Con un pletórico Aubameyang y con suma autoridad física y táctica, el Borussia Dortmund logró llevarse por segundo año consecutivo la Supercopa Alemana ante el Bayern de Múnich con un marcador de 2-0. Mkhitaryan abrió la cuenta y Aubameyang la selló al mejor estilo de Marvel Comics. El Bayern de Múnich lamentó la derrota pero, todavía más, la lesión de Javi Martínez que, en un principio, parece ser rotura de ligamentos en su rodilla derecha. La plenitud física de los borusser y la baja condición en los bávaros fue el aspecto clave del partido.

Un Bayern de cinco minutos - un Dortmund de cinco velocidades

Previo al encuentro, Guardiola había declarado que "solo siete u ocho jugadores pueden disputar 90 minutos", algo que fue poco tomado por la prensa en el análisis previo al encuentro. Sin embargo, el desarrollo del mismo iría develando cuánta razón tenía el estratega catalán sobre el estado físico de sus jugadores. En un comienzo, Pep daba paso a Gaudino y Rode en la zona media, un tándem de volantes que venía utilizando en la pretemporada, pero que tendría su primera gran prueba ante un rival de primer nivel. Por su parte, Klopp ubicaba a un velocista como Aubameyang, sabiendo que el físico bávaro no sería capaz de frenar sus arremetidas.

Sobre el minuto dos, un despiste de Kirch en zona media le permitiría a Shaqiri lanzarse al ataque con balón dominado. El suizo, en lugar de filtrar a Müller, quien pedía el balón a la espalda de un desubicado Sokratis, optó por disparar a marco en un intento que fue controlado por Langerak. A partir de ese momento, el Bayern no volvería a acercarse a la puerta del guardameta australiano en toda la primera mitad. Dos minutos más tarde, Aubameyang se escapaba en velocidad sin poder ser alcanzado por Alaba y Bernat y siendo detendio en marca escalonada por Javi Martínez. El bajo nivel físico del Bayern comenzaba a ser evidente, sobre todo cuando el equipo apenas pudo competir cinco minutos a toda velocidad.

Immobile tuvo mucho movilidad aunque poca fortuna de cara al gol. // (Foto de @FCBayern).

A partir de ese momento, el Bayern no volvería a acercarse a la puerta del guardameta australiano en toda la primera mitad

Al minuto nueve, un inquieto pero desatinado Immobile disparaba desde fuera de área pero su tiro se iba totalmente desviado. Cuatro minutos más tarde, un contragolpe del Dortmund dejaba mal parada a la defensa bávara, pero, como en el Mundial, Manuel Neuer jugaba de líbero y salvaba a su equipo. La jugaba más extraña del partido llegaría en el 16' cuando, tras la intensa presión dorada en la salida, Javi Martínez cedió demasiado cruzado a Neuer, quien tuvo que salvar con lo último de su bota derecha cuando el pase del español se colaba a puerta. El Bayern lucía desubicado y totalmente perdido en la cancha, producto de un escaso nivel físico que no le permitía competir a la par del volumen corporal que el Dortmund impregnaba en el partido.

Ginter, en el minuto 20, asustaba a Neuer en un cabezazo tras córner lanzado por Hofmann, pero el gol llegaría apenas dos minutos después. Fue sobre el minuto 22, cuando, una recuperación de Kehl sobre el centro del campo, le permitío habilitar a Mkhitaryan, quien se fue de la marca floja de Gaudino y Rode. El armenio enfiló portería, intentó filtrar para Aubameyang, pero el corte de Boateng quedó rebotando en el área y Mkhitaryan no dudó en colocar un bombazo que se clavó en la esquina superior derecha de la puerta de un impotente Neuer. Era el 1-0 y el justo premio al equipo con mejor forma dentro de la cancha.

Momento en que Mkhitaryan conecta un derechazo impresionante para el 1-0. // (Foto de @BVB).

Era el 1-0 y el justo premio al equipo con mejor forma dentro de la cancha

Con la ventaja a su favor, el Dortmund se terminó de acomodar en la cancha y, como tiburón en el agua, olió la sangre de su presa bávara y se lanzó a devorarla. Apenas tres minutos después, Aubameyang conectaba un disparo que Neuer apenas pudo controlar tras una buena serie de toques entre Immobile y Hofmann. Después, el mismo Aubameyang se colaba por la banda de Boateng y sacaba un centro que Neuer cortó oportunamente. De todo el Bayern, solo Neuer mostraba que sus capacidades siguen intactas tras el Mundial y el escaso descanso que ha tenido.

Pero el momento más trágico para Guardiola llegó en el minuto 30 cuando, en un tiro de esquina, Javi Martínez se lanzó de volea por el balón, pero Kirch se anticipó a su llegada. Sin embargo, la rodilla derecha del español chocó duramente con la espalda del alemán, dejando tendido a Javi en el césped. La atención médica no se hizo esperar y se notificó rápidamente que el ibérico no podría continuar en el partido. Su lugar lo tomó el brasileño Dante, quien, al parecer, aún no supera el trágico 1-7 y sigue dejando ver que su mejor época como marcador ha quedado en el pasado.

Javi Martínez no pudo continuar por una lesión seria en su rodilla derecha. // (Foto de @FCBayern).

Con el movimiento, la defensa bávara se desconfiguró totalmente y el Dortmund se lanzó a aprovechar esa ventaja. Al 40', una doble acción hizo de Neuer la figura del Bayern, cuando tapó en primer instancia un bombazo de Hofmann y luego, en el rebote, Kehl probó a portería pero, nuevamente, el guardameta alemán mandó el disparo lejos de su portería. El Bayern no reaccionaba y ni Gaudino ni Rode lograban controlar la zona media. El primer tiempo acababa con la impresión de un Dortmund que pudo llevarse tres o cuatro a su favor, de no haber sido por un increíble Manuel Neuer.

Muriendo lento en 45 minutos

La segunda parte fue una replay de lo visto en la primera. Guardiola, en un intento por mejorar a los suyos, sacó a un gris Müller, muy diezmado físicamente aún, por el capitán Philipp Lahm, en un claro mensaje de querer recuperar su zona media. Por su parte, Klopp dio paso a Durm por Schmelzer para afianzar la banda izquierda y frenar las posibles arremetidas de Shaqiri en diagonal. El cambio de Pep pareció funcionar, ya que en apenas el primer minuto del complemento, Lewandowski tomó un gran balón filtrado por Lahm, pero no supo definir por encima de Langerak y estrelló su disparo en el cuerpo del guardameta.

La respuesta del Dortmund no se hizo esperar y, al 51', Immobile volvía a colarse por en medio de Dante y Boateng y disparaba desviado a puerta de Neuer. Götze ingresaba por Hojbjerg, mientras Immobile quedaba en fuera de lugar y el partido no cambiaba de color. Sin embargo, en el 61', Lukas Piszcek le ganó la banda a Bernat, colocó un centro medido al área y encontró a Aubameyang, quien le ganó la posición a Boateng y remató de cabeza a portería, ante la mirada impotente de Manuel Neuer. Era el definitivo 2-0 que terminaba con la celebración curiosa de un Aubameyang colocándose la máscara de Spider-Man, una que traía escondida en su media derecha.

El Bayern de Múnich dejó de luchar sabedor que, de momento, no es capaz de competir ante el buen estado físico del Dortmund

Con el 2-0, el Dortmund comenzó a buscar el tercero para dar el golpe final. Pero, claramente, el Bayern de Múnich dejó de luchar sabedor que, de momento, no es capaz de competir ante el buen estado físico del Dortmund. Ramos llegaba por Aubameyang justo después de que el gabonés firmara el segundo para los borussers y el panorama en ofensiva no cambió. Dante se miraba demasiado lento, mientras que Rode, ahora cambiado a banda derecha, no se entendía con Boateng para la cobertura de ese flanco en el terreno de juego. Cada galopada del Dortmund era un auténtico peligro para un Bayern que no lograba cambiar de ritmo en ataque ni reposicionarse en defensa con la velocidad a la que nos tiene acostumbrados.

Immobile tendría tres claras en el resto del partido pero su falta de puntería sigue siedo algo evidente dentro del campo. Al 75' una gran acción individual del italiano le permitió romper la cintura de Boateng y marcharse solo ante Neuer, pero su disparo saldría flojo y sin peligro alguno. Luego, en el 78', Mkhitaryan filtraba un balón a la espalda de Dante, pero Immobile era anticipado por Manuel Neuer al borde del área. Sobre el minuto 80', Alaba asustaba a Langerak de tiro libre, siendo apenas el tercer remate a portería del Bayern en 80 minutos de partido, algo insólito para los registros normales del equipo muniqués.

Dante sigue regalando espacios para los atacantes rivales. // (Foto de @FCBayern).

Dante, tan desubicado como en el cierre de temporada y el partido mundialista ante Alemania, dejaba claro que no es opción para jugar de líbero en línea de tres

Los últimos diez minutos fueron los más evidentes en el argumento físico. El Bayern, incapaz de reaccionar de la mejor forma en el plano físico, se veía forzado a buscar la falta para frenar la velocidad del Dortmund. Lahm y Boateng se iban de amarillo, mientras Dante, tan desubicado como en el cierre de temporada y el partido mundialista ante Alemania, dejaba claro que no es opción para jugar de líbero en línea de tres. Immobile volvería a tener una más tras escaparse de Dante y marcharse solo hacia portería, pero su intento de vaselina quedaba en manos de Manuel Neuer, el gran responsable de que el Bayern no se marchara goleado del Signal Iduna Park.

Sobre el cierre, Mario Götze logró colarse a la espalda de Sokratis, pero Ginter lograba tapar su disparo y enviarlo a saque de banda. Lewandowski, por su parte, conseguía rematar a puerta pero su tiro se iba completamente desviado. El partido llegaba a su final con una conclusión clara: el Bayern de Múnich no está a tono físicamente cuando falta semana y media para el arranque liguero, algo que debe preocupar mucho a Guardiola y al cuerpo técnico. Claramente, las ausencias de Robben, Schweinsteiger, Ribéry, Rafinha y la llegada desde el banco de Lahm y Götze son un detalle a considerar. Sin embargo, la forma en la que el Dortmund fue claramente superior, también con notorias ausencias, es algo que no debe pasarse por alto tras el partido.

Sebastian Kehl levantó por segundo año consecutivo el título de Supercopa. // (Foto de @BVB).

Con este resultado, el Borussia Dortmund conquista, por segundo año consecutivo, el título de Supercopa Alemana, algo que tampoco sienta buenos precedentes, ya que de los últimos 10 campeonatos de Supercopa, solo en tres han logrado llevarse al menos un título en la temporada, por lo que el equipo de Klopp deberá luchar con esa maldición que ya vivieron el año pasado. Por ahora, solo resta esperar el inicio del circuito liguero donde, evidentemente, tanto bávaros como dorados están llamados a ser los principales candidatos a coronarse campeón de la Bundesliga.