al 17', Robben combinaba de forma magistral con Götze, quien cedía para la llegada de Müller desde atrás, pero el disparo del alemán chocaba en Hummels. Dos minutos después era Sahin quien conectaba desde fuera de área tras una gran penetración de Mkhitaryan por derecha. El partido era de total ida y vuelta, con la apuesta de posesión del Bayern y la idea de posición del Dortmund.

Quien también vivió emociones extremas en el partido fue el técnico de Alemania, Joachim Löw, sobre todo cuando, al 25', un choque entre Lahm y Sahin acabaría con un pisotón del turco sobre el capitán bávaro. Lahm quedó tocado de su tobillo derecho, por lo que fue reemplazado por Frank Ribéry. Con esto, Guardiola realizaba otro movimiento en el pizarrón táctico, retrocediendo a Kroos como mediocentro, ubicando a Götze como mediapunta y dejando al francés como extremo por izquierda. Un remiendo más de parte del alquimista catalán en su maquinaria muniquesa.

La salida de Lahm y la consecuente variación en el esquema táctico de Pep desdibujaron al Bayern durante los últimos compases del primer tiempo, un desdibujamiento que el Dortmund aprovechó para someter a los bávaros contra su área y acabar la primera parte más cerca del primero que sus rivales.

El Dortmund cerraba mejor que un Bayern obligado a recomponerse en las zonas claves del campo.

Dos intentos de contragolpe, al 32' y 34', fueron providencialmente resueltos por Javi Martínez. Luego, una desatención de Rafinha casi le costó el gol al Bayern, pero, nuevamente, Javi Martínez rescató a su equipo con un relevo impresionante sobre la llegada de Reus. El Bayern encontraría respuesta en los pies de Hojbjerg, al 43', tras una gran acción individual de Ribéry, quien centro al área pero no encontró a nadie. El juvenil belga tomó el balón, acomodó para su pierna derecha y sacó un misilazo rasante que asustó a Weindenfeller.

Pero, el último susto de la primera mitad lo pondría Robert Lewandowski, al aprovechar un fulminante y veloz contragolpe borusser que lo dejó mano a mano con Hojbjerg, El juvenil se fue con el recorte hacia adentro del polaco, pero el disparo de Lewandowski se fue muy por encima de la puerta de Neuer. El Dortmund cerraba mejor que un Bayern obligado a recomponerse en las zonas claves del campo.

Una segunda parte de ida y vuelta

El entretiempo le sirvió a Pep para reacomodar a los suyos. El Bayern saldría con el dibujo táctico con el que terminó la primera parte, pero con las ideas más frescas y un equipo más enfocado con el esquema al que se veían obligados a recurrir a causa de las lesiones. Por su parte, el Dortmund no cambió su apuesta sabedor que, al contragolpe, siempre serían un dolor de cabeza para la zona baja del Bayern.

El complemento arrancaba con Müller penetrando a las espaldas de Sokratis pero Hummles rescató a tiempo a su zona baja. Al 49', Mkhitaryan robaba el balón en la salida pero no cedía con suficiente fineza a Sahin, que era controlado por Hojbjerg. La gran oportunidad del Bayern llegaría al 55', tras una gran carrera de Ribéry que dejó en velocidad a Hummels, centró al área, pero el disparo de Müller, anticipándose a Schmelzer, chocaba contra el cuerpo de Weindenfeller. El Bayern mejoraba y el Dortmund volvía a agazaparse atrás esperando sorprender a la contra.

La respuesta del Dortmund llegaría tres minutos después cuando Lewandowski, tras un pésimo despeje de Neuer, recogería el balón, se sacaría a Javi Martínez y Boateng de encima y cedería hacia atrás para la llegada de Kirch pero su disparo se iría rasante y firme hacia las manos de Neuer.

Sin embargo, al 64', llegaría la jugada más polémica de todo el partido. Fue tras un cobro de falta de Reus que terminó en centro al área peinado por Lewandowski. Neuer salió en falso y el impulso del cabezazo del polaco salió en dirección hacia Hummels quien, estando en clara posición adelantada, cabeceó a meta pero Dante alcanzó a salvar el balón sobre la línea. La jugada dio la impresión que fue sacada por el central brasileño estando dentro de la portería, pero la posición adelantada de Hummels fue clara. El árbitro no sancionó nada y los reclamos de los borussers no se hicieron esperar.

A partir de esta jugada, el Borussia Dortmund volvió a crecer y encimó al Bayern de Múnich creando sensaciones de peligros aunque carentes de oportunidades claras a gol. La respuesta del Bayern llegaría al 74', tras un gran desborde de Robben que se fue solo y sin marca ante Weindenfeller pero su disparo, una vez más, se estrellaría en el cuerpo de Weindenfeller. El Borussia Dortmund, por su parte, arremetía con Reus por las bandas y Lewandowski sobre el centro pero Javi Martínez lucía impasable en los relevos defensivos.

Ambos equipos comenzarían a jugar pensando en el alargue, disminuyendo la intensidad y comenzando a dosificarse para lo que se veía inminente: el Tiempo Extra. Apenas dos pases de Götze para Müller, que fueron bien recortados por Hummels, y dos balones al área que fueron capturados por Neuer fue lo más peligroso que ambas escuadras ofrecieron en los últimos quince minutos de partido. El partido cerraba con un cero a cero engañoso, con dos equipos ampliamente ofensivos y ya concentrados en la definición final en los 30 minutos del extra tiempo.

Los 30 minutos más dulces en la era Guardiola

El alargue inciaría con una gran acción individual de Reus sobre banda derecha que terminaría en disparo frontal de Aubameyang ligeramente desviado de poste izquierdo. Por su parte, Boateng buscaba a Robben con trazo largo pero Hummels volvía puntal a la cita en el relevo. Sobre el 95', el desgaste en los jugadores del Bayern sería evidente cuando, en una doble jugada, Javi Martínez, Boateng, Hojbjerg y Kroos se resentirían de calambres. El Dortmund lucía más entero físicamente aunque sus ideas ofensivas comenzaron a oscurecerse.

El Dortmund lucía más entero físicamente aunque sus ideas ofensivas comenzaron a oscurecerse.

Van Buyten ingresaba por Hojbjerg y el Bayern mantenía su línea de tres en defensa con un Boateng adelantado al carril derecho desde zona media. El Dortmund apretaba la salida sabedor del cansancio bávaro, pero Kroos sacaba el último aliento y mostraba jerarquía en zona media. Los primeros quince minutos del alargue acabarían con dos cabezazos peligrosos de Müller y Dante y un disparo cruzado de Grosskreutz que paso muy cerca del poste derecho de Neuer.

Los últimos 15 minutos de partido fueron la expresión máxima de la épica en todas sus formas. El Bayern lucía agotado y Guardiola miraba al banquillo sabedor que carecía de opciones para refrescar su once. El Dortmund comenzaba apretando en la salida. Producto de ello, al 105', Aubameyang le ganó un balón a Rafinha en la salida, pero pecó de egoísta y no cedió a tiempo para un Reus que llegaba solo frente a Neuer.

Pero los héroes aparecen en momentos difíciles y, al parecer, Arjen Robben ha dejado atrás sus días de temor y duda y se ha erguido como un héroe natural para los bávaros. Sobre minuto 106', un error en la salida de Marcell Schmelzer fue bien aprovechado por un Boateng que salió a presionar, robó el balón, conectó un centro lago y encontró a Robben solo por el segundo poste. El holandés disparó flojo de zurda pero, como emulando la final de Wembley de la temporada pasada, el disparo se coló por las piernas de un Weindenfeller que ya no pudo reaccionar para evitar la anotación. Era el 0 a 1 y el Bayern tomaba un aire adicional en busca del título de copa.

El gol fue un mazazo en la moral del Dortmund del que ya no pudieron levantarse. Nuevamente, un despiste defensivo les arrebataba una final contra el Bayern. Nuevamente, en un mes de Mayo, el Dortmund parecía quedarse tan cerca de la gloria pero, a la vez, tan lejos de ella. Klopp gritó a todo pulmón que salieran y buscaran la meta rival. Guardiola, sabedor que su equipo estaba exhausto, introdujo a Pizarro por Ribéry para evitar que Hummels y Sokratis se vinieran con tranquilidad desde el fondo. El Bayern empezaba a transformarse en un equipo de contragolpe y le resultaría clave para dar el golpe final.

La final pareció diluirse para el Dortmund al 115', cuando un trazo largo de Kroos encontró solo a Robben que se fue de la marca de Sokratis, pero su disparo chocó en el cuerpo de Weindenfeller una vez más. Reus la tuvo dos minutos después pero su potente derechazo se iba desviado en la pierna de Boateng. El Dortmund adelantaba líneas y empezaba a atragantarse en el área rival sin ideas y sin claridad. Fue así como el golpe final llegó.

Era ya el minuto 120+2. El árbitro había añadido cuatro minutos al reloj y el Dortmund estaba volcadísimo en campo del Bayern. Pero, un robo de Rafinha a Aubameyang, quien pareció perder brillantez tras el gol de Robben, dejo a Pizarro cara a cara frente a Hummels en el centro del campo. El peruano, apostando a toda su experiencia, cedió de primera para un Müller que trepó solo desde media cancha por banda derecha, sacó el último aire que le quedaba, aguantó la llegada tarde de Schmelzer, recortó a Weindenfeller y definió a puerta vacía el segundo gol para los bávaros. Con dos minutos por jugar, el Dortmund bajó los brazos y el Bayern los alzó en son de conquista y gloria.

El árbitro sancionaba el final y la fiesta estallaba en Berlin. Guardiola se sumía en un éxtasis por la victoria y todos los jugadores se tiraban sobre el césped, exhaustos, agotados, pero victoriosos. El Bayern venció todas las adversidades que se le presentaron previo y durante al partido y dio muestras que es un equipo exitoso al que el hambre por más títulos no se le ha acabado. El Bayern montó una auténtica gesta épica para alcanzar la Pokal. Una historia con el mejor escenario, el mejor co-protagonista, la mejor dirección y los adecuados giros narrativos para una historia increíble en el fútbol alemán. La final de Pokal 2013-2014 será recordada por siempre como una de las más emotivas de los últimos años.