La temporada de Bundesliga 2013-2014 tenía un sinónimo de redención para el Hoffenheim. Tras haber disputado el último cupo en la promoción ante el Kaiserlautern la temporada pasada, el equipo aseguró su permanencia sabedor que debía mejorar en todas sus líneas para evitar un susto similar o una decepción mayor. Los ajustes debían hacerse y Markus Gisdol puso manos a la obra.

Con el trabajo de Gisdol y bajo su idea táctica claramente ofensiva, el Hoffenheim empezó a cimentar un equipo propositivo, ofenviso y con la portería rival como único objetivo en cada partido disputado. Sin embargo, la edificación de un equipo competitivo parece que quedó reservada únicamente de zona media hacia el frente, ya que, en cuanto a línea defensiva, el Hoffenheim fue uno de los equipos más vulnerables esta temporada, aunque su producción ofensiva balanceó un poco las cosas y evitó que el equipo rondara los puestos de descenso por segunda temporada consecutiva.

Markus Gisdol llegó esta temporada para hacerse cargo del Hoffenheim. // (Foto de kicker.de)

Capacidad Goleadora - Incapacidad Defensiva

La idea del equipo era clara: hacer cuántos goles fuera posible. Para esto, Gisdol armó un equipo con mucho jugador de corte ofensivo en zona media. Encabezados por Firmino, con Volland, Salihovic y Modeste como el complemento ideal, más la coraza de Polanski y Rudy, el equipo comenzó a ser diseñado para tener vocación ofensiva y lo dejó claro desde el arranque de la temporada. Un empate a 2 ante el Núremberg en la fecha 1 y una contundente victoria de 1-5 ante el Hamburgo en la siguiente fecha, fueron las muestras claras que Gisdol buscaba atacar por sobre todas las cosas.

Las facilidades ofrecidas en defensa en ese partido descompensaban por mucho la claridad, ambición y buen momento goleador del equipo

Para la 3° fecha, un empate a 3 en casa ante el Friburgo dejaba la sensación de un equipo goleador pero goleado. Las facilidades ofrecidas en defensa en ese partido descompensaban por mucho la claridad, ambición y buen momento goleador del equipo gracias a jugadores como Firmino o Volland, que parecían llegar en plenitud de condiciones parar el trayecto de la temporada.

Sin embargo, la fecha 4 de la competición dejaría en claro un detalle que, al parecer, Gisdol había pasado por alto. El Hoffenheim visitaba la casa del Stuttgart y, en un espectáculo terrorífico de la línea defensiva plantada por Gisdol, el equipo local terminó por pasarles encima con un contundente 6 a 2. Tras este partido, quedaba claro el desbalance crítico imperante en el Hoffenheim: un equipo con gran capacidad ofensiva pero con serios problemas en defensa.

En apenas cuatro fechas de Bundesliga, el Hoffenheim reportaba ya 10 goles a favor por 12 por goles en contra, una estadística sorprendente en cuanto a producción goleadora, pero, más desconcertante aún en cuanto a goles recibidos. La tónica de las primeras fechas no cambiaría y la inercia de golear y ser goleado sería la constante para el equipo de Gisdol a lo largo de la temporada.

El Hoffenheim terminaría el campeonato con 72 goles a favor y 70 en contra.

El Hoffenheim terminaría el campeonato con 72 goles a favor y 70 en contra, con una diferencia de +2, siendo el tercer equipo más goleador, solo por debajo del Bayern de Múnich (94 goles) y el Borussia Dortmund (80 goles) Pero, a su vez, el Hoffenheim se convertiría en el tercer equipo más goleado al finalizar el campeonato, empatado con el Núremberg y solo por encima del Hamburgo (74 goles recibidos) Estos números le dan un promedio de 2.12 goles anotados por partido, pero de 2.05 goles recibos por encuentro.

De igual forma, el rendimiento del Hoffenheim parecía fluctuar y no lograba mostrar una constancia de buenos resultados. Fue hasta las fechas 26 y 27 en las que el Hoffenheim logró conseguir dos victorias consecutivas (frente al Bayer Leverkusen y Hannover, respectivamente), resultados que se vieron seguidos por dos empates frente al Bayern de Múnich y Hertha Berlin, cerrando con una victoria ante el Augsburgo, antes de cortar la racha cayendo 3 por 1 ante el Weder Bremen hasta la fecha 31. Esta fue la mejor racha del Hoffenheim en todo el torneo.

En cuanto a posiciones, el Hoffenheim estuvo en los primeros lugares de la tabla únicamente en las primeras 3 fechas del torneo. Pero, a partir de la fecha 4, el equipo comenzó a tener un descenso notable que terminó por ubicarlo de media tabla hacia abajo a lo largo del torneo. La primera parte de la temporada, el Hoffenheim terminó en 12° lugar con 18 puntos (4 victorias, 6 empates, 7 derrotas), pero, una recuperación de puntos en la segunda parte de la temporada les permitió finalizar en 9° lugar y a tan solo nueve puntos del último cupo a UEFA Europa League.

Roberto Firmino: la gran figura del Hoffenheim

Sin dudar alguna, éste Hoffenheim, poderoso en ofensiva, fue comandado por el gran despertar de una figura que ha logrado confirmarse como una joya futbolísticia, no solo de su equipo, sino de la Bundesliga. Esta figura es el brasileño Roberto Firmino.

Firmino fue el máximo goleador de su equipo en esta recién finalizada temporada con 16 goles. Ubicando en cuarto lugar de la tabla de goleadores, Firimino quedó solo por debajo de Drmic (Núremberg-17 goles), Mandzúkic (Bayern de Múnich-18 goles) y del Campeón Goleador: Robert Lewandowski (Borussia Dortmund-20 goles) Firmino acumuló también 12 asistencias para su equipo, por lo que su participación directa en la producción goleador del Hoffenheim fue en 28 de sus 72 anotaciones.

Niklas Süle: el joven baluarte en medio del desastre defensivo

A pesar de haber tenido una temporada para el olvido en el aparato defensivo, el Hoffenheim tuvo en su zona baja a su jugador revelación de la temporada y quien da muestras de tener un futuro prometedor en Bundesliga. Este jugador es Niklas Süle.

Esta temporada, Süle registró 25 partidos disputados como titular y cinco ingresando de cambio, lo que le dio un total de 1876 minutos en competencia. Anotador de cuatro goles, Süle apenas registró dos tarjetas amarillas en todo el torneo, un número impresionante para tratarse de un zaguero central. Con una altura destacable (1.95 mtrs.) pero con rapidez en las coberturas, buen sentido de anticipación, firme en el mano a mano y con mucho criterio para no regalar el balón en la salida, Süle fue una luminaria entre toda la oscuridad que el Hoffenheim tuvo en su defensa y podría consagrarse totalmente la próxima temporada.

Sven Schipplock: Escacez goleadora en un equipo productivo

Pero, si hubo un jugador que quedó a deber mucho en su rendimiento en esta temporada, ese fue Sven Schipplock. En esta temporada, Schipplock disputó 23 partidos, en los cuales entró de cambio en 16 ellos, siendo titular en apenas 7 partidos.

En esa participación, Schipplock acumuló 868 minutos con tan solo 6 goles, promediando un gol cada 144 minutos, números sumamente bajos para un equipo con mucha producción ofensiva. Schipplock perdió espacio en le Hoffenheim gracias a la gran temporada de Firmino, Volland y Modeste. Sin emabrgo, se espera que para la próxima campaña pueda despertar y volverse una carta ofensiva más en el abanico de opciones de Gisdol.

Sistema de Juego y Once Regular

La idea de juego del Hoffenheim tiene una clara vocación ofensiva. La filosofía de Gisdol a lo largo de la temporada fue la de encimar al rival, atacarlo, presionarlo en su zona con líneas adelantadas y evitar así que el rival reaccione, sin embargo, en materia defensiva, la estrategia no tuvo los mismos dividendos que en cuanto a ofensiva se refiere.

Plantados con un 4-5-1, Gisdol utilizaba las subidas de Beck y Johnson por las bandas para subir elementos en ataque y permitir que, tanto Volland como Salihovic, ubicados como extremos por las bandas, desdoblaran en diagonal hacia el centro para juntarse con Firmino y Modeste en tres cuartos de cancha y generar fútbol ofensivo. En ataque, también, Gisdol apostaba mucho por la verticalidad con posesiones largas y salida en bloque sin mover el balón en demasiad dirección horizontal.

Defensivamente el Hoffenheim buscaba anticipar el balón con una presión adelantada y asfixiante sobre su rival. Sin embargo, las subidas de sus laterales y el poco regreso de sus extremos los dejaba vulnerables en las bandas y obligada a sus centrales a descolocarse para cubrir en relevos, lo que propiciaba la poca firmeza defensiva que siempre sufrió el equipo a lo largo de la temporada.

Rudy y Polanski aportaban equilibrio y salida con un toque de balón en paralelo para una mejor distribución de balón. Además, ambos mediocentros llegaban desde atrás para conseguir balones despejados por la defensa contraria y conectar a marco o retomar la posesión para generar una nueva jugada.

El once más utilizado por Gisdol fue el siguiente:

Once más regular del Hoffenheim.

Apuntes finales

La temporada del Hoffenheim no fue del todo negativa como podría pensarse. Un equipo capaz de generar 72 goles en toda una temporada habla de un estilo bastante ofensivos y con muchos argumentos para romper a sus rivales. La tarea pendiente de Gisdol, sin embargo, será la defensiva, ya que fue ese aspecto el que impidió que el equipo desarrollara por completo todo el potencial que es capaz de dar.

Para el recuerdo queda la desastroza temporada pasada en la que vieron el abismo muy de cerca. Por ahora, Gisdol se lleva la sensación de poder ser un mejor equipo para la próxima temporada y la seguridad de que cuenta con los argumentos para conseguirlo. La apuesta por la juventud, la consagración de figuras emergentes y la continuidad de una idea propositiva fueron los elementos rescatables de esta campaña que recién termina y tendrán que ser los vectores que orienten la dirección del proyecto de Gisdol con el Hoffenheim.